Bloomberg Línea — Después de un año marcado por la incertidumbre política, la inflación y tasas de interés altas, los empresarios de Latinoamérica ya se enfocan en un 2024 que, como primer reto para los negocios, trae consigo la desaceleración de la economía global y los vientos en contra que esto puede significar.
La actividad de fusiones y adquisiciones (M&A, en inglés) estuvo en la cuerda floja este año, con un total de 2.854 operaciones hasta noviembre, un 14,47% menos en comparación al mismo período del 2022, por un monto de US$67.009 millones, una caída del 26,04%, de acuerdo a cifras de la plataforma especializada en el seguimiento de transacciones TTR Data.
“En lo que va del 2023, es evidente que el mercado de M&A a nivel global ha adoptado una postura cautelosa y selectiva en sus inversiones. (…) A pesar de estos desafíos, los inversionistas aún mantienen un optimismo en cuanto al panorama de inversión en América Latina”, dijo en entrevista con Bloomberg Línea la vocera institucional de TTR Data, Marcela Chacón.
No obstante, frente al panorama actual, caracterizado por desafíos sociales y políticos, la directora de Fusiones y Adquisiciones en la firma de abogados Gómez-Pinzón, Lina Uribe, manifestó a este medio que “los inversores han demostrado astucia al adaptarse a las nuevas circunstancias”.
El socio de Fusiones y Adquisiciones de la firma de abogados internacional Baker McKenzie, Jaime Trujillo, dijo a Bloomberg Línea que si bien el 2023 fue un año marcado por una disminución en la actividad de fusiones y adquisiciones, también se llevaron a cabo algunas transacciones relevantes como las que involucraron en Colombia a las empresas de GEA (Nutresa, Sura y Argos), Almacenes Éxito y Genfar.
“En el 2024 debemos seguir de cerca la conclusión de la adquisición de Nutresa por parte del Grupo Gilinski y potenciales transacciones que involucren a empresas del GEA, como consecuencia indirecta de esa transacción. No debemos olvidar que, en medio de las OPA de Gilinski, Grupo Sura y Grupo Argos anunciaron la exploración de alianzas y otras medidas para generarle mayor valor a los accionistas, y eso despertó el interés de muchos inversionistas”, apuntó.
Para 2024 considera que los países que impulsarán la actividad de fusiones y adquisiciones en la región serán Brasil, México y Argentina, mientras que en Colombia se podrían sentir los efectos de inversiones provenientes de la misma región, principalmente brasileñas.
Es innegable que los grandes inversionistas no tuvieron a América latina dentro de sus prioridades, por factores como la fragilidad de la recuperación económica de algunas de sus economías más importantes, la adopción de políticas populistas u hostiles a la inversión privada y la incertidumbre generada por los recientes cambios de gobierno en algunos países y la realización de elecciones en otros.
Socio de Fusiones y Adquisiciones en Baker McKenzie, Jaime Trujillo
El crecimiento de la economía brasileña “no solo aumentará la actividad de fusiones y adquisiciones en ese país, sino que puede llevar a que las empresas brasileñas vuelvan a mirar a la región como destino de inversión”, opinó.
Respecto a México, anticipan que la inversión mexicana seguirá enfocada en su relación comercial con Norteamérica. Entre tanto, su inversión en el resto de Latinoamérica seguirá siendo relativamente marginal.
Y en Argentina, “los recientes anuncios del presidente Javier Milei permiten prever un aumento de actividad transaccional local, a través de privatizaciones”, según Jaime Trujillo.
Lina Uribe, de Góméz-Pinzón, resalta que en Colombia “los empresarios se enfrentarán a nuevos intentos de reformas que el Gobierno probablemente tratará de impulsar nuevamente con ajustes, como es el caso de la reforma laboral, pensional y la persistente reforma a la salud”.
“Sin embargo, las instituciones y la oposición han demostrado capacidad de reacción cuando ha sido necesario, generando cierta confianza en la posibilidad de mantener cierta estabilidad en el mercado colombiano”, apuntó.
Los factores condicionantes para las fusiones y adquisiciones
Marcela Chacón, de TTR Data, manifestó que los países de la región han sufrido por esta cautela de los empresarios en relación con una fuerte inflación, altas tasas de interés y desaceleración económica global.
Y en el caso puntual de ciertos mercados de la región percibe una influencia negativa por cuenta de la incertidumbre política y lineamientos económicos que “han mantenido al ecosistema inversor en un ambiente de cautela”.
Por lo anterior, dice que el tercer trimestre fue particularmente un período de grandes desafíos, con una reducción significativa en el ritmo de transacciones en comparación con el mismo lapso del año anterior. “El nivel de incertidumbre en relación con algunos temas locales en materia económica y política, la inflación y las altas tasas de interés, entre otros, contribuyó a estos resultados”, dijo en la entrevista.
Trujillo completó que además de los factores internacionales, dependiendo de los mercados, incidieron otras situaciones como la percepción del riesgo país, las mayores tasas de tributación, el deterioro de la seguridad, la ineficiencia en el gasto público y el trámite o anuncio de proyectos de reforma en sectores clave como la salud, el régimen laboral, las pensiones y los servicios públicos.
¿Qué esperar en el 2024 en materia de fusiones y adquisiciones?
En todo caso, los analistas consideran que los principales inversores extranjeros, que provienen principalmente de Estados Unidos, Reino Unido y China, seguirán moviendo el ajedrez en el 2024 en materia de fusiones y adquisiciones en LatAm.
Desde TTR Data proyectan “un repunte gradual de actividad de fusiones y adquisiciones, principalmente las que han estado en stand-by (en reposo), conforme se reduzcan las tasas de interés y se consolide el panorama económico y político”.
Desde Baker McKenzie consideran que en 2024 aumentarán tanto el número como el valor de las transacciones, a pesar de que muchos de los factores que incidieron en la dinámica de las fusiones y adquisiciones en 2023 continuarán.
No obstante, proyectan que los inversionistas tendrán mejores elementos de juicio para tomar decisiones de inversión o desinversión: “Algunos habrán asimilado estos factores en sus valoraciones o se sentirán mejor preparados para gestionarlos”.
Aun así, también analizan que los inversionistas financieros estarán bajo mayor presión para movilizar recursos y realizar salidas de inversiones que ya cumplieron su ciclo.
Entre los sectores que podrían estar más activos en materia de fusiones y adquisiciones figuran, entre otros, las operaciones relacionadas con fintech, en la medida en la que “continuará la tendencia en mercados emergentes hacia la bancarización - o al menos digitalización - que produjo la pandemia, y continuará la expansión de plataformas que requieren de un ecosistema digital”, afirmó Trujillo.
También destacan otras verticales en el campo de infraestructura y también de la salud ante el aumento del gasto por factores demográficos y la mayor prevalencia de enfermedades asociadas con el sobrepeso.
Los analistas también siguen de cerca los movimientos que pueden darse en el sector eléctrico debido al impulso que tomará la transición energética y un mayor apetito para comprar activos ya desarrollados ante una eventual caída en el desarrollo de proyectos nuevos.
“Identificamos y prevemos oportunidades el próximo año en sectores como telecomunicaciones, tecnología, infraestructura, energías renovables y servicios públicos”, opinó Lina Uribe, de Gómez-Pinzón.