Bloomberg — Desde conflictos que amenazan el suministro de cultivos hasta probabilidades de un chocolate aún más caro, estas son algunas preocupaciones en torno al suministro global de alimentos:
Problemas en el mar Rojo
Algunas de las principales navieras de transporte de contenedores del mundo están evitando pasar por el mar Rojo tras una ola de ataques de militantes hutíes en respuesta a la guerra entre Israel y Hamás. Esto provoca retrasos y mayores costos de transporte de mercancías en cajas de acero (que pueden incluir alimentos) debido a que los buques deben buscar otras rutas.
Existe la preocupación de que productos básicos como los aceites comestibles o los granos de café africano se vean afectados, y la firma de investigación SovEcon ha advertido que las exportaciones de trigo ruso podrían verse perjudicadas por las consecuencias de los mayores costos de transporte. Las tarifas spot para el envío de mercancías en un contenedor de 12 metros desde Asia al norte de Europa se han disparado.
Ucrania desafía
Mientras la guerra de Moscú en Ucrania se acerca a los dos años, Kiev continúa enviando mercancías procedentes de los puertos del mar Negro, incluido su crucial cereal. Ha exportado 13 millones de toneladas de productos a través de un corredor que creó después de que Rusia se retirara de un acuerdo que garantizaba el tránsito seguro de los buques.
Pero el riesgo de ataques persiste y Ucrania quiere una defensa aérea más fuerte para acelerar los tiempos de carga de los buques y proteger mejor los puertos. Y a medida que la guerra se prolonga, es complicado saber exactamente las cantidades que se cultivan en las regiones ucranianas ocupadas por Rusia, aunque la NASA tiene una idea.
El precio del chocolate
La inflación mundial de los alimentos está disminuyendo en términos generales, pero todavía hay focos de presión. Los mayores fabricantes de chocolate todavía no han visto el impacto total de un repunte del cacao (impulsado por las adversas condiciones climáticas en África occidental) que llevó los futuros al nivel más alto desde la década de 1970.
Por lo general, esas empresas compran cacao con mucha antelación, pero a medida que se agotan los suministros y los precios se mantienen elevados, los fabricantes se ven obligados a pagar más y, finalmente, traspasar el costo a los consumidores.
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