Bloomberg — Los precios pagados a los productores estadounidenses sorprendieron al registrar en octubre la mayor caída desde abril de 2020, lo que se suma a la evidencia de que las presiones inflacionarias están cediendo en toda la economía.
El índice de precios al productor para la demanda final disminuyó un 0,5% respecto al mes anterior, una fuerte desaceleración que refleja en gran medida la caída de los precios de la gasolina. Al excluir los alimentos y la energía, el llamado IPP básico se mantuvo sin cambios, según datos del Gobierno.
Frente al mismo mes del año anterior, el índice general subió un 1,3%, mientras que el básico registró el menor aumento anual desde principios de 2021.
Las cifras se publican un día después de que otro informe del Gobierno mostrara que los precios al consumo apenas variaron el mes pasado. Además, un indicador clave de la inflación subyacente se desaceleró inesperadamente, lo que llevó a los operadores a retraer sus apuestas de nuevas subidas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal.
Más del 80% del descenso de los precios de los bienes se debió a una caída del 15,3% en el coste de la gasolina, según mostró el informe gubernamental del miércoles. Los costes de los servicios, por su parte, se mantuvieron estables tras seis meses consecutivos de subidas.
Uno de los motivos por los que los economistas de la Reserva Federal y de Wall Street analizan el informe del IPP es que varias categorías -incluidas las relacionadas con la gestión de carteras y la atención sanitaria- se utilizan para calcular la medida de la inflación preferida por la Reserva Federal, el indicador de precios de los gastos de consumo personal.
Subieron los precios de los servicios aéreos y de varias categorías de la atención sanitaria, mientras que bajaron los del comercio minorista de ropa y los de la gestión de carteras.
La caída de los precios del gas, en particular, contribuyó a aliviar las presiones de los costes al por mayor. Aunque el coste de la mano de obra y de muchos otros insumos sigue siendo elevado, el crecimiento anual de los precios de producción se ha moderado desde principios de 2022, en un contexto de normalización de las cadenas de suministro y de desplazamiento del gasto de los consumidores hacia los servicios.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, enfatizó a principios de este mes que el banco central está procediendo con cautela, al tiempo que dejó claro que él y sus colegas no dudarán en endurecer aún más la política si está justificado.
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