Bloomberg Línea — La muerte de un ciervo mulo en octubre al interior del Parque Nacional de Yellowstone, a causa de una enfermedad conocida como emaciación crónica (CWD, por sus siglas en inglés), ha despertado la preocupación de que la enfermedad pueda contagiarse a los humanos.
También llamada enfermedad ciervo zombi, recibió ese apodo porque los priones alteran el cerebro y el sistema nervioso de los portadores y hacen que los animales, sean ciervos, alces, renos, ciervos sika y alces, babeen, parezcan letárgicos, demacrados y con la mirada en blanco, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
Además, hace que los animales pierdan peso y coordinación rápidamente y se vuelvan agresivos.
La emaciación crónica se ha encontrado en algunas áreas de América del Norte, incluidos Canadá y Estados Unidos, Noruega y Corea del Sur.
La enfermedad se descubrió por primera vez en ciervos cautivos a finales de la década de 1960, y luego en ciervos salvajes en 1981 y era solo cuestión de tiempo antes de que llegara a Yellowstone, dijo Thomas Roffe, veterinario y exjefe de salud animal del Servicio de Pesca y Vida Silvestre, una agencia federal de Estados Unidos a The Guardian.
Síntomas de la enfermedad ciervo zombi
Los CDC de EE.UU. señalan que puede pasar más de un año antes de que un animal infectado desarrolle síntoma, que pueden incluir
- Pérdida drástica de peso (emaciación)
- Tropiezos
- Apatía
- Sed u orinar excesivamente
- Otros síntomas neurológicos
La CwD puede afectar a animales de todas las edades y algunos animales infectados pueden morir sin haber desarrollado la enfermedad. Es mortal para los animales y no hay tratamientos ni vacunas.
¿Por qué alerta a los científicos la CWD?
La detección del primer caso significa que Wyoming y el gobierno federal deben tomar medidas rápidas para frenar la propagación, ya que podría ser desastroso para el ecosistema del parque.
En los Estados Unidos y Canadá, la CWD ha atraído la atención por el temor de que no solo afecte a los animales de caza mayor, sino también porque pueda contagiar a otras especies y afectar al ganado, otros mamíferos, aves o incluso humanos.
Sin embargo, hasta la fecha, no se han notificado casos de infección por CWD en personas. Aunque, algunos estudios en animales sugieren que la CWD representa un riesgo para ciertos tipos de primates no humanos, como los monos, que comen carne de animales infectados con CWD o entran en contacto con el cerebro o los fluidos corporales de ciervos o alces infectados.
Estos estudios plantean la preocupación de que también pueda haber un riesgo para las personas. Desde 1997, la Organización Mundial de la Salud ha recomendado que es importante evitar que los agentes de todas las enfermedades priónicas conocidas entren en la cadena alimentaria humana.
Los científicos informan que una vez que un ambiente está contaminado, el patógeno es extremadamente difícil de erradicar, persistiendo durante años en las superficies o dentro de la suciedad. Además, es resistente a desinfectantes, formaldehído, radiación, así como a la incineración a 600 grados centígrados.
Roffe y otros especialistas temen que la enfermedad esté poniendo en peligro crítico el ecosistema del Parque Yellowstone, así como el de cualquier otra área afectada.
Como la temporada de caza está en marcha, los CDC de EE.UU. recomiendan encarecidamente la realización de pruebas a los animales capturados y que no se consuma carne de cérvidos que parezcan enfermos.