En septiembre de este año, pusimos en marcha el primer buque propulsado por metanol demostrando que el camino hacia la descarbonización del transporte marítimo es posible. “Laura Maersk” es prueba evidente de que la tecnología disponible para hacer la transición, y actualmente, la industria, ha seguido el ejemplo con más de 100 buques que utilizan metanol en la orden de pedidos.
Sin embargo, el transporte marítimo constituye sólo un componente dentro de una red más compleja que abarca el ámbito de la logística. De acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía, el transporte representa más de un tercio de las emisiones de CO2 procedentes de los sectores de consumo final. En un mundo en constante cambio, el sector de la logística se ha convertido en un elemento esencial hacia la limitación de la crisis climática y abrir el camino hacia un futuro sostenible.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el 68% de los ciudadanos de América Latina consideran que el cambio climático es una amenaza muy grave para su país en los próximos 20 años. Los consumidores solicitan cadenas de suministro más sostenibles, lo que impulsa a las empresas y proveedores logísticos a encontrar formas innovadoras de descarbonizar sus operaciones. La sostenibilidad se ha incorporado a las estrategias de muchas empresas, que ahora no sólo tienen en cuenta sus propias emisiones, sino también las de sus proveedores y prestadores de servicios.
Con el aumento de la demanda de los clientes, los objetivos mundiales, la presión de los reguladores, los inversores y las nuevas leyes ecológicas sobre la cadena de suministro, la logística sostenible es una necesidad para las empresas. Asimismo, la gestión sensata de los proveedores de carbono, junto con el precio y el plazo de entrega, se está convirtiendo en una ventaja decisiva para las empresas.
Sin embargo, los retos para descarbonizar el sector logístico son diferentes. Las operaciones terrestres dependen de las reglamentaciones locales, los socios y los proveedores y tecnologías disponibles en las regiones. Latinoamérica es una potencia sin explotar en la transición energética mundial, especialmente en la transformación de las cadenas de suministro. Según la Agencia Internacional de la Energía, la región tiene un vasto potencial de energías renovables, combustibles fósiles que constituyen sólo dos tercios de su combinación energética, notablemente por debajo del promedio mundial. Las energías renovables, en particular hidroeléctricas, representan el 60% de la electricidad, lo que convierte a América Latina en un centro prometedor para la producción de energía limpia. La diversidad geográfica y climática junto con extensas costas, posiciona a países como México, Chile, Colombia y Brasil como candidatos ideales para el desarrollo de energía solar y eólica. Aprovechar estos recursos mediante políticas estratégicas podría impulsar a América Latina hacia un papel central en iniciativas de energías renovables, catalizando la industria logística hacia la sostenibilidad y la descarbonización global.
Un socio estratégico en la ruta hacia la descarbonización de las cadenas de suministro
En Maersk, hemos fijado unos objetivos de emisiones ambiciosos para adecuar nuestra empresa a la Science Based TargetsInitiative (iniciativa de Objetivos Basados en Ciencia), SBTi por sus siglas en inglés. Estos objetivos incluyen el compromiso de proporcionar a los clientes soluciones integrales 100% ecológicas para 2040, incluyendo objetivos a corto plazo para liderar el sector con ofertas ecológicas en una amplia gama de nuestro portafolio de productos para 2040.
En Latinoamérica, establecimos un programa para expandir nuestra presencia, no sin antes centrarnos en los principales productos que emiten emisiones -transporte terrestre, logística de contratación, cadena de frío, aérea- y ofrecer productos que ofrezcan transparencia sobre las emisiones respecto a la cadena de suministro de nuestros clientes. Elaborar hojas de ruta claras y el desarrollo previsto de productos ecológicos será necesario para aplicar los mecanismos de descarbonización en la región.
Todas las nuevas instalaciones y las ya existentes estudiarán implantar tecnologías energéticamente eficientes y conseguir los certificados sostenibles LEED Gold (Oro) o BREEAM Excellent (Excepcional). También estamos comprometidos con la transición de los equipos de nuestras instalaciones eléctricas y a utilizar fuentes de energía renovables. Por ejemplo, nuestro nuevo centro de cumplimiento de Cajamar en Brasil cuenta con la certificación LEED Platino e incluye paneles solares en el techo, recuperación del agua procedente de la lluvia gestión de residuos, aislamiento térmico de fieltro y equipo de manipulación de materiales de baterías de litio. Nuestras nuevas instalaciones inauguradas este año en Chile, Perú, Colombia y Panamá están equipadas con autoelevadores totalmente electrificados con baterías de litio e iluminación LED.
En una región con una rica diversidad de exportaciones de productos perecederos, también estamos ampliando nuestra presencia en instalaciones de cadena de frío. Lideramos la logística sostenible incorporando refrigerantes naturales como dióxido de carbono (CO2) y amoníaco en nuestras instalaciones de almacenamiento en frío. Estos refrigerantes presentan una alternativa más sostenible que los refrigerantes convencionales, con un menor potencial de calentamiento global.
Descarbonizar el transporte terrestre mediante camiones eléctricos de carga y crear una infraestructura de estaciones de carga beneficia a las cadenas de suministro y a las comunidades. Para lograr un transporte terrestre neutro con el clima, estamos dando prioridad a la electrificación del transporte pesado en colaboración con clientes empleando electricidad 100% renovable, así como identificando oportunidades puntuales de reducción de emisiones dentro del cambio de modalidad (modal shift). Recientemente hemos llevado a cabo dos proyectos piloto de vehículos eléctricos para clientes en Brasil.
Desde 2021, también ofrecemos una solución ferroviaria con una estación y depósito situados a 30 km de la principal zona de producción frutícola de Chile. El tren puede transportar mercancías equivalentes a 31 camiones reduciendo las emisiones de CO2 en torno a un 70%. Utilizando esta misma solución ferroviaria, nos asociamos con Nestlé Purina en esta ruta más eficiente desde el punto de vista energético, reduciendo la congestión, fomentando el crecimiento de las comunidades vecinas y garantizando la exactitud de los plazos de entrega al puerto.
Con más de dos tercios de nuestros 200 principales clientes se han marcado objetivos netos cero o (SBTi), hacer frente a las emisiones de nuestra cadena de valor de logística y servicios es una prioridad clave para Maersk. Estamos firmemente comprometidos a no sólo a escalar nuestras operaciones, sino también a forjar valiosas alianzas en la búsqueda de explorar opciones sostenibles en América Latina para satisfacer la creciente demanda de nuestros clientes por una logística verdaderamente integrada, de principio a fin y respetuosa con el medio ambiente.
Acerca de Antonio Domínguez:
Director de Maersk para América Latina
Antonio Domínguez es un profesional panameño con más de 25 años de experiencia en la industria logística en la cual ha ocupado posiciones en Europa, Asia, Norteamérica y más extensamente en Latinoamérica. El Sr. Domínguez posee una licenciatura en Administración de Empresas y Economía de la Universidad de Kansas como becario Fulbright y una maestría en Administración de Empresas con énfasis en mercadeo de la ULACIT, además de cursos ejecutivos en logística y liderazgo de la Escuela de Negocios de Harvard y del Institute for Management Development (IMD) Lausanne, Suiza. Actualmente, está a cargo de 40 países que integran la región de Maersk América Latina y el Caribe, luego de una exitosa gestión en el área de Centro América, Andina y El Caribe de 2019 a 2023.