Todo lo que necesitas saber sobre la lucha por el futuro de OpenAI

El viernes, un comunicado algo vago de la junta de OpenAI decía que Sam Altman era cesado como CEO porque “no fue coherentemente sincero en sus comunicaciones con la junta”. Desde entonces se desató una polémica

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Bloomberg — OpenAI, creadora de ChatGPT, desató el viernes una tormenta de polémica y especulaciones con la destitución de su cofundador y CEO, Sam Altman. La noticia conmocionó a inversores, socios y empleados y ha dejado a la startup de inteligencia artificial más importante del mundo en una situación precaria.

Esto es lo que hay que saber:

¿Por qué es tan importante OpenAI?

La empresa de San Francisco lanzó ChatGPT hace un año y el chatbot de IA cuenta ya con 100 millones de usuarios semanales. El enorme éxito de ChatGPT desencadenó un maremoto de inversiones en IA generativa e impulsó la inteligencia artificial a la conciencia general. La tecnología de OpenAI también se ha convertido en la referencia para una creciente lista de empresas rivales de IA en todo el mundo.

OpenAI estaba valorada en unos US$86.000 millones en una oferta pública de adquisición que estaba a punto de concluir en los días previos a la salida de Altman. Esa venta de acciones pende ahora de un hilo. La estrecha relación de OpenAI con Microsoft Corp. (MSFT), que posee una participación de aproximadamente el 49% en OpenAI y es su principal proveedor de potencia de cálculo, no hace sino aumentar la importancia de la empresa en el sector. Las acciones de Microsoft se han movido como respuesta a los giros y cambios en el liderazgo de OpenAI.

¿Qué acaba de ocurrir en OpenAI?

El viernes, un comunicado algo vago de la junta de OpenAI decía que Altman era cesado como CEO porque “no fue coherentemente sincero en sus comunicaciones con la junta”. Greg Brockman, otro cofundador, fue degradado de la junta y renunció en protesta. Ambos hombres regresaron el domingo para intentar negociar su regreso a OpenAI, condicionado en parte a la sustitución de los actuales miembros del consejo. Los inversores y altos ejecutivos de OpenAI también presionaron para que Altman fuera readmitido.

En su lugar, el consejo de OpenAI nombró al cofundador de Twitch y antiguo jefe Emmett Shear su segundo CEO interino, después de que el primero -la directora de tecnología Mira Murati- abogara a favor de que Altman y Brockman volvieran a la empresa. El jefe de Microsoft, Satya Nadella, dijo entonces que Altman y Brockman dirigirían un nuevo grupo interno de investigación de IA en la compañía de software de US$2,8 billones. Desde entonces, casi todos los empleados de OpenAI han amenazado con renunciar y unirse a Microsoft a menos que Altman sea readmitido y la junta directiva dimita.

¿Qué quieren las facciones rivales?

Altman ha sido la figura que ha impulsado a OpenAI desde sus orígenes como organización sin ánimo de lucro hasta convertirse en una marca mundialmente conocida asociada a la vanguardia de la investigación en IA. Pero Altman también se ha enfrentado a los miembros de su junta directiva por la rapidez con la que se debe desarrollar la IA generativa, la forma de comercializar los productos y las medidas necesarias para reducir sus posibles daños al público, según han declarado personas conocedoras del asunto. En particular, el consejo de administración no ha hecho ninguna declaración pública adicional que aclare el motivo de la marcha de Altman.

Para Microsoft, OpenAI es la clave de su estrategia de IA. Nadella ha señalado que estaría encantado con Altman y su equipo, ya sea dentro de Microsoft o volviendo a OpenAI, siempre y cuando pueda seguir contando con la fuerza colectiva de experiencia e investigación que tenía la semana pasada por estas fechas. Otras empresas del sector, como Nvidia Corp. (NVDA) y Salesforce Inc., ya se han ofrecido a contratar a los inquietos ingenieros de software de OpenAI. El talento en IA es el recurso más escaso de la industria, después de los chips aceleradores de Nvidia, que son el estándar de oro.

¿Por qué algunos creen que la tecnología de OpenAI puede ser peligrosa?

Por la misma razón por la que les preocupa que la IA en general suponga una amenaza. Existe el temor generalizado de que el desarrollo precipitado de una IA capaz de aprender y mejorar sin ayuda humana pueda dar lugar a una inteligencia que se salga de nuestro control colectivo. Sin embargo, es probable que la tecnología siga estando muy lejos de este escenario teórico. La gente también está trabajando para comprender todas las implicaciones de los ordenadores más inteligentes que pueden aumentar o desplazar puestos de trabajo, hacer predicciones precisas sobre el futuro y simular el razonamiento y la conversación humanos.

¿Cómo refleja la agitación de OpenAI el debate más amplio sobre la IA?

Aunque todavía no tenemos una explicación completa de las razones de la junta para cesar a Altman, el cisma sobre el ritmo de comercialización parece haber sido una cuestión clave. Esto ha ocurrido en otros ámbitos. Google, por ejemplo, aboga desde hace tiempo por un enfoque lento y prudente, lo que le hizo parecer un rezagado cuando OpenAI causó sensación con ChatGPT, a pesar de llevar más de una década invirtiendo e investigando en IA.

Han surgido etiquetas como “aceleracionista” y “segurista”, que trazan líneas divisorias en torno a lo optimista que es el punto de vista de una persona sobre los posibles beneficios y perjuicios de la IA. Algunos “aceleracionistas” sostienen que Estados Unidos debe avanzar lo más rápido posible para evitar ser adelantado por China, cuya inversión y trabajo en IA son “asombrosos de ver”, según Sundar Pichai, CEO de Google.

¿Por qué la gente quiere que Altman vuelva a OpenAI?

Ha desempeñado un papel decisivo a la hora de elevar el perfil de OpenAI y negociar el acuerdo multimillonario con Microsoft que dotó a la empresa de los recursos técnicos que necesitaba. Su experiencia en la aceleradora de startups Y Combinator y su relación con los círculos de capital riesgo de Silicon Valley también le sitúan en una buena posición para dirigir la empresa en su búsqueda de nuevas inversiones y apoyo.

La oferta pública de adquisición de US$86.000 millones, liderada por Thrive Capital, aún no se ha cancelado por completo, pero ahora parece supeditada al regreso de Altman y a la restauración de OpenAI al negocio que era antes del drástico cambio del viernes.

¿Qué le espera a la inteligencia artificial?

Esta novedosa tecnología es objeto de exámenes y consideraciones normativas en todo el mundo, y el Reino Unido ha organizado recientemente una conferencia internacional para debatir los enfoques adecuados para su adopción. Empresas privadas y organismos gubernamentales están negociando cómo mitigar los posibles daños sin ahogar la innovación. Incluso en China, donde Pekín ha sido el primero en adoptar un conjunto definido de estipulaciones sobre el uso de la IA, el planteamiento es consciente de los beneficios y las ventajas competitivas de liderar esta tecnología.

En cuanto al desarrollo y los usos de la IA, ahora mismo la tarea de la mayoría consiste en adquirir la mayor potencia informática posible para entrenar grandes modelos fundacionales. Lo siguiente en la agenda será la optimización y la especialización. Antes del caos de la semana pasada, OpenAI estaba trabajando en el desarrollo de “agentes” de IA que puedan realizar tareas más complejas para los usuarios.

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