Bloomberg — Puede que algún día la inteligencia artificial (IA) revolucione el negocio del entretenimiento. Pero por ahora, al menos en los primeros experimentos en YouTube y Twitch, los creadores de vídeos compiten en una tradición particular de Hollywood: crear fracasos exagerados.
Un ejemplo es la trayectoria de “AI Seinfeld”.
En diciembre de 2022, una intrigante parodia de la exitosa comedia Seinfeld debutó en Twitch, el popular sitio de streaming propiedad de Amazon.com Inc. Desde el principio, los creadores de Nothing, Forever señalaron que su sátira animada sería “un programa sobre nada”, que ofrecería “contenido nuevo” cada minuto de cada día “generado a través de algoritmos de aprendizaje automático e IA”.
Con la curiosidad por las nuevas capacidades de la IA a flor de piel, el debut del programa generó muchos titulares. En poco tiempo, unos 9.000 espectadores sintonizaban el programa en directo y veían coloridas versiones en bloque de personajes al estilo de Seinfeld, que interpretaban inescrutables guiones creados por la IA. En febrero, Twitch prohibió el canal por hacer chistes transfóbicos, infringiendo las normas de la comunidad. Un par de semanas después, el programa regresó.
En los meses siguientes, el interés de los espectadores se desvaneció rápidamente. En octubre, apenas 30 personas vieron cómo el personaje de la serie, parecido a Kramer, se metía continuamente en un frigorífico. En agudo contraste con el miedo generalizado a la IA en Hollywood, Nothing, Forever no parece tanto un nuevo y amenazador competidor para el statu quo del entretenimiento tradicional, sino más bien un truco que se desvanece. Los creadores no respondieron a las peticiones de comentarios.
“La popularidad inicial de estos programas se debió más a su novedad que a su calidad”, afirma Mihaela Mihailova, profesora adjunta de la Escuela de Cine de la Universidad Estatal de San Francisco. “La primera oleada de producciones generadas por IA ha sido abrumadoramente defectuosa, visual y narrativamente torpe, estilísticamente derivada y a veces incluso ofensiva”.
AI Seinfeld no es el único que tiene problemas.
En el último año, han aparecido en Twitch un montón de programas basados en IA que abarcan una amplia gama de temas y formatos. En Ask_Jesus, los espectadores pueden interactuar con un robot de inteligencia artificial basado en las enseñanzas de Jesucristo. En TrumpOrBiden2024, los votantes pueden ver debates sintéticos entre versiones de IA de los dos principales candidatos presidenciales. En AI_Sponge247, la gente puede enviar temas para nuevas aventuras hiladas por la IA y protagonizadas por las estrellas animadas de Bob Esponja.
En general, aunque los programas generados por IA resultan novedosos, la mayoría no se ven. Según un análisis de los datos de TwitchTracker, el número de espectadores de los cuatro principales canales de Twitch generados por IA ha descendido una media del 94% desde los máximos alcanzados en primavera.
En YouTube, de Alphabet Inc. se ha producido una tendencia similar. Desde hace meses, varios canales han empezado a publicar contenidos generados totalmente por inteligencia artificial, como “Hechos aleatorios del día” o listas de las 10 mejores películas. Una reciente investigación de la BBC describía cómo los vídeos de YouTube generados por IA están “difundiendo desinformación disfrazada de contenido STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas)” en más de 20 idiomas. Pero a pesar de las docenas de resultados de búsqueda en Google que indican a los lectores cómo crear generadores de vídeo de IA para YouTube, la mayoría de estas ofertas creadas por IA no son muy populares, según un análisis de Bloomberg.
El 14 de noviembre, YouTube publicó nuevas directrices que exigen la divulgación de los vídeos que incluyen IA generativa.
Hasta la fecha, la primera oleada de fracasos ha hecho poco por amortiguar el mercado de la IA en el entretenimiento y los medios de comunicación, que Grand View Research Inc. ha calculado que alcanzará casi 100.000 millones de dólares en 2030. Muchos expertos predicen que es sólo cuestión de tiempo que la tecnología de IA afecte significativamente a los guiones de cine y televisión, las interpretaciones en pantalla de los actores y las voces de los personajes de los videojuegos.
Las restricciones sobre cómo se utilizará la IA en el cine fueron un último punto de fricción en las prolongadas negociaciones entre la Alianza de Productores de Cine y Televisión y el sindicato de actores SAG-AFTRA, cuya huelga terminó el 9 de noviembre. Incluso después del acercamiento, la ansiedad por la IA sigue siendo grande entre la clase creativa de Hollywood.
Días después del fin de la huelga, la actriz Justine Bateman, asesora del sindicato en asuntos de IA, saltó a X para criticar los términos del acuerdo final. “En resumidas cuentas, nos espera una época muy desagradable para los actores y el equipo”, escribió.
Mientras tanto, los creadores de IA están experimentando con casos de uso más prometedores. En 2021, el YouTuber Douglas Scott Wreden, conocido como DougDoug, empezó a utilizar la IA para crear contenidos intencionadamente “malos”. En una ocasión, dejó que la IA escribiera su perfil de LinkedIn. El resultado, según declaró en una entrevista reciente, fue “desquiciante”, pero también divertido. Su vídeo de YouTube sobre la saga alcanzó los 4,6 millones de visitas.
Cuando se lanzó ChatGPT a finales de 2022, Wreden lo adoptó. En vídeos posteriores, ha utilizado la tecnología para elegir a un robot de IA como alcalde de una ciudad virtual y ha intentado aprobar un examen de historia de la universidad utilizando la IA como tutor. También ha escrito programas que le permiten interactuar con personajes generados por IA que le responden en los vídeos como si fueran personas reales y cómicamente desquiciadas.
“La IA es una herramienta que los creativos pueden utilizar para crear cosas nuevas”, afirma. “Pero, en última instancia, lo que lo hace entretenido es que los humanos imaginen experiencias divertidas”.
Un canal de Twitch impulsado por IA que se ha mantenido en boga es Neuro-Sama: una chica de anime generada por IA que interactúa con los espectadores a través de un chat. Casi un año después de su debut, unas 5.000 personas la ven jugar a videojuegos y, de vez en cuando, cantar.
“En el futuro, los influencers de IA serán algo muy importante”, afirma Maral Moghadasi, streamer de Twitch y voluntario de Singularity Group, una incubadora tecnológica. “Con el tiempo, creo que a la gente le resultará difícil diferenciar si está viendo a una persona real o a una IA”.
A corto plazo, la mejor esperanza de la IA para impresionar al público más allá de la zona de influencers puede ser capitalizar una ventaja inherente sobre la competencia no mecanizada. Muchos espectadores tienden a juzgar a la IA según una curva.
“Cuando a la máquina se le ocurre un chiste casi decente, tienes la sensación de haber presenciado cómo se hace historia”, afirma Paolo Pedercini, desarrollador del juego y profesor de la Universidad Carnegie Mellon. “Es como ver a un niño haciendo su primer juego de palabras. Puede ser entrañable, novedoso, profundo y realmente divertido. Pero no se puede comparar con el chiste de un cómico profesional”.
-- Traducción del inglés de Adam Critchley
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