Bloomberg Línea — En los últimos tres años, América Latina ha tenido que soportar los choques económicos y sociales de la pandemia del Covid-19, la guerra de Rusia en Ucrania, y el reciente conflicto que se desató en Medio Oriente, con Israel y Palestina en los titulares.
Estos escenarios, que han alterado la inflación y desacelerado el crecimiento económico, junto a las crisis sociales propias de cada país, están siendo definitivos para el futuro cercano de la región, marcando un mapa de riesgos cada vez más detallado y que impactará en los negocios y las inversiones que se hagan a futuro.
Las principales exposiciones identificadas y que tienen impacto sobre la región atraviesan la desconfianza política y en las instituciones, la gestión de riesgos, el cambio climático y el realineamiento geopolítico, condensadas en el Global Risk Forecast de la consultora Control Risks, y compartido a Bloomberg Línea para América Latina.
Realineamiento geopolítico y relocalización
“Esto viene desde el comienzo de la pandemia. Atraviesa la guerra comercial de Estados Unidos con China, y otros conflictos. Está interpuesto el ordenamiento geopolítico, en un mundo multipolar y en el que las reglas de juego van cambiando, junto a un reordenamiento de las cadenas de suministro”, explicó Daniel Linsker, director regional para México, Centroamérica y el Caribe de Control Risk, en conversación con Bloomberg Línea.
Para Linsker, las principales economías del mundo, después de estos acontecimientos globales, ya no quieren ni pueden “depender de China” y las empresas ya no piensan en cadenas de suministro tan extensas, lo que supondrá un desafío y una oportunidad para América Latina, en medio de una alta competencia geopolítica y una carrera por la relocalización, que pondrá a prueba la viabilidad de los negocios internacionales.
Bajo su concepto, entre las diferentes tendencias que ahora están aterrizando en la región como relocalización, localización amiga y localización cercana, la más riesgosa es la primera, conocida como reshoring, proceso en el que las empresas regresan con su producción a los países de origen.
“Esto está marcado por un incremento del proteccionismo a nivel global. No solo países de la región actuando con proteccionismo, sino también otras regiones que lo están haciendo. Estos procesos aumentan valor y los países buscan estar protegidos en propiedad intelectual, suministros y otros temas. Ese es el de mayor riesgo”, apuntó, al señalar que el nearshoring y el friendshoring, por su parte, representan oportunidades para la región.
Riesgos cibernéticos: crece la desconfianza y urge más regulación
De manera reciente, Fortinet informó sobre el crecimiento de operaciones de cibercrimen como servicio en el mundo, y aseguró que la inteligencia artificial (IA) está cambiando las reglas de juego por parte de los atacantes, lo que incrementa la necesidad de que gobierno y empresas se preparen mejor para gestionar estos riesgos tecnológicos.
Es así como en el reporte de predicciones de amenazas para 2024, la compañía predice que los atacantes adoptarán un enfoque de “hacerlo en grande o irse a casa”, centrando su atención en industrias críticas como la salud, finanzas, transporte y servicios públicos.
Además, reconoce que los atacantes van a aprovechar más acontecimientos geopolíticos y oportunidades impulsadas por eventos como las elecciones en Estados Unidos en 2024 y los Juegos Olímpicos 2024 en París, al señalar que los ciberdelincuentes ahora tienen nuevas herramientas a su disposición, como la IA generativa, para respaldar sus actividades.
En esto coincide Daniel Linsker, quien dijo a Bloomberg Línea que el incremento de la digitalización y el uso de herramientas como la IA generativa impactan de manera directa a América Latina, una región sin madurez en seguridad tanto en las personas como en las empresas.
“Ciertos medidores en el Risk Map están empezando a reflejar lo que pasa con las elecciones en EE.UU.: hay un incremento en contenido polarizante generado por IA. Esto también se está llevando a LatAm, más allá de que los políticos acusen a los bots. Sea por el incremento de la digitalización, personas o IA, hay incremento en la polarización de las sociedades, es un riesgo importante. En LatAm hay desconfianza en las instituciones y polarización, y le sumas desinformación y manipulación, se va perdiendo la confianza y la confianza digital”, resaltó.
En temas de regulación, el experto de Control Risks apuntó a dos ejes. El primero, normas para la difusión de opinión pública, especialmente en campañas políticas. Y el segundo, la relación de las empresas con sus clientes potenciales y la IA, debido al incremento de los ataques de fishing.
Las oportunidades frente al mapa de riesgos
Desde la consultora, Linsker precisó que todos los riesgos suponen también oportunidades de crecimiento para América Latina.
en cuanto al reordenamiento geopolítico y las elecciones de EE.UU., así como la desaceleración de China, “son oportunidades si LatAm logra alejarse de la polarización y temas micro que atañen la región, y poner en marcha estrategias de maximizar las inversiones que ayuden a dar el salto en cerrar la brecha digital”.
En cuanto al cambio climático, resaltó que la capacidad de los gobierno de reaccionar es cada vez menor, y como ejemplo puso lo que pasó en México con el huracán Otis, por lo que se debe trabajar en las capacidades de respuesta y la gestión de riesgos.
“Los fenómenos climáticos, que constituyen un enorme reto operativo por derecho propio, provocarán impactos cada vez más diversos que van desde la interrupción de la cadena de suministro, la migración incontrolada hasta el aumento de la propagación de enfermedades. De manera crítica, la alteración del clima continuará exacerbando los desafíos actuales relacionados con los conflictos, la inestabilidad política, el proteccionismo económico y muchos otros”, explicó la consultora en el informe.
Y por último, para las empresas e inversionistas, Linsker dice que estas deben “hacer el cambio que sugerimos, de redefinir esas funciones de riesgos y darle el tamaño necesario en un mundo más fragmentado y digitalizado, y tener el tamaño correcto para manejar los riesgos”.