Bloomberg — La compañía Petroleo Brasileiro SA (PETR4), controlada por el Estado, está recibiendo cada vez más presiones para que reajuste su estrategia de precios e inversiones, al tiempo que aumenta el malestar con la gestión de su CEO, Jean Paul Prates, en el seno del Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, según fuentes al tanto de la situación.
El presidente Lula y varios miembros de su gobierno han instado a Prates y a la petrolera Petrobras a alinearse más de cerca con los objetivos gubernamentales de combatir la inflación e incentivar la economía de Brasil, según dichas personas, que pidieron el anonimato para poder hablar de cuestiones internas.
La agencia Reuters informaba este lunes de que el gobierno había comenzado conversaciones para reemplazar a Prates.
El ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, hizo un llamamiento público la pasada semana a Petrobras a que reduzca los costes del combustible como consecuencia de la disminución de los precios del crudo, al tiempo que Lula ha instado a la empresa a que enfoque su próximo plan de negocio a cinco años de manera más decidida hacia la creación de empleo en el país.
La creciente disputa está arrojando luz sobre los desafíos que Prates enfrenta mientras busca equilibrar los intereses de la compañía con los de un gobierno que lucha contra crecientes vientos económicos en contra. Los precios del combustible juegan un papel importante en la tasa de inflación de Brasil, que está bajo el microscopio mientras el banco central sopesa el ritmo de futuros recortes de tasas de interés como parte de su actual ciclo de flexibilización monetaria.
Prates rechazó el sábado las peticiones de Silveira de bajar los precios, diciendo que Petrobras haría ajustes sólo cuando las directrices técnicas sugieran la necesidad de hacerlo. El productor dio a conocer a principios de este año una nueva política de precios que combina factores internos y externos, abandonando un mandato anterior de seguir el costo de los suministros de combustible importado.
“No queremos que la incertidumbre creada por factores geopolíticos entre en los hogares de los consumidores”, dijo Prates en una publicación en las redes sociales.
Los precios mundiales del petróleo han caído a alrededor de US$80 el barril en las últimas semanas debido a que los suministros han superado las expectativas. Un portavoz de Silveira dijo el lunes que seguirá exigiendo precios más bajos en línea con el escenario internacional, lo que considera una parte clave de su papel como máximo responsable de la política energética del país.
Petrobras, con sede en Río de Janeiro, ya presentó al gobierno un borrador de su plan de inversiones 2024-2028, informó Reuters este viernes, citando fuentes no identificadas.
En respuesta, Lula pidió a Prates que se concentrara en contratar empresas brasileñas en lugar de proveedores extranjeros y se quejó de la falta de inversión de la empresa en la industria de construcción naval de Brasil, según el informe.
Petrobras declinó hacer comentarios. Se espera que la empresa revele su plan de inversiones en las próximas semanas, según un portavoz. Las acciones subieron hasta un 1,4% en Sao Paulo el lunes.
El directorio de la empresa, controlada por el gobierno, propuso un plan de inversión de US$100.000 millones, por encima del plan anterior de US$78.000 millones , informó el periódico brasileño Estado, sin precisar de dónde obtuvo la información. La compañía ha dicho que aumentará las inversiones para proyectos de energía renovable y con bajas emisiones de carbono hasta un 15% del total.
“No puedo repetirlo lo suficiente: Petrobras no crea sus precios de mercado, pero tiene una política comercial que sigue parámetros técnicos, logísticos y operativos”, escribió Prates en su publicación en las redes sociales. La actual política comercial de la empresa se centra en proteger los precios internos de la volatilidad internacional, añadió.
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