Joe Biden y su homólogo chino, Xi Jinping, están a punto de anunciar un acuerdo por el que Pekín tomaría medidas enérgicas contra la fabricación y exportación de fentanilo, según personas familiarizadas con el asunto, lo que podría suponer una importante victoria para el presidente estadounidense.
En virtud del acuerdo, que aún se está ultimando, China perseguirá a las empresas químicas para frenar el flujo tanto de fentanilo como de la materia prima utilizada para fabricar el mortal opioide sintético, según estas personas, que hablaron bajo condición de anonimato para hablar del acuerdo.
A cambio, la administración Biden levantaría las restricciones impuestas al instituto de policía forense de China, una entidad a la que EE.UU. acusa de abusos contra los derechos humanos.
El acuerdo, que se anunciará el miércoles cuando Biden y Xi se reúnan en San Francisco al margen de la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico, supondría una victoria para la Casa Blanca en un asunto que los votantes consideran prioritario para las elecciones de 2024.
Los republicanos han atacado a la administración por su gestión del tráfico de fentanilo, convirtiéndolo en un lastre para las posibilidades de Biden de ganar un segundo mandato.
Una portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca declinó hacer comentarios. El Ministerio de Asuntos Exteriores de China no respondió inmediatamente a una petición de comentarios.
“Esperamos ver algún progreso en ese asunto esta próxima semana”, dijo el asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan a la prensa el lunes. “Eso podría entonces abrir la puerta a una mayor cooperación en otras cuestiones en las que no nos limitemos a gestionar las cosas, sino que realmente ofrezcamos resultados tangibles”.
El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, dijo que Xi “parecía receptivo a nuestras preocupaciones” en octubre, cuando los legisladores plantearon la cuestión al líder durante una visita a China.
Los funcionarios estadounidenses consideran que el acuerdo puede suponer un gran avance, pero advierten de que es necesaria una aplicación estricta para obtener resultados. Los funcionarios afirmaron que llevará tiempo evaluar si Pekín lo cumple.
Algunos expertos chinos han advertido de que cualquier acuerdo podría peligrar si las frágiles relaciones entre Pekín y Washington se deterioran por los comentarios críticos de la administración Biden.
“Los acuerdos de China tienen una condición no establecida: Nulos si se critica a Xi y al Partido Comunista”, dijo Derek Scissors, investigador principal del conservador American Enterprise Institute. “Si la administración Biden no es pro-China en 2024, la aplicación de un acuerdo sobre fentanilo se desvanecerá”.
Crisis sanitaria
Los cárteles mexicanos son responsables en gran medida de la exportación de fentanilo, un opiáceo sintético 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina. Los cárteles suelen utilizar componentes chinos para fabricar la droga.
El problema ha perseguido a múltiples presidentes estadounidenses, ya que las muertes por sobredosis se han disparado en todo el país. El expresidente Donald Trump anunció en 2018 un acuerdo con Xi, en virtud del cual Pekín se comprometía a designar el fentanilo como sustancia controlada.
La crisis de salud pública alimentada por la droga no ha hecho más que intensificarse desde entonces.
Más de 150 personas mueren cada día en Estados Unidos por sobredosis relacionadas con opioides sintéticos como el fentanilo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Estas sobredosis se multiplicaron por más de siete entre 2015 y 2021, según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud.
San Francisco, sede de la cumbre de la APEC de esta semana, es uno de los muchos municipios que se enfrentan a las consecuencias del aumento de las muertes por adicción y sobredosis.
“El fentanilo ha devastado nuestra ciudad como ninguna otra droga en toda mi vida”, declaró el lunes la alcaldesa de San Francisco, London Breed, en una mesa redonda de Bloomberg News.
Breed instó a Xi a cooperar para detener el flujo de fentanilo, afirmando que había tensado los lazos entre Estados Unidos y China.
“Le pediría que trabajara con Estados Unidos y se asegurara de que los recursos que se envían desde China, que entran en Estados Unidos o en México, se cortan en la mayor medida posible”, declaró durante una entrevista por separado con Bloomberg TV.
Levantamiento de sanciones
China lleva meses presionando a Estados Unidos para que saque de su lista negra a la Institución de Ciencias Forenses del Ministerio de Seguridad Pública. El Departamento de Comercio restringió en 2020 el acceso de estos organismos a la tecnología estadounidense por su presunta implicación en la represión de la etnia uigur en la región china de Xinjiang.
“Las sanciones de Estados Unidos contra empresas y ciudadanos chinos añadirán más obstáculos a la cooperación chino-estadounidense en la lucha contra el narcotráfico”, declaró en mayo un portavoz de la embajada china en Washington.
El gobierno de Biden tomó este año medidas para frenar la crisis, pero está limitado en lo que puede lograr sin la ayuda de Pekín.
El Departamento de Justicia ha investigado y procesado a empresas chinas que envían precursores químicos a México. El Departamento del Tesoro ha designado a más de dos docenas de personas y entidades presuntamente implicadas en el comercio de fentanilo. La Casa Blanca ha solicitado al Congreso unos 1.200 millones de dólares para combatir a los narcotraficantes.
Los aspirantes republicanos a la presidencia han prometido tomar medidas aún más drásticas.
Trump, el favorito del Partido Republicano para 2024, ha amenazado con un embargo naval total a los cárteles de la droga y ha dicho que desplegaría el ejército estadounidense para combatirlos. También ha pedido la pena de muerte para los narcotraficantes.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, también ha dicho que utilizaría al ejército estadounidense contra las operaciones de narcotráfico mexicanas. La ex embajadora ante la ONU Nikki Haley dijo que EE.UU. debería poner fin a las relaciones comerciales normales con China hasta que “dejen de asesinar estadounidenses”.
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