Bloomberg — El gigante tecnológico Microsoft Corp. (MSFT) se ha asociado con Be My Eyes (Sé mis ojos), una app para ciegos y personas con deficiencias visuales, con el objetivo de mejorar el acceso al servicio de atención al cliente de la empresa.
Be My Eyes, que fue fundada en el año 2015, conecta a personas con dificultades visuales y a voluntarios con visión para que les apoyen en tareas que, de otra forma, podrían ser irrealizables. Esta startup tiene asimismo una herramienta de IA llamada Be My AI, que emplea el modelo ChatGPT-4 de OpenAI con el fin de generar la descripción de una fotografía que el usuario haya tomado, tanto si se trata de la etiqueta de algún producto como si se trata de un producto de un establecimiento.
La giantesca empresa del software de Redmond (Washington) incorporará la tecnología de Be My AI a su Microsoft Disability Answer Desk (Answer Desk de Accesibilidad), que se encarga de gestionar las llamadas del servicio de atención al cliente, según explicó Be My Eyes en un comunicado este miércoles. Con esta colaboración, los usuarios de productos Microsoft ciegos o con deficiencias visuales podrán resolver problemas de hardware o realizar diversas tareas, como la instalación de una nueva versión de Windows o la descripción de una presentación de PowerPoint, sin necesidad de ayuda humana.
La utilización por parte de Be My Eyes de la GPT-4 de OpenAI fue alabada por Sam Altman en la conferencia de desarrolladores de esta startup celebrada recientemente como un ejemplo de la capacidad del modelo lingüístico de su compañía para emplear imágenes y obtener así respuestas en lenguaje natural.
“OpenAI se enorgullece de trabajar con Be My Eyes. Han utilizado nuestros modelos de IA para mejorar significativamente la vida diaria de las personas con baja visión o ceguera”, dijo Brad Lightcap, director de operaciones de OpenAI, en un comunicado.
Be My Eyes, que probó el servicio de atención a clientes con discapacidad visual impulsado por IA con usuarios de Microsoft previamente este año, descubrió que solo el 10% de las personas que interactuaban con la IA eligieron escalar a un agente humano. La compañía también dijo que las consultas se resolvieron más rápido con la herramienta Be My AI, y los usuarios pasaron cuatro minutos, en promedio, en una llamada con la IA, frente a 12 minutos con un humano.
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