Bogotá — Un total de 94.733 hectáreas (ha) se destinaron en Colombia a la explotación de oro de aluvión (EVOA) en el 2022, de las que el 73% se clasifican como de explotación ilícita (69.123 ha), lo que significó un aumento de 5.000 ha en relación con el año anterior, concluyó un reporte divulgado este martes por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
“La explotación ilícita de oro genera impactos ambientales significativos que incluye deforestación, contaminación de agua por el uso de mercurio y cianuro para extraer el mineral, destrucción de hábitats acuáticos y cambio en el curso de los ríos, frente a lo cual se requieren medidas para frenar la explotación ilícita y fomentar prácticas mineras sostenibles y responsables”, señaló la UNODC.
El monitoreo de la explotación de oro de aluvión en tierra da cuenta que desde el 2014 se ha registrado una pérdida de 54.356 ha de coberturas de vegetación primaria y secundaria (porte arbóreo).
Solo entre 2021 y 2022 se perdieron 11.014 ha de alto valor ambiental (vegetación primaria, vegetación secundaria, y rastrojos altos y bajos) y la mayor parte de este impacto se concentra en Chocó, Nariño, Valle del Cauca, Cauca y Urabá Antioqueño.
El Informe de Explotación de Oro de Aluvión (EVOA) 2022 señala que si bien se redujo el área total detectada en relación con el año anterior, cuando se registraron 98.567 ha, la explotación ilícita se incrementó en medio de aumento de la demanda mundial de oro.
De acuerdo a cifras de la Agencia Nacional de Minería (ANM), en el periodo 2017-2022 el oro colombiano representó cerca del 1,5 % de la producción mundial.
En el país sudamericano, la mitad de la producción de oro proviene de la minería de subsistencia. Entre 2021 y 2022 se reportó una producción de oro en Colombia de 55,3 t en promedio y los departamentos que más contribuyeron a estas cuentas fueron Antioquia y Chocó.
“La demanda mundial impulsa la producción de oro, pero también la explotación ilícita, actividad de extracción que se realiza de manera ilegal o sin cumplir con las regulaciones y normas establecidas por las autoridades gubernamentales”, subrayó UNODC.
De las áreas de explotación de oro de aluvión, el 21% cuenta con los permisos técnicos y/o ambientales y el 6 % se encuentran en tránsito a la legalidad.
Entre tanto, la mayor parte de la explotación ilícita se concentra históricamente en Chocó (54.263 ha) y Antioquia (37.843 ha). Ambos departamentos representaron el 72 % del total bajo explotación ilícita entre 2014-2022.
La relación entre extracción ilícita de oro y cultivos de coca
De los 101 municipios colombianos con explotación de oro de aluvión, en 76 se registró la siembra de cultivos de coca, seis más que en el período anterior.
En 2021, la cantidad de coca reportada en estos municipios llegó a las 110.767 ha, lo que representó un 54 % del total nacional.
Del total del territorio afectado por cultivos de coca y presencia de EVOA en tierra, el 87% de la EVOA detectada se encuentra bajo la categoría de explotación ilícita y se encuentra en mayor magnitud en los departamentos de Antioquia, Nariño y Cauca.
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Además, dice el informe, “de los 10 municipios con más EVOA en tierra en el 2022, ocho reportaron cultivos de coca en el 2022″.
De estos, cuatro se localizan en Antioquia: Cáceres, Zaragoza, Nechí y El Bagre y cuatro en Chocó: Nóvita, Istmina, El Cantón de San Pablo y Río Quito.
“Existen factores estructurales como la persistencia de la vulnerabilidad territorial y el aumento de los actores ilegales del narcotráfico que impulsan el crecimiento de los cultivos ilícitos. Estos mismos factores inciden en el incremento de otras actividades ilegales, tales como la explotación ilícita de minerales; situación que explica el incremento en la confluencia de territorios con cultivos de coca y EVOA durante este último periodo”, dice el documento.
Zonas de Reserva Forestal, golpeadas por el daño ambiental de la extracción ilícita de oro
UNODC advirtió que en el Valle del Cauca y Guainía más del 95 % (consolidado departamental) de las EVOA son de explotación ilícita y coinciden con zonas excluibles de la minería, territorios de protección y conservación del patrimonio natural.
Según se precisa en el documento, “las zonas excluibles de la minería corresponden a territorios de protección y desarrollo de recursos naturales renovables y ambientales en los que la ley determina que no se podrán ejecutar obras de exploración y explotación minera”.
Solo en el 2022 se identificaron 46.550 ha de EVOA en tierra en zonas excluibles de la minería (49 % del total nacional) y la mayoría de estas se localizan en Zonas de Reserva Forestal.
De hecho, llama la atención el hecho de que un 76% de la actividad en zonas excluibles se produjo en la Reserva Forestal del Pacífico, dentro del llamado “Chocó Biogeográfico”, el 24 % en la Reserva Forestal del Magdalena y el 0,5 % en la Reserva Forestal de la Amazonía.
Desde UNODC advierten que la situación requiere de seguimientos y acciones concretas por parte del Estado “para fomentar buenas prácticas mineras, pero también desestructurar las estructuras criminales”.
“Es importante conducir estudios más localizados acerca de las dinámicas de la actividad minera de oro aluvión en los departamentos de Antioquia y Chocó, que registran una histórica concentración de EVOA y poseen dinámicas particulares que podrían dar herramientas para el control de la minera bajo explotación ilícita, como a su vez el fomento de buenas prácticas mineras y formalización de mineros a pequeña escala”, señalaron los autores del documento.