Bloomberg Línea — El Gobierno de Nicaragua retiró el lunes a su embajador en Argentina, el escritor Carlos Midence, ante las “reiteradas declaraciones y expresiones” del presidente electo Javier Milei, quien asumirá el 10 de diciembre.
Milei dijo en agosto a Bloomberg que “nosotros no hacemos pactos con comunistas. Yo no promovería la relaciones con comunistas, ni con Cuba, ni con Venezuela, ni con Corea del Norte, ni con Nicaragua, ni con China”.
El economista de 53 años reafirmó su postura en una entrevista con el periodista peruano Jaime Bayly en noviembre, cuando este le preguntó si de llegar a la Presidencia tendría relaciones diplomáticas con dictaduras comunistas, a lo que contestó “no, se les condena. Se condena y se le retira embajadores a Venezuela, Nicaragua, Cuba, Corea del Norte, Irán y a los autócratas como Rusia”.
Medios nicaragüenses informaron que ni Ortega, ni ningún funcionario de ese país, recibieron invitación para la ceremonia de traspaso de mando en Argentina.
El comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua, firmado por el canciller Denis Moncada, señala que el retiro del embajador Midence se hizo efectivo de forma inmediata.
Sin embargo, antes de retirar a su representante diplomático, el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo saludó a Milei en su triunfo en las elecciones frente a Sergio Massa.
“Somos defensores de los principios de no intervención, respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos. En correspondencia con la decisión del pueblo argentino de elegir a su presidente, felicitamos al presidente Electo, Javier Milei, con nuestros deseos de bienestar para las nobles familias argentinas”, se leía en el comunicado que el gobierno nicaragüense emitió entonces.
La relación entre Managua y Buenos Aires
Desde su retorno al poder en 2007, Ortega mantuvo buenas relaciones con Néstor Kirchner (2003-2007) y luego con Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015). No obstante, la relación cambió durante el mandado de Alberto Fernández, luego de varios distanciamientos.
En septiembre de 2021, Nicaragua rechazó la aspiración Argentina de asumir la presidencia pro-tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), tras alegar que el país interfirió en sus “asuntos internos” al criticar la detención de opositores al gobierno de Ortega.
“El gobierno de Argentina se convirtió en instrumento del imperialismo norteamericano subordinándose a sus intereses hegemónicos”, reclamó el gobierno de Ortega, al decir que Argentina “se ha atrevido a interferir” en sus asuntos, “haciendo publicidad política propia, interviniendo, vulgar y ofensivamente, en clara e insultante sintonía con los yanquis”.
Sin embargo, en diciembre de ese año, Argentina se abstuvo de condenar las violaciones a los derechos humanos de Nicaragua, en una votación clave de la Organización de Estados Americanos (OEA), que declaró que en ese país no se cumplía la Carta Democrática y, al mismo tiempo, exigía la libertad de los presos políticos y la realización de elecciones limpias, libres y transparentes.
En ese momento, la Cancillería argentina explicó que su decisión se debía a que el proyecto de resolución sobre la situación en Nicaragua resultaba “improcedente” y que invocaba “distintos estándares internacionales que no son válidos como exigencias a ningún país, más allá de que alguno pueda haberlos adoptado en su legislación interna”.
En reacción a esa votación de la OEA, Nicaragua solicitó su salida del organismo regional, una petición que se oficializó el 19 de noviembre de 2023.
Otro impase diplomático entre países ocurrió cuando la Cancillería argentina envió una nota verbal de queja a la Embajada de la República de Nicaragua en relación a la presencia del iraní Mohsen Rezaee en la ceremonia de asunción del Ortega, que tuvo lugar el 10 de enero de 2022.
Sobre Rezaee, quien entonces era vicepresidente de Irán para Asuntos Económicos, pesa una orden de detención internacional, librada por la Justicia argentina, en tanto se encuentra imputado en el marco de la causa que investiga el atentado terrorista que costó la vida de 85 ciudadanos argentinos y cientos de heridos, el 18 de julio de 1994.
