Presupuesto para 2024: las claves de los expertos para mejorar las finanzas personales

Establecer un propósito da claridad sobre las razones por las que se ahorra, y ayuda a mantener el enfoque y a evitar gastos innecesarios

Por

Bloomberg Línea — Comienza un nuevo año y uno de los propósitos más comunes en los latinoamericanos relaciona las finanzas personales. Sanear deudas, ahorrar o invertir están entre los propósitos, pero estos deben planearse y gestionarse de manera adecuada para que se obtengan los resultados esperados.

¿Cuánto gastar?, ¿cuánto ahorrar?, ¿qué pagar? Estas son algunas de las preguntas más frecuentes que surgen al momento de planear un nuevo año a nivel de finanzas personales.

“Lo que tú no administras no se multiplica y en el dinero, como todo en la vida, la organización es indispensable si queremos crecer. Lo que no se mide no se controla (…) el presupuesto en el tema de educación financiera es indispensable para que también empieces a visualizar cuáles son las prioridades, te va a ayudar a fijar tus prioridades de vida con el recurso que hay, con lo que tienes, con lo que recibes; ¿a qué le vas a dar prioridad? La falta de un presupuesto hace que el dinero se vaya gastando día a día”, puntualizó Ximena Rubio, entrenadora internacional de Inteligencia Financiera y Desarrollo Personal, en el podcast ‘Hacia dónde vamos’.

1. Planificar

Una estrategia financiera sólida es un presupuesto bien armado. Registrar los ingresos y gastos, es una acción que permite identificar en qué se está gastando el dinero y detectar las áreas donde se puede ahorrar. Esto puede incluir, por ejemplo, reducir gastos innecesarios o eliminar deudas de alto interés.

Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, destacó la importancia de contar con un presupuesto real y saber con precisión cuánto se destina para el ahorro: “¿para qué el ahorro? Normalmente el ahorro es para cumplir algún sueño, para tenerlo por si acaso. Entonces, sí tengo claro que voy a ahorrar porque el próximo año quiero conocer España, comienzo a tener el incentivo de ahorro (…) si ahorro entre el 15 % y el 20 % de mis ingresos voy a lograrlo un poco más rápido”.

2. Ahorrar, un pilar

Contar con un hábito de ahorro no solo brinda estabilidad económica, sino que también ayuda a alcanzar metas financieras y la tranquilidad de estar preparado para enfrentar cualquier emergencia económica en un futuro.

Si no se tiene un presupuesto, una buena práctica de las finanzas personales es seguir regla de 50/30/20, que se resume en: 50% de ingresos se destinará a gastos fijos (alquiler, deudas, cuotas, servicios); 30% se destina a gastos variables (comida, transporte, ocio, salidas); 20% se debería destinar al ahorro.

Además, contar con un fondo de emergencia es necesario para tener unas finanzas sólidas. Este fondo significa que la persona tenga el dinero suficiente para vivir entre tres y seis meses, pagando sus obligaciones habituales, aun sin tener trabajo o en caso de perder sus ingresos.

3. No dejar de invertir

No se trata solo de ahorrar, sino de hacer crecer el capital. Una de las mejores formas para que esto suceda es la inversión. Ya sea en renta fija o renta variable, y dependiendo del perfil de riesgo de la persona, diversificar el portafolio con diferentes vehículos de inversión puede catapultar las finanzas personales y llevarlas a otro nivel, haciendo crecer el capital, el patrimonio y también las metas propuestas.

“Las inversiones pueden ser la respuesta más rápida y confiable a cómo convertir una posible crisis en oportunidad, alternativas de inversión hay muchísimas y la decisión de cuál escoger depende del nivel de riesgo que se quiera asumir, el capital disponible y el tiempo esperado de retorno. La decisión de diversificar la economía, esto aplica tanto para países como para las personas, es la clave para reducir los riesgos, hacerle frente a la incertidumbre económica y obtener beneficios”, escribió Diego Camacho, senior economist de Credicorp Capital.

Esto implica familiarizarse con los instrumentos disponibles para invertir; como acciones, bonos, bienes raíces o criptomonedas, entendiendo los riesgos y beneficios asociados a cada uno de ellos.

“Para quienes recién están comenzando a adentrarse en el mundo de las inversiones es importante tener en claro los objetivos financieros, el plazo, y sobre todo, el riesgo que se está dispuesto a asumir. Sin eso claro, es probable que tomemos decisiones incorrectas”, destacó en un comunicado Alex Robbio, CEO de GLIM.