Bloomberg — El presidente chino, Xi Jinping, dijo a los líderes de la Unión Europea que quiere que ambas partes sean socios comerciales clave capaces de generar confianza en las cadenas de suministro, en una reunión en Pekín en la que abordaron una letanía de preocupaciones y frustraciones económicas.
“China está promoviendo un desarrollo de alta calidad y una apertura de alto nivel, y está dispuesta a considerar a la UE como un socio clave en la cooperación económica y comercial”, declaró Xi en una reunión celebrada el jueves en Pekín con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Afirmó que China quiere considerar a Europa un “socio de confianza en la cooperación industrial y en la cadena de suministro para buscar el beneficio mutuo y resultados beneficiosos para todos”, informó la televisión estatal China Central.
Las conversaciones constituyeron la primera cumbre en persona entre funcionarios de China y de la UE en cuatro años, y se esperaba que abarcaran cuestiones de larga data, desde los flujos de datos hasta el acceso a los mercados. Las tensiones entre Bruselas y Pekín se han recrudecido a causa de los esfuerzos de Europa por “reducir el riesgo” de sus cadenas de suministro, junto con la reciente investigación antisubvenciones del bloque sobre los vehículos eléctricos fabricados en China.
Von der Leyen afirmó que ambas partes mantuvieron conversaciones “intensas” sobre cuestiones clave relacionadas con el agravamiento del desequilibrio comercial, incluidos los sectores de los dispositivos médicos y los cosméticos.
“Acordamos que ahora tenemos una lista de diferentes elementos en los que queremos profundizar juntos en el diálogo de alto nivel”, dijo durante una conferencia de prensa en Pekín. “Esto es importante. En primer lugar, por nuestra parte, para mostrar las pruebas. Pero en segundo lugar, también ver resultados concretos sobre el terreno”.
China criticó esa investigación el jueves en otra reunión informativa en Pekín, en la que el portavoz del Ministerio de Comercio, He Yadong, instó a la UE a dejar de utilizarla para el “proteccionismo comercial”.
Durante la reunión, Xi pidió a Pekín y al bloque que “eliminaran todo tipo de interferencias”, según la CCTV. Es probable que este comentario se dirija a Estados Unidos, que ha emprendido acciones como la de reclutar a Holanda en su esfuerzo por impedir que China desarrolle la capacidad de fabricar semiconductores de alta gama.
Von der Leyen describió su conversación con Xi como “buena y sincera” en un post en X, la plataforma antes conocida como Twitter. Hablaron de los “principales desafíos en un mundo con crecientes fricciones geopolíticas”, dijo, y añadió que se comprometieron a aumentar los intercambios entre personas y acordaron un interés compartido en las “relaciones comerciales equilibradas”.
Antes de la reunión del jueves en Pekín, Italia comunicó formalmente a China que abandonaría la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Aunque Italia llevaba meses preparándose para poner fin a su participación en el emblemático programa de inversiones de Xi Jinping, el momento del anuncio puso de relieve las continuas tensiones entre la segunda mayor economía del mundo y los miembros del bloque.
Durante la reunión, Xi pidió a Pekín y al bloque que “eliminaran todo tipo de interferencias”, según la CCTV. Es probable que este comentario se dirija a Estados Unidos, que ha emprendido acciones como la de reclutar a Holanda en su esfuerzo por impedir que China desarrolle la capacidad de fabricar semiconductores de alta gama.
Italia abandona Franka y la Ruta
Von der Leyen describió su conversación con Xi como “buena y sincera” en un post en X, la plataforma antes conocida como Twitter. Hablaron de los “principales desafíos en un mundo con crecientes fricciones geopolíticas”, dijo, y añadió que se comprometieron a aumentar los intercambios entre personas y acordaron un interés compartido en las “relaciones comerciales equilibradas”.
Antes de la reunión del jueves en Pekín, Italia comunicó formalmente a China que abandonaría la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Aunque Italia llevaba meses preparándose para poner fin a su participación en el emblemático programa de inversiones de Xi Jinping, el momento del anuncio puso de relieve las continuas tensiones entre la segunda mayor economía del mundo y los miembros del bloque.
Xi y los dirigentes de la UE hablaron del Cinturón y la Ruta durante su reunión, según la CCTV, que afirmó que el dirigente chino dijo a los funcionarios que su nación estaba dispuesta a conectar su iniciativa con el Portal Global de la UE. El programa europeo es un plan de infraestructuras de 300.000 millones de euros destinado a competir con el peso de China en regiones estratégicas.
De cara a la cumbre del jueves, los funcionarios de la UE tenían la intención de pedir más esfuerzos para acabar con la capacidad de Moscú de eludir las sanciones, según personas familiarizadas con sus planes. China se ha convertido en la principal vía de Rusia para conseguir tecnologías prohibidas y los denominados bienes de guerra. Pero el bloque es realista en cuanto a los resultados, y no se espera ningún resultado concreto, según estas personas.
Preocupación por exportación
“Cuestiones profundas” obstaculizan las buenas relaciones entre Pekín y Bruselas, declaró a Bloomberg TV Jens Eskelund, presidente de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China. Citó la guerra de Rusia en Ucrania, el déficit comercial y el exceso de capacidad china que se exporta a Europa.
“Habrá que abordar estos problemas antes de que las cosas vayan mal entre las dos partes”, afirmó, y añadió que una asociación con China debe crear “un valor igual o casi igual” para ambas partes.
A la UE le preocupa que la vacilante recuperación económica de Pekín, que incluye una débil demanda interna, haga que China presione para exportar aún más, amenazando a industrias críticas de Europa y a sus trabajadores. El déficit comercial de la UE con China aumentó a más de US$400.000 millones el año pasado y el bloque está deseoso de continuar con su enfoque estratégico que considera a Pekín como socio, competidor y rival.
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