Parece un cuento de ciencia ficción, pero no: la ciudad pesquera de Grindavik, ubicada en Islandia, se partió en dos mitades. Esto se debe a una grieta de 15 kilómetros causada por la actividad volcánica.
Medios internacionales detallaron que todas las carreteras permanecieron cerradas el lunes debido a los continuos movimientos provocados por la actividad volcánica en la zona.
Según la Oficina Meteorológica de Islandia, el 13 se produjeron hasta 900 sismos, cifra similar a la de días anteriores.
En algunas imágenes se puede observar vapor saliendo de una grieta en la calle y un aparcamiento cercano.
Según detalla Infobae, la actividad sísmica y los flujos subterráneos de lava se intensificaron en la península de Reykjanes, cerca de la capital, Reikiavik, durante el fin de semana, lo que llevó a las autoridades a evacuar a casi 4.000 personas de Grindavik el sábado.
La probabilidad de una erupción seguía siendo alta a pesar de la disminución de la actividad sísmica, según informó el martes el Instituto Meteorológico de Islandia en un comunicado.
“Una menor actividad sísmica suele preceder a una erupción, porque se ha acercado tanto a la superficie que no puede acumular mucha tensión para desencadenar grandes terremotos”, explicó Rikke Pedersen, quien dirige el Centro Volcanológico Nórdico, con sede en Reikiavik.