Bloomberg — La inflación anual de Brasil se desaceleró menos de lo esperado a principios de este mes, lo que resalta las dificultades que enfrentan los banqueros centrales mientras reducen las tasas de interés en un intento de llevar los precios al rango de tolerancia para fin de año.
Los datos oficiales publicados el jueves mostraron que los precios al consumidor aumentaron un 4.72% a mediados de diciembre en comparación con el año anterior, por encima de todas las previsiones en una encuesta de Bloomberg que tenía una estimación mediana del 4.56%. La inflación mensual alcanzó el 0.40%.
La autoridad monetaria tiene como objetivo una inflación anual del 3.25% este año y del 3% en 2024, con un rango de tolerancia de más o menos 1.5 puntos porcentuales. Cuando los aumentos de precios superan esos límites, los responsables de las políticas están obligados por ley a redactar una carta pública explicando por qué no lograron alcanzar su objetivo en diciembre.
Las tasas de intercambio, que indican el sentimiento de los inversores hacia la política monetaria, aumentaron después de la publicación, ya que los operadores apostaron a que los responsables de las políticas necesitarán mayores costos de endeudamiento para frenar la inflación. Los contratos vigentes en enero de 2025 subieron hasta siete puntos básicos en las operaciones matutinas.
Los banqueros centrales brasileños, liderados por Roberto Campos Neto, comenzaron a reducir la tasa de interés de referencia Selic en agosto en un ciclo gradual de relajación que hasta ahora ha reducido los costos de endeudamiento en dos puntos porcentuales, a 11.75%. La semana pasada, los responsables de las políticas reafirmaron que continuarán con recortes de medio punto en cada reunión hasta marzo, ya que persisten las incertidumbres tanto en el panorama nacional como en el mundial.
Los boletos de avión más caros explican la mayor parte de la sorpresa en la inflación de mediados de diciembre. Los costos de transporte aumentaron un 0.77% en el mes, mientras que los alimentos y las bebidas subieron un 0.54%.
Siete de los nueve grupos de bienes y servicios encuestados por la agencia de estadísticas subieron con respecto al mes anterior. Por otro lado, los costos de combustible cayeron un 0.27%.
“Esta sorpresa tenía mucho que ver con artículos volátiles, pero también vemos que la reciente desinflación de los servicios está perdiendo fuerza”, dijo Leonardo Costa, economista de la firma de gestión de activos Asa Investments. Estima que la inflación anual aún finalizará el año dentro del rango de tolerancia del banco central.
Mandato de Inflación
En general, las presiones de precios en la mayor economía de América Latina continúan disminuyendo después de alcanzar un pico de más del 12% en el año pasado, por lo que la mayoría de los analistas apuestan a que esta será la primera vez desde 2020 que Campos Neto cumple con su mandato de inflación.
Al mismo tiempo, la mayoría de los economistas aún pronostican una inflación anual por encima del 3% hasta 2026. Estas estimaciones son una de las razones por las cuales los responsables de las políticas se han abstenido de acelerar su ciclo de relajación, incluso cuando el crecimiento disminuye.
Persisten las preocupaciones sobre cómo reaccionará el presidente Luiz Inacio Lula da Silva ante una desaceleración cada vez mayor de la actividad. Hasta ahora, la economía ha demostrado ser resistente a las altas tasas, pero los datos recientes indican una disminución de los impulsores como el comercio minorista y la industria.
Los inversores siguen siendo escépticos sobre las promesas del gobierno de fortalecer las cuentas públicas, ya que crecen las presiones para gastar más dentro del Partido de los Trabajadores de Lula.
-- Con la ayuda de Giovanna Serafim.
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