Bloomberg Línea — El fin de los programas de apoyo a los deudores iniciados durante la pandemia de Covid-19 puede acentuar los préstamos en mora en un entorno de altas tasas de interés y, en este mismo contexto, la posible acumulación de riesgos sistémicos representa “desafíos apremiantes” para las autoridades monetarias, respondió a Bloomberg Línea el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) subrayó en una respuesta escrita que la disminución del ingreso disponible, la desaceleración económica, el aumento del desempleo y las altas tasas de interés han contribuido al aumento de los préstamos en situación de morosidad.
“Estos podrían acentuarse debido al cierre de programas de apoyo a los deudores iniciados durante la pandemia, así como al efecto de retroalimentación entre ciclos reales y financieros”, dijo la Cepal con base a su informe sobre el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2023.
Salazar-Xirinachs expresó que debido al endurecimiento de la postura de la política monetaria desde mediados de 2021, las tasas interbancarias de la región llegaron a niveles cercanos a los máximos alcanzados durante la crisis financiera mundial de 2008.
Y aunque el incremento de las tasas activas y pasivas no ha sido tan pronunciado, “ambas se mantienen elevadas”.
El ejecutivo costarricense manifestó que “las vulnerabilidades de los sistemas financieros de la región y la posible acumulación de riesgos sistémicos representan desafíos apremiantes a los que se enfrentan las autoridades monetarias para preservar la estabilidad macrofinanciera y sostener la actividad económica en Latinoamérica”.
Para la Cepal, “la política macroprudencial se revela como una herramienta importante para apoyar la actuación de las políticas monetaria y cambiaria frente a la materialización de eventuales choques externos y movimientos repentinos de capital”.
Añadió que el desafío para las autoridades monetarias es “encontrar los mecanismos que permitan articular el uso de las múltiples herramientas disponibles de política monetaria, cambiaria y prudencial”.
Esto con el fin de “cumplir con los mandatos de estabilidad de los precios y del sistema financiero, tratando de aminorar los efectos en las condiciones de vida de los hogares y en las capacidades productivas de las empresas”.
“Como resultado de la postura aún restrictiva de la política monetaria en la región, el ritmo de crecimiento del crédito interno neto continúa desacelerándose en términos nominales”, afirmó.
El crecimiento de LatAm para el 2023 y 2024
La Cepal ajustó al alza sus proyecciones de crecimiento para 2023 en Latinoamérica y el Caribe del 1,7%, estimado en septiembre, al 2,2%, lo que evidencia un síndrome de bajo crecimiento de más largo plazo y que ya no tiene que ver principalmente con los efectos de la pandemia.
“Después de disminuir o mantenerse estancado desde 2015, el PIB per cápita regional cayó aún más marcadamente en 2020 debido a la pandemia de Covid-19. Aunque esta variable se ha recuperado desde entonces, las proyecciones incluidas en este informe indican que no volverá a sus niveles de 2013-2014 hasta 2023, lo que significa que los últimos diez años pueden considerarse una nueva década perdida”, advierte la entidad.
Para 2024, la Cepal proyecta que la economía regional crecería un 1,9%, por encima de la proyección anterior del 1,5% de septiembre.
La entidad recalcó que “el bajo crecimiento esperado en 2023 y 2024 no es solo un problema coyuntural, sino que refleja el menor crecimiento del producto potencial de la región”, según señala en el informe.