Bloomberg — El Gobierno canadiense está preparado para aprobar normas que exijan que todos los vehículos nuevos vendidos en el país tengan cero emisiones para 2035, según informes de prensa.
El Gobierno federal anunciará la regulación, denominada Estándar de Disponibilidad de Vehículos Eléctricos, en los próximos días, con el objetivo de eliminar gradualmente la venta de nuevos vehículos de combustión, informaron la Canadian Broadcasting Corporation y el Toronto Star, ambos citando a un alto funcionario gubernamental anónimo.
Las nuevas reglas requerirán que los vehículos de cero emisiones, que incluyen vehículos eléctricos de batería, de hidrógeno y eléctricos enchufables, representen el 20% de todas las ventas de automóviles nuevos en 2026, el 60% en 2030 y el 100% en 2035, según los informes.
El gobierno también quiere garantizar que los vehículos eléctricos estén disponibles para los consumidores en Canadá en medio de preocupaciones sobre la falta de suministro a medida que los automóviles, camionetas y SUV eléctricos se envían a otros mercados, según los informes.
Los fabricantes de automóviles podrán obtener créditos por sacar más vehículos eléctricos al mercado antes de las fechas previstas y por invertir en infraestructura de carga de vehículos eléctricos.
Un portavoz de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios el domingo.
El Reino Unido introdujo en septiembre un mandato de ventas de vehículos eléctricos con plazos similares, incluido un objetivo del 100% de las nuevas ventas para 2035. Más de una docena de estados de EE. UU., incluidos Nueva York y California, tienen mandatos de venta de vehículos eléctricos.
La administración del presidente estadounidense Joe Biden propuso en abril nuevos límites a las emisiones de los tubos de escape que obligarían efectivamente a los fabricantes de automóviles a garantizar que dos de cada tres automóviles y camionetas vendidas en 2032 sean modelos eléctricos.
El favorito republicano Donald Trump ha hecho del impulso a los vehículos eléctricos un punto frecuente de ataque contra Biden, diciendo que las políticas significarán mayores costos para los compradores de automóviles y conducirán a la pérdida de empleos para los trabajadores automotrices estadounidenses.