La IA es un arma de doble filo para el cambio climático

Entre más empresas tecnológicas se apresuren a desarrollar sistemas de inteligencia artificial cada vez más sofisticados, las demandas de energía no harán más que crecer

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Bloomberg — Las compañías tecnológicas han promovido la IA como una poderosa ayuda para luchar contra el cambio climático, pero antes deben impedir que agrave aún más la situación.

“Es totalmente verdad que la inteligencia artificial es una tecnología intensiva energéticamente”, afirma Sims Witherspoon, responsable de acción climática de Google DeepMind (Mente profunda). “Mientras no dispongamos de una red que se alimente íntegramente de energía limpia, dichas tecnologías producirán una huella de carbono”.

Witherspoon formuló estas afirmaciones en el transcurso de una entrevista para el más reciente episodio de la serie AI IRL de Bloomberg Originals, que ya está disponible en la red.

Según la AIE, los centros de datos de todo el planeta suponen en la actualidad entre el 1% y el 1,5% del consumo global eléctrico. Pero la inteligencia artificial precisa más energía que otros tipos de computación. Mientras compañías como Microsoft Corp. (MSFT), OpenAI Inc. y Alphabet Inc. (GOOGL), matriz de Google, se esfuerzan por desarrollar unos sistemas de inteligencia artificial mucho más avanzados, las necesidades energéticas no dejarán de crecer. Según un estudio publicado el pasado mes de octubre, el sector de la inteligencia artificial consumiría para el año 2027 tanta electricidad como un país del tamaño de Holanda.

Witherspoon dijo que Google está buscando formas de reducir la cantidad de potencia informática necesaria para entrenar modelos. También ha desarrollado un panel de emisiones de carbono con “palancas” que permiten a los investigadores reducir el impacto de sus experimentos. Un investigador podría, por ejemplo, optar por trasladar los procesos informáticos a redes energéticas más ecológicas en otra región.

Aunque el efecto neto del impacto de la IA en las emisiones de carbono aún está en duda, Witherspoon dijo que hay otras formas en que se puede utilizar la IA para ayudar a abordar los problemas climáticos. “La ecología y la biodiversidad son un área enorme en la que podemos utilizar la IA”, dijo Witherspoon, señalando un proyecto de DeepMind llamado Serengeti que utiliza IA para detectar y etiquetar animales con el fin de ayudar a los investigadores a comprender los patrones de migración.

Esta semana, el Departamento de Energía de EE.UU. anunció que lanzaría una nueva oficina encargada de financiar iniciativas en inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes para abordar el cambio climático, entre otras prioridades. Esto siguió a las conversaciones sobre el clima COP28 en Dubai, durante las cuales líderes y ejecutivos mundiales se reunieron para discutir soluciones impulsadas por IA para la acción climática.

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