Cuba arranca 2024 con uno de sus mayores planes de ajuste económico en décadas

El gobierno suspenderá las exoneraciones en el pago de los tributos, aprobadas con la constitución de las cooperativas no agropecuarias o para las mipymes

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Bloomberg Línea — En un contexto de crisis, marcado por inflación récord, devaluación y hambre, que ha orillado al gobierno de Cuba a lanzar medidas para “corregir distorsiones” y así reimpulsar la actividad económica, la isla celebró el 1º de enero los 65 años de la Revolución.

El presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien también funge como Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista, ha dicho que 2024 será “un punto de inflexión y de esperanzas, lo cual no es imposible”. Sin embargo, el panorama es complejo.

En el reciente Segundo Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Alejandro Gil Fernández, viceprimer ministro y titular del Ministerio de Economía y Planificación (MEP), confirmó que en 2023 habrá una contracción de entre 1% y 2% en el Producto Interno Bruto (PIB) de Cuba, contrario al crecimiento 3% que se había previsto inicialmente.

Según el funcionario, las razones van desde las limitaciones en la disponibilidad de divisas y combustibles, sumado a que no se concretaron programas y medidas económicas, el bloqueo estadounidense y la inclusión de la Isla en la lista de Estados promotores del terrorismo, acompañados de la inflación de precios, conflictos internacionales y las deficiencias internas.

El MEP estima que el déficit fiscal superará el 15 o el 18% del PIB a precios corrientes y la inflación cerrará en un 30% en 2023, con el sector agropecuario, al que básicamente la población acude para la compra de productos de alimentos, con un alza de 72%.

Para 2024, cuando comienza a funcionar uno de los mayores planes de ajuste macroeconómico en décadas, el gobierno prevé un crecimiento del PIB a precios constantes en el entorno del 2%.

Este comportamiento se sustenta principalmente en las proyecciones de recuperación de turismo y la reanimación de actividades productivas y de servicios.

Medidas para reimpulsar la economía cubana

En Mesa Redonda, programa radio televisivo producido por la Televisión Cubana, Gil Fernández anunció que para enfrentar las distorsiones e impulsar la economía, desde el primero de enero comenzó a regir el programa de estabilización macroeconómica.

Las acciones están dirigidas a estimular la producción nacional al disminuir aranceles a los productos intermedios e incrementar los de los productos terminados.

Esto incluye que las empresas que importen materias primas, insumos y bienes intermedios, recibirán una reducción del 50% del arancel aduanal, y un incremento en las tarifas arancelarias para la importación de mercancías que son productos nacionales, como es el caso de los rones y el tabaco.

Otra de las medidas es la suspensión de las exoneraciones en el pago de los tributos, aprobadas con la constitución de entidades privadas, como las cooperativas no agropecuarias o las micro, medianas y pequeñas empresas (mipymes). También se extenderá la aplicación de los impuestos sobre ventas y sobre servicios a todas las operaciones de comercialización.

“De esta situación compleja se sale trabajando, produciendo, con más eficiencia, respaldando la producción nacional, haciendo un uso más eficiente de las divisas con que cuenta el país. Hacia eso están encaminadas estas medidas”, dijo el funcionario cubano.

El objetivo –agregó– es crear un escenario más favorable para el reimpulso de la economía, “sin que ninguna de las medidas sea mágica, con costo cero. Toda medida tiene riesgos e implicaciones que hay que atender con la debida integralidad”.

Resto de medidas serán graduales

Otras medidas, cuya entrada en vigor será gradual, incluyen el cobro en dólares de los combustibles para los turistas e incrementos de precios en estos productos para el resto de la población.

Además de subidas en servicios como un 25% en las tarifas eléctricas para quienes excedan los 500 kWh de consumo, lo que se calcula que es aproximadamente el 6% del sector residencial; un 25% al precio del cilindro de gas licuado, un aumento al abastecimiento de agua y el fin del subsidio universal en alimentos, medidas que algunos sectores califican de ‘neoliberales’.

El neoliberalismo apunta a reducir al mínimo la intervención del Estado, a eliminar o reducir la regulación de los mercados, a incentivar la libre competencia y la privatización. ¿Cuál de las medidas que estamos implementando va en esa dirección?”, dijo el titular del MEP.

Otra medida será el ajuste a la tasa oficial del cambio del peso con respecto al dólar, para establecer el nuevo tipo de cambio. El gobierno ha creado un grupo de trabajo con el Banco Central de Cuba, para establecer cuánto será la devaluación, lo que podría tener efectos en la inflación.

Desde 2021 el tipo de cambio oficial se mantiene en 24 pesos por dólar para las personas jurídicas (empresas estatales) y en los 120 pesos para las personas físicas y el sector privado empresarial.