Bloomberg — Los fiscales acusaron a un exdiplomático estadounidense de espiar para el servicio de inteligencia de Cuba mientras ocupaba altos cargos en embajadas de toda América Latina y en la Casa Blanca, según una denuncia penal.
El fiscal general Merrick Garland calificó en un comunicado los presuntos delitos de Víctor Manuel Rocha como “una de las infiltraciones de mayor alcance y duración en el Gobierno de Estados Unidos por parte de un agente extranjero”.
Rocha, de 73 años, exembajador de EE.UU. en Bolivia, que también estuvo destinado en México, Argentina y otras naciones, actuó como “agente clandestino del gobierno cubano” desde 1981 hasta la actualidad, según una denuncia desvelada el lunes ante el Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito Sur de Florida. Se esperaba que compareciera ante el juez el lunes.
En conversaciones grabadas en secreto, Rocha se jactaba de que el servicio de inteligencia cubano, la Dirección de Inteligencia, le había ayudado a ascender en el cuerpo diplomático estadounidense. Durante la Administración Clinton, fue director de asuntos interamericanos en el Consejo de Seguridad Nacional y pasó a trabajar en La Habana, Buenos Aires y otras capitales.
“Fue un proceso muy meticuloso”, dijo Rocha a un agente encubierto de la Oficina Federal de Investigaciones, según la denuncia. “Sabía exactamente cómo hacerlo y, obviamente, la Dirección me acompañó”.
De ser ciertas, las acciones de Rocha representan un grave fallo de inteligencia de las sucesivas Administraciones estadounidenses durante la Guerra Fría, cuando la Cuba de Fidel Castro era vista como el principal adversario regional de Estados Unidos debido a su alianza con la Unión Soviética.
La acusación sugiere que Rocha proporcionó a Cuba información sobre la política estadounidense gracias a su acceso a material clasificado.
Rocha, nacido en Colombia y nacionalizado estadounidense en 1978, reside actualmente en Miami. Tras dejar el Departamento de Estado, asumió otros cargos, entre ellos el de asesor del comandante del Mando Sur de Estados Unidos, cuya área de responsabilidad incluye Cuba.
Hasta este mes de febrero, Rocha seguía siendo un firme leal a la causa comunista en Cuba y se refirió repetidamente a EE.UU. como el enemigo, según la denuncia.
“Lo que se ha hecho ha fortalecido la revolución”, dijo. “La ha fortalecido inmensamente”.
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