Remesas en Latinoamérica: ¿cuánto pesan en la economía y por qué son tan importantes?

Los emigrantes de Latinoamérica se enfrentan a la explotación y a pérdidas financieras en el proceso de envío de remesas. Entre 2019 y 2022 EE.UU. otorgó 1,7 millones de visas de trabajo a latinos

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Bloomberg Línea — A pesar de que la contribución de las remesas a las economías de Latinoamérica es dispar, en algunos mercados constituyen un motor clave, con casos tan llamativos como los de Nicaragua (aportarían el 29,7% del PIB en 2023), Honduras (27,3%) y Jamaica (20,6%). Sin embargo, esto esconde una serie de factores asociados a la migración, a las condiciones laborales en esos países y a la dependencia de los hogares a esta fuente de divisas. ¿Qué explica las cifras récord y cómo aportan las remesas a las economías? Al cierre del 2023 cabe hacerse estas preguntas, pues indudablemente en el 2024 estos ingresos continuarán siendo igual de importantes.

“Las personas migrantes aportan a sus países, comunidades y familias de origen transfiriendo ingresos desde el exterior que contribuyen a satisfacer las necesidades básicas de los hogares perceptores, y, por lo mismo, resultan clave para enfrentar contextos macroeconómicos adversos”, manifestó a Bloomberg Línea el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs.

Se estima que en Latinoamérica y el Caribe las remesas representan en la actualidad un 2,5% del PIB, aunque en algunas subregiones como Centroamérica esta contribución salta al 12,7%, y en el Caribe al 9,4%, mientras que en Sudamérica la dependencia es menor y apenas llega al 0,7%, de acuerdo a cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Las proyecciones de la entidad apuntan a que este año será récord para el envío de remesas en los países de Latinoamérica y el Caribe con US$155.900 millones recibidos en 2023, lo que supondría un avance del 9,5% frente al 2022, con lo que se completan 10 años de crecimiento sostenido en torno al 10% anual.

De hecho, en el contexto de la pandemia de Covid-19, las remesas exhibieron un comportamiento resiliente y aumentaron un 26% entre 2020 y 2021, y un 9,3% entre 2021 y 2022. Se prevé que en 2023 las remesas recibidas en la región representarán el 18% del total de las remesas a nivel mundial.

Secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs.

En 2022, los emigrantes internacionales totalizaron más de 250 millones y si conformaran un país este sería el quinto más poblado del mundo.

Según cifras compartidas a este medio por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el 26% de los migrantes mundiales residen en América, constituyendo el 7% de la población regional.

El éxodo venezolano es notable con cerca de 7 millones de migrantes globalmente, de los que 6 millones están en América.

Para tener una dimensión de esta relación entre migración y remesas, la entidad explica que entre 2019-2022 EE.UU. otorgó 1,7 millones de visas de trabajo a latinoamericanos y caribeños, mayormente a mexicanos (81%), seguidos por jamaicanos, brasileños, colombianos y guatemaltecos. Las cifras se recuperaron pospandemia, superando incluso los niveles de 2019.

Manuel Romera, director del Sector Finanzas de IE Business School, dice a Bloomberg Línea que quienes realizan estas transferencias monetarias en la región son generalmente trabajadores manuales y expertos en oficios, aunque con el cambio de la economía digital se genera otra forma de entrada de divisas o remesas en los países.

“Está empezando a generarse una entrada de divisas en muchos países (Argentina es un caso, pero no el único) provocado por trabajadores en remoto (principalmente en el sector de TI, pero también otros profesionales como psicólogos) que reciben ingresos de exterior, aunque en este caso en forma de salario. El efecto en las economías, lo denominamos remesas o exportaciones de servicios, es el mismo”, expuso.

Las remesas son una fuente fundamental de ingresos en varios países. En los países en desarrollo, excluida China, las entradas de remesas fueron superiores a la inversión extranjera directa y a la ayuda oficial al desarrollo en 2022. En América Latina y el Caribe, excluido Brasil, las remesas fueron mayores que la inversión extranjera directa. México es el mayor receptor de remesas, debido al mercado laboral de Estados Unidos.

Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad, en inglés).

El aporte de la migración y las remesas en Latinoamérica y el Caribe

Los especialistas de la OIM manifestaron a Bloomberg Línea que el aporte de las personas migrantes va mucho más allá de las remesas que envían a sus familias.

De hecho, resaltan que “la migración es un acelerador del crecimiento inclusivo y el desarrollo sostenible, que enriquece a las sociedades de acogida a través de las capacidades humanas, socioeconómicas y culturales de los recién llegados”.

Cifras compartidas por la OIM muestran que en América Latina y el Caribe los países que han recibido los mayores flujos migratorios aumentarían su PIB entre un 0,10% y un 0,25% anual hasta 2030.

Es muy importante aclarar que las personas migrantes son agentes impulsores muy poderosos para el desarrollo y para gestar comunidades y sociedades mucho más fuertes y diversas.

OIM

Precisamente, un estudio realizado en 2020 por el Fondo Monetario Internacional (FMI) apoya esta proyección, mostrando que cada 1% adicional de inmigración tiene el potencial de impulsar el crecimiento del PIB en un 2% en los países de destino.

Las remesas también tienen el potencial de contribuir en la reducción de la pobreza en los mercados destinatarios y solo en 2022 los hogares de las economías en desarrollo recibieron unos US$800.000 millones, de los que un 80% se destinaron a países de ingresos bajos y medios, de acuerdo a cifras recopiladas por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés).

Voceros de la entidad manifestaron a Bloomberg Línea que un aumento 10% ciento en la proporción de las remesas en el PIB de un país se correlaciona con una disminución del 1,6% de las personas que viven en la pobreza.

“Las remesas permiten a los consumidores receptores reforzar su capacidad de resistencia, permitiendo a las familias invertir en la mejora de la vivienda y proporcionando un entorno de vida más estable. Las remesas pueden permanecer estables o incluso aumentar cuando la situación en el país de origen empeora. Los ODS reconocen la importancia de las remesas e instan a aumentar su volumen”, explican.

Romera, del IE Business School, complementa que “son los hogares más humildes los que dependen en gran parte de las mismas para mantener un confort, aunque también tiene un efecto de segunda ronda en los estratos sociales medios en la medida que las remesas engrasan al sector del comercio o los productores de ciertos bienes nacionales que, quizás no dependen de las remesas familiares, pero se benefician de la lluvia de dólares sobre la economía”.

Los retos para consolidar el aporte de las remesas en la región

No obstante, para potenciar el alcance de estos recursos, Latinoamérica aún tiene diversas barreras como el hecho de que los migrantes se enfrentan a la explotación y a pérdidas financieras en el proceso de envío de remesas, así como elevados costes de transacción, limitando su eficacia, de acuerdo a Unctad.

En el segundo trimestre de 2023, según el Banco Mundial, el coste medio mundial del envío de remesas era del 6,2% del dinero enviado, lo que reducía la eficacia y suponía una carga para los consumidores vulnerables.

Unctad detalla que si bien el progreso fue importante, ya que supuso una disminución de 3,5 puntos porcentuales con respecto al coste del primer trimestre de 2009, aún queda mucho camino por recorrer.

Los ODS fijan una meta del 3% para el coste medio mundial en 2030 y que no haya ningún servicio en el que el coste de la transferencia de remesas sea superior al 5% de la cantidad remitida.

De acuerdo a la información compartida por la Unctad, el coste de los servicios de envío de remesas varía significativamente dependiendo de la región a la que se envíe el dinero.

El coste oscila entre el 4,3% del valor de la remesa en el sur de Asia y el 7,9% en el África subsahariana. El coste medio del envío de remesas a América Latina fue del 5,8% en el cuarto trimestre de 2022. Los costes en esta región se han mantenido estables o incluso han crecido en los corredores de remesas más pequeños desde 2015.

Algunas medidas recomendadas por la entidad para potenciar el efecto de las remesas incluyen:

  • Regular las comisiones de transferencia y los tipos de cambio para reducir costes y garantizar que los fondos lleguen a sus destinatarios.
  • Promover la educación financiera a través de programas educativos para ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas.
  • Fomentar los servicios digitales de envío de remesas para ofrecer opciones de transferencia de dinero más asequibles y accesibles.
  • Aumentar la transparencia y combatir el fraude para proteger a los consumidores de comisiones ocultas y prácticas engañosas.
  • Desarrollar mecanismos eficaces de resolución de conflictos para ofrecer recursos en casos de retrasos en las transferencias o discrepancias en las cantidades recibidas.

El rol de la digitalización en las remesas globales

Las operaciones digitales representaron el 30% de todos los servicios de remesas globales en el segundo trimestre de este año.

De acuerdo a Unctad, los servicios financieros digitales son más eficientes en la transferencia de remesas y permiten una mayor cobertura.

La inclusión financiera digital es importante para aprovechar el potencial de esos servicios, lo que significa que es fundamental abordar esas brechas, detalló.

“Las remesas desempeñan un papel fundamental en el apoyo a las familias para afrontar gastos esenciales, como alimentación, vivienda y educación. Para muchas familias, especialmente en áreas rurales o desfavorecidas, las remesas son esenciales para mantener un nivel de vida mínimo y acceder a servicios básicos”, destacó en conversación con Bloomberg Línea el director en Colombia de la fintech Global66, Santiago Mejía.

El ejecutivo consideró que las remesas también pueden contribuir al ahorro a largo plazo y a la inversión en educación, lo que beneficia a la construcción de un futuro más seguro.

Sin embargo, advierte que la alta dependencia de las remesas en las economías latinoamericanas también resalta la necesidad de diversificar las fuentes de ingresos y promover el desarrollo económico sostenible para reducirla.

Explica, además, que cuando llegan más dólares al país en forma de remesas, puede aumentar la demanda de la moneda local, lo que puede llevar a una apreciación de la misma.

“Sin embargo, esto también puede hacer que las exportaciones sean menos competitivas y afectar a otros sectores económicos. Por lo tanto, si bien las remesas pueden influir en la apreciación de las monedas locales, su impacto real depende de una serie de factores macroeconómicos y de políticas”, agregó.

Desde un punto de vista de capital humano, que un profesional de un gremio o un trabajador sea capaz de generar en EE.UU. o Europa una renta que multiplica varias veces sus ingresos en su país de origen, destaca la importancia de la inversión de capital, y también del capital educativo, social, político (estabilidad), o de justicia de un país.

Director del Sector Finanzas de IE Business School, Manuel Romera.

La dinámica de las remesas y sus principales detonantes

De acuerdo al BID, la dinámica observada con las remesas a lo largo del 2023 responde principalmente a factores como el incremento del ingreso de los migrantes y una mejora en las tasas de empleo.

La OIM también se refiere a los diferentes incentivos para el envío de remesas, como el altruismo, la solidaridad, el interés propio (ahorro), el pago de deudas y la diversificación de los ingresos y la seguridad del hogar.

“Algunas otras investigaciones llevadas a cabo en los países de Centroamérica y el Caribe han demostrado que el 72% de las remesas se utilizan para cubrir los costos diarios, 7% en ahorros, 6% en educación y 1,8% para la adquisición de viviendas”, dijeron los especialistas de la organización.

Las expectativas para el volumen de remesas en 2024 dependerán de una serie de factores, incluidos los eventos económicos globales, las políticas migratorias en los países de destino, las condiciones laborales en el extranjero y la evolución económica en América Latina.

Director en Colombia de la fintech Global66, Santiago Mejía.

Asimismo, ha incidido el avance del proceso migratorio de los períodos previos, resalta el BID en su informe Las remesas a América Latina y el Caribe en 2023. Retomando el crecimiento previo.

“El poder de compra de las familias receptoras de remesas en América Latina y el Caribe depende del tipo de cambio al cual se cambian las remesas recibidas por moneda local y de igual manera depende de los precios de los productos que pueden comprar (…) Observando que el número de emigrantes de la región sigue en aumento, es poco probable que los flujos de remesas caigan en el futuro previsible”, dice el reporte.

Según las proyecciones del BID para el remate del año, los países en Latinoamérica y el Caribe que más remesas recibirían son:

  • México (US$64.247 millones)
  • Guatemala (US$19.982 millones)
  • Colombia (US$10.202 millones)
  • República Dominicana (US$10.125 millones)
  • Honduras (US$9.369 millones)
  • El Salvador (US$8.198 millones)
  • Ecuador (US$5.315 millones)
  • Nicaragua (US$5.127 millones)
  • Brasil (US$4.304 millones)
  • Perú (US$4.241 millones)

La población emigrante de México hacia otros países para el 2020 era de 11,1 millones de personas, mientras que la de Guatemala era de 1,3 millones, la de Colombia de 3,02 millones, la de República Dominicana de 1,6 millones y la de Honduras de 985.077.

Entre tanto, en ese período la población emigrante de El Salvador era de 1,5 millones, la de Ecuador de 1,1 millones, la de Nicaragua de 718.154, la de Brasil de 1,8 millones y la de Perú de 1,5 millones, según las últimas cifras disponibles de DataMIG, el sitio de datos sobre migración del BID.

El informe del BID da cuenta de que un 59,5% de los migrantes latinoamericanos están localizados en Norteamérica, principalmente en EE.UU., y en segundo lugar en los diferentes países de la propia región (26,3%), mientras que el tercer destino es Europa (12,6%), especialmente España.

“Las diásporas son clave para impulsar soluciones de desarrollo y crear ecosistemas sólidos para muchos medios, incluido el apoyo a una migración segura, ordenada y regular. Desempeñan un papel crucial en la implementación de programas y la formulación de políticas, mostrando su importancia a través del desarrollo de capacidades, la movilización de recursos y contribuciones significativas al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, según la OIM.

Desde el IE Business School proyectan que si no hay una gran crisis en los países receptores de migrantes, y el empleo se mantiene estable, la tendencia de los próximos años será un progreso sostenido del envío de remesas, incluso en situaciones de crecimiento económico débil.

El aumento de la migración está detrás de la tendencia de fondo para esto, también la subida de sueldos en EE.UU. y en menor medida la fortaleza del dólar en 2023, aunque esto podría no mantenerse, según el director del Sector Finanzas de IE Business School.

“La emigración, desde un punto de vista económico, se puede ver como una exportación de capital humano y mano de obra desde unos países a otros. Este fenómeno suele ser diferido, es decir, requiere un tiempo desde la llegada de un emigrante hasta que encuentra empleo y tiene posibilidad de enviar dinero a su familia y comunidad de origen, y se suele mantener durante un período largo, de varios años o décadas, generalmente hasta el crecimiento de los hijos en origen o de la supervivencia de padres y ascendientes”, remató.