Bloomberg Línea — El Departamento del Tesoro sancionó este viernes al extitular del ahora extinto Centro de Gobierno de Guatemala, Luis Miguel Martínez Morales, por sus vínculos en actos de corrupción, incluyendo su participación en esquemas de soborno relacionados con contratos gubernamentales.
A través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), el gobierno estadounidense informó en un comunicado que la sanción de Martínez se basa en la Ley Global Magnitsky de Rendición de Cuentas en materia de Derechos Humanos, la cual se dirige a los autores de “graves abusos contra los derechos humanos y corrupción en todo el mundo”.
Como consecuencia, todos los bienes e intereses de Martínez que estén en los Estados Unidos o en posesión o control de estadounidenses están bloqueados y deben ser reportados a la OFAC.
La ley Global Magnitsky trata de imponer consecuencias tangibles y significativas a quienes cometen graves violaciones de los derechos humanos o participan en actos de corrupción, así como de proteger el sistema financiero de los EE.UU. de los abusos cometidos por esas mismas personas.
La influencia de Miguel Martínez en el gobierno
Al exdirector de la Comisión Presidencial del Centro de Gobierno se le señala de buscar “aprovechar su posición privilegiada para beneficio personal a expensas del pueblo guatemalteco”, dijo el subsecretario de Terrorismo e Inteligencia Financiera del Departamento del Tesoro, Brian E. Nelson. “El gobierno de Estados Unidos continuará responsabilizando a las personas cuyos esquemas corruptos socavan la democracia y dañan a las poblaciones de todo el mundo”.
El extinto Centro de Gobierno era “una poderosa agencia” a nivel de cuasi gabinete creada por el presidente guatemalteco Alejandro Giammattei al inicio de su administración, la cual el mandatario, quien entregará el poder el 14 de enero próximo, se vio obligado a cerrar en diciembre de 2020 tras la reacción violenta al creciente poder de Martínez en el gobierno.
El gobierno estadounidense señaló que durante su tiempo al frente del Centro de Gobierno, Martínez fue considerado uno de los funcionarios no electos más poderosos del gobierno y si bien, actualmente no ocupa un cargo en el gobierno, Martínez sigue siendo una de las personas más influyentes en la administración de Giammattei.
El exfuncionario influyó en el proceso de contratos gubernamentales para beneficiarse a sí mismo y a sus asociados cercanos y se confabuló con otros funcionarios del gobierno para adjudicar ilegalmente contratos a licitadores favorecidos fuera de Guatecompras, el sistema formal de adquisiciones del gobierno guatemalteco, según el Departamento de Estado,
Martínez y sus cómplices utilizaron la antigua ley de adquisiciones para renunciar al proceso de licitación y asegurar contratos gubernamentales para empresas en las que tiene un interés financiero.
En 2021, Martínez solicitó grandes sobornos para facilitar la compra de las vacunas rusas Sputnik V por parte del Gobierno de Guatemala. La agencia especial anticorrupción de Guatemala lo investigó por su papel en un polémico pago vinculado a la compra de 16 millones de dosis de vacunas rusas Sputnik V contra la Covid-19 por parte del gobierno guatemalteco.
Medios guatemaltecos difundieron una captura de la cuenta privada del Instagram del exfuncionario minutos después de informarse sobre la sanción que le impuso el gobierno estadounidense, en la que dijo sentirse “orgulloso de haber pertenecido al mejor gobierno de la historia”.