Bloomberg — El aumento en el uso de los planes “compre ahora y pague después” (BNPL, por sus siglas en inglés) supone un peligro en potencia no solo para el consumidor, sino también para la solidez financiera, advierte el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés).
“Puesto que las plataformas de planes de “compre ahora y pague después” adolecen de elevadas tasas de impago, si su crecimiento fuera sostenido, convendría supervisar sus conexiones directas e indirectas con el resto del aparato financiero”, señalan los investigadores Giulio Cornelli, Leonardo Gambacorta y Livia Pancotto en un informe trimestral del Banco de Pagos Internacionales publicado este lunes.
Por lo general, estos esquemas de pago ofrecen a los consumidores la oportunidad de financiar las compras en cuotas en el transcurso de unas pocas semanas, con frecuencia libre de intereses. Por eso son tan populares, especialmente en países con “un intenso comercio electrónico, una elevada inflación, una ineficiencia de sus sistemas de banca y una reglamentación menos rigurosa”, afirman los autores.
Al mismo tiempo, su uso por parte de “adultos jóvenes, que suelen estar muy endeudados y tienen bajas puntuaciones crediticias” significa que se enfocan hacia los prestatarios más indefensos.
“El rápido ascenso del BNPL podría ser motivo de preocupación para las autoridades públicas por dos razones: cuestiones de protección del consumidor y la acumulación de riesgo crediticio”, dijeron los autores. “Por lo tanto, es importante establecer si los esquemas BNPL se aprovechan de personas con limitaciones financieras mediante promociones engañosas e información inadecuada”.
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