El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el líder chino, Xi Jinping, alcanzaron una serie de acuerdos durante las conversaciones de alto nivel mantenidas para estabilizar una relación turbulenta y tensa por la competencia económica y los tropiezos militares y diplomáticos.
Los dirigentes de las dos mayores economías del mundo se reunieron el miércoles durante más de cuatro horas al margen del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico celebrado en California.
Ambos tenían motivos para impulsar la relación. Xi está luchando contra el malestar económico en su país y los inversores extranjeros están preocupados por las tensas relaciones con la mayor economía del mundo. Biden intenta estabilizar el entorno mundial antes de unas elecciones que exigirán su atención en casa.
No todo fue consenso. China dijo a Estados Unidos que sus ambiciones territoriales hacia Taiwán son “imparables” y ordenó a Washington que dejara de armar a la isla autogobernada que Pekín reclama como propia. Funcionarios estadounidenses presionaron a sus homólogos chinos para que discutieran con Irán el conflicto entre Israel y Hamás.
He aquí los acuerdos más importantes:
1. Grupo de Trabajo sobre Estupefacientes
Ambos países reforzarán su cooperación en la lucha contra los estupefacientes. China ha acordado tomar medidas enérgicas contra los envíos de ingredientes químicos de fentanilo y prensas de pastillas, que pueden eludir las restricciones existentes. Xi y Biden también acordaron coordinar la política y las medidas policiales en el futuro.
EE.UU. afirmó que este trabajo permitirá “combatir la fabricación y el tráfico ilícitos de drogas a escala mundial” en relación con el fentanilo.
El trasfondo: Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el fentanilo ha alimentado una crisis de salud pública en la que más de 150 personas mueren cada día en Estados Unidos por sobredosis de opiáceos sintéticos.
El problema ha perseguido a múltiples presidentes estadounidenses. En 2018, el expresidente Donald Trump cerró un acuerdo con Xi por el que China clasificó la droga como sustancia controlada, pero la epidemia alimentada por el fentanilo no ha hecho más que empeorar desde entonces.
No está claro si China obtuvo una promesa de Washington de levantar las restricciones al instituto de policía forense de China como parte del acuerdo, como se había informado antes de la reunión. Estados Unidos alega que el instituto es responsable de abusos contra los derechos humanos.
2. Restablecer los intercambios militares de alto nivel
Washington y Pekín acordaron reanudar las conversaciones militares de alto nivel, y ambos líderes se comprometieron a mantener una línea abierta de comunicación entre sí cuando surjan problemas. Según el plan, se reanudarán las consultas periódicas con el Secretario de Defensa, Lloyd Austin, así como las Conversaciones de Coordinación de Política de Defensa China-EEUU y el Acuerdo de Consulta Militar Marítima China-EEUU.
Los funcionarios dijeron que esos cambios deberían significar el regreso de las reuniones y conversaciones telefónicas entre los comandantes de teatro, y reducir la posibilidad de errores.
El trasfondo: China suspendió el año pasado un par de canales -uno que permitía las comunicaciones entre operadores de buques y aeronaves, y el otro una serie de reuniones periódicas de coordinación entre altos mandos militares- entre ambos países, en protesta por la visita de Nancy Pelosi a Taiwán. Pekín había advertido a Pelosi, la primera Presidenta en ejercicio de la Cámara de Representantes en un cuarto de siglo que viajaba a la isla, que no visitara la democracia. China considera Taiwán su territorio, que debe recuperar por la fuerza si es necesario.
Este año, China ha rechazado repetidamente las peticiones de Washington para que Austin se reúna con su ministro de Defensa, alegando las sanciones impuestas por Estados Unidos al funcionario como obstáculo para tales conversaciones. Sin embargo, el abrupto despido de Li Shangfu el mes pasado despejó el camino para que Pekín nombrara a un ministro no sancionado. En los últimos meses ya se habían reanudado las relaciones militares a bajo nivel.
3. Diálogo sobre inteligencia artificial
EE.UU. y China acordaron crear un grupo de trabajo para entablar un diálogo sobre inteligencia artificial, en el que Washington destacó la necesidad de mejorar las salvaguardias para esta tecnología emergente.
El trasfondo: Es probable que la rápida adopción de la inteligencia artificial tenga consecuencias de gran alcance para diversas industrias.
Un alto funcionario de la Administración declaró anteriormente que la Casa Blanca estaba preocupada por el uso que China hace de la inteligencia artificial, especialmente con fines militares. Biden también subrayó la necesidad de proteger la propiedad intelectual estadounidense. No obstante, Estados Unidos sigue dispuesto a colaborar con su rival en este asunto, afirmó el funcionario, que habló bajo condición de anonimato.
La vicepresidenta estadounidense Kamala Harris y Wu Zhaohui, viceministro del Ministerio de Ciencia y Tecnología de China, asistieron a la cumbre sobre seguridad de la IA celebrada en el Reino Unido a principios de mes.
4. Aumentar los viajes en avión a principios del próximo año
Los países pretenden aumentar el número de vuelos directos entre sus naciones.
El trasfondo: Los vuelos entre ambos países, que alcanzaban una media de 340 semanales antes de que Covid-19 paralizara el mundo, tuvieron dificultades para recuperarse tras el levantamiento de los controles de la pandemia.
Recientemente se han producido algunos avances. Las autoridades estadounidenses declararon el mes pasado que los vuelos entre EE.UU. y China aumentarán a 70 semanales a partir del 9 de noviembre. Ahora, parece que habrá más el año que viene.
5. Intercambios
Ambas partes respaldaron la ampliación de los intercambios educativos, estudiantiles, juveniles, culturales, deportivos y empresariales.
El trasfondo: Estudiantes, periodistas, funcionarios y miembros del Partido Comunista Chino se han visto afectados por las restricciones de visado impuestas por ambos países a medida que se deterioraban las relaciones bilaterales. Los ejecutivos de empresas extranjeras también se han quejado en los últimos años de las dificultades para aterrizar en China debido a las restricciones relacionadas con los Covid.
Biden ha mantenido una proclama de Trump que prohibía los visados a miles de estudiantes de posgrado e investigadores considerados vinculados con las escuelas militares chinas.
Ambas naciones expulsaron en 2020 a los reporteros de la otra parte y a los que se quedaron a menudo se les concedieron permisos renovables de corta duración hasta que los gobiernos suavizaron las restricciones un año después.
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