Bloomberg — Fitch Ratings mantiene una perspectiva “neutral” sobre la economía china, al tiempo que señala riesgos persistentes, como los problemas del sector inmobiliario, y prevé una ralentización del crecimiento el próximo año.
El crecimiento económico de China se moderará al 4,6% el próximo año desde el 5,3% en 2023, dijo la agencia de calificación en un informe del miércoles titulado “Greater China Outlook 2024”. Si bien un mayor uso de la política fiscal limitará los riesgos a la baja, Fitch señaló que tales apoyos pueden mantener los déficits fiscales amplios en un momento en que las métricas fiscales del país ya se han erosionado en comparación con sus pares con calificaciones soberanas similares.
El comentario se produce después de que la empresa confirmara en agosto una perspectiva estable sobre la deuda soberana de China. El interés de los inversores mundiales por las opiniones de las agencias de calificación ha aumentado después de que Moody’s Investors Service recortara su perspectiva sobre los bonos soberanos chinos a negativa a principios de este mes, subrayando la preocupación por la creciente carga de la deuda en la segunda mayor economía del mundo.
“Es probable que el apoyo político, con un uso potencialmente mayor de la política fiscal, se despliegue juiciosamente para limitar los riesgos a la baja”, escribió Jeremy Zook, director de Fitch. Para el sector inmobiliario, “es improbable una recuperación sostenida hasta que se produzca una mejora significativa de la confianza de los compradores de viviendas”, añadió.
Tanto las acciones chinas como el yuan han tenido un rendimiento inferior en la región, en medio de la preocupación por la fortaleza de la economía. La confianza de las empresas y los hogares sigue siendo escasa y los diversos esfuerzos por reforzar el sector inmobiliario no han logrado invertir la tendencia a la baja.
En la conferencia anual de trabajo económico, los máximos dirigentes prometieron hacer de la política industrial su principal prioridad económica el próximo año, lo que decepcionó a algunos inversores que esperaban un estímulo más contundente para impulsar el crecimiento.
“Es probable que los responsables políticos chinos se enfrenten a otro año difícil en el que tendrán que sortear los obstáculos al crecimiento económico derivados de la moderación de la demanda interna y externa”, declaró Fitch.
Lee más en Bloomberg.com