Prevén que los bancos centrales latinoamericanos sigan “conservadores” en 2024

Las economías de la región utilizan el diferencial de tipos de interés por sobre lo que sucede en Estados Unidos para evitar una depreciación de sus monedas y embates inflacionarios

Signage is displayed on the exterior of Mexico's central bank, the Banco de Mexico, in Mexico City, Mexico, on Tuesday, March 15, 2016. Mexico is scheduled to announce a decision on changing its overnight lending rate on March 18. Photographer: Susana Gonzalez/Bloomberg
21 de noviembre, 2023 | 07:35 AM

Buenos Aires — Los bancos centrales de América Latina fueron de los primeros en subir las tasas de interés en el período pospandémico, aunque muchos de ellos ya empezaron a desandar ese camino (Brasil, Chile, Perú, Uruguay, Paraguay), mientras otros siguen esperando para dar el paso (como México o Colombia). Pese a las divergencias hay algo de lo que están seguros los analistas de la región: los bancos centrales seguirán optando por un diferencial de tasas positivo en relación a Estados Unidos, para no arriesgarse a un salto cambiario que azuce el fantasma de la inflación.

Esperamos que los bancos centrales apliquen recortes moderados de los tipos a lo largo de 2024, y que el ritmo y la profundidad de los recortes dependan de los avances en el frente de la desinflación, de la evolución del equilibrio general de riesgos y de las condiciones monetarias y financieras mundiales”, sostiene un informe del banco de inversiones estadounidense Goldman Sachs.

Según el documento, Goldman Sachs aguarda que los bancos centrales regionales sigan siendo conservadores, debido a los siguientes factores:

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  • Expectativa de una inflación aún por encima del objetivo, en particular la subyacente y la de servicios
  • Mercados laborales tensos
  • Elevado crecimiento de los salarios reales
  • Limitada holgura económica
  • Rendimientos subyacentes mundiales más altos durante más tiempo y, en varios lugares
  • Un apoyo inadecuado de la política fiscal
  • Elevadas primas de riesgo político, fiscal y normativo.

Por último, Goldman Sachs concluye: “En general, se espera que las condiciones financieras y las tasas reales ex-ante se mantengan por encima de la neutralidad en todo el panorama latinoamericano”.

Respecto del caso particular de México, Goldman Sachs puntualiza: “Se espera que el Banco de México espere hasta finales del primer trimestre de 2024, posiblemente más tarde, para aplicar el primer recorte de tasas”.

Diferencia entre semestres

Jorge Ángel Harker, asesor de temas internacionales de Adcap Grupo Financiero, anticipó que América Latina va a tener un escenario de tasas reales positivas en el primer semestre, “es algo que daría por descontado”, expresó.

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El problema, sostuvo Harker, es que si la economía de Estados Unidos se desacelera y se recorten las tasas, una desaceleración global puede a golpear varios países de la región.

Harker reflexionó además: “Creemos que esa tendencia a la baja de tasas, de todas formas, se va a mantener, por lo menos en el primer semestre del 2024, y que con la desaceleración de las economías desarrolladas va a haber un poco de pausa en las presiones inflacionarias locales. Y esto le va a permitir a los bancos centrales tener un poco más de calma a la hora de reaccionar y poder bajar las tasas sin necesidad de irse agresivamente, a menos que se presente una situación estilo pandemia, donde los bancos centrales tuvieron que actuar de una forma supremamente agresiva”.

“En resumen, creemos que las economías latinoamericanas van a tener un primer semestre con tasas reales positivas; para el segundo semestre ya miraremos qué tan profunda es la desaceleración en Estados Unidos, si al final se da el soft landing o si viene un hard landing, y dependiendo de eso, los bancos centrales reaccionarán acordemente”.

Argentina, un caso aparte

A pesar de ser una de las principales economías de la región, los analistas no suelen incluir a la Argentina en este bloque de países que actúan de determinada forma en materia financiera, ya que allí los desequilibrios macroeconómicos y financieros son de otra índole.

El país convive con una inflación superior al 140% anual y creciendo, por lo que las tasas del banco central se ubican en 133% nominal anual (253,31% de tasa efectiva). Lo que pueda pasar allí en 2024 es, además, una incógnita y dependerá en buena parte de si en la segunda vuelta electoral del domingo 24 de noviembre se impone el libertario Javier Milei o el peronista y actual ministro de Economía, Sergio Massa.