Ejecutivos del hub financiero de Brasil demandan más servicios de fitness y salud mental

Los ejecutivos buscan cada vez más entrenamientos para mejorar su salud física y su rendimiento profesional, reducir el estrés y mejorar la salud mental, dicen los entrenadores

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Bloomberg Línea — Ejecutivos y profesionales del hub financiero de Brasil, el área de la Avenida Faria Lima, en São Paulo, buscan cada vez más servicios de consultoría de fitness que vayan más allá del acondicionamiento físico y la redefinición corporal: el fortalecimiento de la salud mental para lidiar con el estrés profesional y las ansiedades del día a día están en aumento, según entrenadores escuchados por Bloomberg Línea.

El movimiento ocurre en paralelo a la expansión del segmento de fitness en el país, con plataformas de bienestar más amplias como Gympass, ClassPass y TotalPass, entre otras.

El mercado fitness mueve unos US$2.000 millones al año en Brasil, según una estimación de la IHRSA (International Health Racquet & Sportsclub Association), asociación de empresas del sector.

Bloomberg Línea habló con profesionales del fitness especializados en el público de altos ingresos del mercado financiero, que detallaron las particularidades de la oferta y la demanda de estos servicios.

Los clientes de rentas altas ya no sólo quieren un entrenamiento para ganar músculos. Quieren un cambio de estilo de vida”, explica el entrenador personal Fernando Fio, que atiende a clientes del área de Faria Lima y fue luchador de artes marciales. Dijo que no puede revelar nombres debido a la confidencialidad de su profesión.

Él contó que asesora online y presencialmente a ejecutivos y empresarios interesados en adelgazar y en entrenamiento personalizado.

“Trabajo con empresarios que tienen un gimnasio en casa y que me contratan para elaborar planes de entrenamiento. Les advierto que mi trabajo es cambiar la mentalidad del alumno. No ofrezco soluciones milagrosas. Hay que entender el camino”, explica el entrenador de 38 años.

El educador físico y maratoniano Eduardo Rocha, CEO de la clínica Movimente Reabilitação, también señaló el aumento de la demanda de entrenamiento físico personalizado para ayudar a tratar la ansiedad, la depresión y los trastornos del sueño, entre otras demandas.

“No me ocupo sólo de la parte física, sino también de la mental. Mi método es terapéutico. Utilizo la psicología del deporte para mejorar el rendimiento. Soy profesor de ajedrez, lo que ayuda a los pacientes a planificar mejor sus pasos, mejorar su estrategia, su toma de decisiones y sus habilidades cognitivas”, explica este profesional, que asegura que ya ha atendido a empresarios de alto nivel.

“Uno de los perfiles de mis pacientes en Faria Lima es el del hombre joven, guapo, rico, que tiene un piso de ensueño, está casado, tiene su primer hijo, pero aún no sabe cómo lidiar con su impulsividad. Utilizo el ejercicio físico y el ajedrez para mejorar su salud mental”, explica Rocha.

El CEO de la clínica también describió otro perfil frecuente que acude a su clínica en el área del centro comercial JK Iguatemi, cercano de Faria Lima.

“Hay pacientes seniors, de más de 60 años, que están en proceso de traspasar la empresa a su hijo, de dejar de ser líderes, pero que buscan llenar la sensación de ‘nido vacío’”, explicó el educador físico, que dijo estar también especializado en drogodependencias y haber desarrollado una metodología de rehabilitación física para pacientes en contexto de desequilibrio neuroquímico-psiquiátrico.

Un mercado en expansión

El surgimiento de profesionales como Rocha refleja un fenómeno de mercado más amplio. Brasil cuenta con más de 33.500 gimnasios activos. Según un estudio de la consultora Cortex, publicado en julio, 32.011 son pequeños y medianos establecimientos del sector.

El total de 33.563 gimnasios incluye las unidades de algunas de las mayores cadenas nacionales, como SmartFit (1.323 unidades en total), Bluefit (133) y Bodytech (96), según un cálculo de Bloomberg Línea basado en los datos divulgados por estas empresas.

El país es la segunda nación con más gimnasios, detrás de los EE.UU. (40.000).

Los estados de São Paulo (6.496 unidades), Minas Gerais (3.684) y Río de Janeiro (2.098) son los que poseen más unidades en Brasil, según la encuesta de Cortex.

Existe también el segmento de fitness de lujo, que adopta el modelo de negocio de gimnasio boutique, como Les Cinq Gym, en São Paulo, y O2 Fitness, en Brasília, con atención personalizada. Cia Athletica, Bio Ritmo y Bodytech son otras cadenas dirigidas al público de renta alta.

Con la creciente demanda de servicios de fitness, el segmento ha atraído fondos de grandes inversores institucionales, como se vio en agosto, cuando Gympass recibió una inversión de US$85 millones en una ronda liderada por la gestora sueca EQT Growth y la estadounidense General Atlantic.

A finales de 2022, la plataforma de beneficios de bienestar corporativo adquirió la app Trainiac para entrenamiento online con entrenadores personales. En Brasil, en octubre, Mubadala Capital, el brazo inversor del fondo soberano de Abu Dabi, se hizo con la cadena de gimnasios Bluefit.

Presencial u online

El entrenador Marco Rebucci, influencer fitness con más de 250.000 seguidores en Instagram, asegura que las peticiones de entrenamiento más frecuentes de los ejecutivos que encargan su asesoría online son ejercicios específicos para la definición muscular y la pérdida de peso.

“Los alumnos quieren una figura delgada y definida en pocos meses, cómo perder grasa localizada sin perder masa muscular. Yo ayudo en esta transformación”, explica Rebucci, que antes trabajaba en la cadena de gimnasios Reebok Sports Club de São Paulo, dirigida al público de renta alta. El entrenador personal, licenciado en educación física y especializado en pérdida de peso y definición muscular, afirma que el público de renta alta prefiere la presencia de un profesional que le oriente durante el entrenamiento. “Antes trabajaba con clases presenciales, pero hoy hago consultoría online en vivo”.

Según él, los ejecutivos son más exigentes en cuanto al servicio.

“Hay que saber comunicarse bien y estar siempre bien vestido, con una ducha antes de cada clase. Eso marca la diferencia para un estudiante de este nivel. Además, los ejecutivos son más propensos a cancelar las clases porque sus agendas están más apretadas. Si hay una reunión de última hora o un viaje para cerrar un contrato, te avisarán con poca antelación de que no van a poder asistir”, dice Rebucci.

Necesidades y precios

La tarifa de los entrenadores de ejecutivos varía en función de las necesidades de los alumnos. Fernando Fio dice que su programa de tres meses oscila entre 3.000 y 7.000 reales (US$610 y US$1.423, respectivamente), según el tipo de servicio (online, presencial o mixto) y la frecuencia (de dos a cuatro veces por semana).

Eduardo Rocha, por su parte, cobra 700 reales (US$142) por una hora de asistencia, en caso de desplazamiento al extranjero. Cuenta con un equipo de asistentes, centrados en el seguimiento de los entrenamientos indicados por fichas personalizadas, con precios entre 250 y 350 reales (US$51 y US$71 respectivamente) por hora. “Tenemos paquetes mensuales por 1.000 reales (US$203)”.

Dijo que tiene asociaciones con psicólogos, psiquiatras, endocrinólogos, cardiólogos y nutricionistas en el área de Faria Lima, que derivan a su clínica pacientes diagnosticados con obesidad, insomnio, depresión, compulsión, ansiedad o impulsividad para que prueben el entrenamiento físico para aliviar sus síntomas.

“Hago un mapa del día del paciente para entender la dinámica de su vida. A veces descubro a personas con alto poder adquisitivo que llevan más de tres años sin hacerse un chequeo médico”, explica Rocha, que cuenta con un equipo multidisciplinar formado por profesionales de la educación física, la nutrición, la fisioterapia, el yoga y la meditación.

Hay casos en los que el entrenador personal está más cerca de la familia. Fernando Fio dijo que los estudiantes que son empresarios prefieren entrenar en sus propios gimnasios domésticos, lo que requiere la presencia de un educador físico que acompañe sus ejercicios.

Rocha también ha tenido que viajar al extranjero a petición de los pacientes, donde ha cobrado tarifas diarias de hasta 3.500 reales (US$711).

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