Dubái — Latinoamérica trata de capotear la desaceleración económica prevista para 2024 en medio de las presiones globales externas y los choques que aún provoca la inflación, pero los esfuerzos insuficientes por contrarrestar la desigualdad y estimular el comercio intrarregional se constituyen como dos de las principales barreras de cara a los desafíos que enfrentará la región.
“En lo que América Latina todavía no está haciendo lo suficiente es en reconocer que invertir en las personas, invertir en más igualdad en las sociedades, es necesario para que las economías florezcan”, respondió a Bloomberg Línea en Dubái la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
Si bien comentó que países como Colombia lo han estado haciendo “razonablemente bien desde un punto de vista estructural”, Latinoamérica debería entender que “se puede hacer más”.
De acuerdo con un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en la región la población más rica percibe 21 veces más ingresos que los menos favorecidos y el patrimonio de los milmillonarios de la región llegó a los US$453.000 millones corrientes en 2022, US$4.600 millones más que en 2021 y US$56.300 millones más que en 2019.
El otro desafío que Georgieva consideró importante atender tiene que ver con el comercio y las conexiones interregionales, en medio de los choques que afrontó la región por las disrupciones en la cadena de suministro durante la pandemia y posteriormente con los efectos producidos en la guerra en Ucrania.
Para la representante del FMI, una de las principales disyuntivas es que “América Latina no se integra lo suficiente” dentro de la propia región.
“Estuve mirando datos y está muy por debajo del comercio intrarregional que vemos en otras partes del mundo. Así que eliminar las barreras para los países de América Latina, interactuar entre ellos, aprovechar la proximidad, ese es un aspecto en el que se puede hacer más”, ahondó.
Según cifras de la Cepal, el valor de las exportaciones de bienes en América Latina y el Caribe en el primer semestre cayó un 1,7% frente al mismo período de 2022.
En la otra cara, las ventas regionales de servicios crecieron un 17% en ese mismo lapso, gracias al impulso de la recuperación del turismo.
Crecimiento del PIB y tasas de interés: Latinoamérica tendría margen para una política monetaria más moderada
El FMI proyecta que el crecimiento económico en América Latina y el Caribe se modere de 4,1% en 2022 a 2,3% en 2023.
Entre tanto, prevé que “la inflación converja gradualmente hacia los niveles fijados como meta por los bancos centrales”, según su reporte de perspectivas económicas.
En octubre, el Banco Mundial ajustó al alza sus proyecciones de crecimiento del PIB de Latinoamérica y el Caribe para 2023, del 1,4% estimado anteriormente por la oficina del economista jefe de la entidad al 2%.
Si bien el PIB en América Latina es 11% superior a su nivel prepandémico (2019), gracias al impulso particularmente del consumo privado, en Asia Oriental y Meridional este es un 30% superior y en Europa Oriental, aún afectada por la guerra, un 15% por encima.
La ejecutiva, que viajó a los Emiratos Árabes Unidos para participar en la COP28, manifestó que “la mayoría de los países de América Latina han hecho razonablemente bien en reconocer los riesgos de la inflación y en tomar medidas a tiempo”.
“Y es por eso que en muchos países de América Latina la elección de las tasas de interés fue más temprana, así que ya están en un ciclo en el que pueden permitirse buscar una política monetaria más moderada”, respondió a este medio.
Financiamiento climático en Latinoamérica y mercados emergentes
En el marco de la COP28, Georgieva consideró problemático el hecho de que los países emergentes no dispongan de la caja suficiente para invertir en acción climática y por ende manifestó que es clave poder movilizar los recursos necesarios, así como hacer más atractivos a estos mercados para la inversión.
“Así que en ese entorno, es realmente difícil para los mercados emergentes y las economías en desarrollo invertir en la acción climática. Y, sin embargo, si no lo hacen, el mundo estará perdido, porque incluso si Estados Unidos, Europa, Japón y Australia reducen sus emisiones a cero, dos tercios del aumento de las emisiones proceden de los mercados emergentes de rápido crecimiento, de las economías en desarrollo”, advirtió.
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023 se ha aprobado crear un fondo de pérdidas y daños con foco en países más vulnerables ante la crisis climática, el cual estará bajo la gestión del Banco Mundial durante un período provisional de cuatro años.
El fondo, que será operado bajo las condiciones que establezcan los países en desarrollo, comenzará con los aportes financieros de Emiratos Árabes Unidos (US$100 millones); Alemania (US$100 millones); Reino Unido (£40 millones) Estados Unidos (US$17,5 millones) y Japón (US$10 millones).