Bloomberg Línea — La inflación guatemalteca sorprendió al alza por segundo mes consecutivo, situándose en el 4,98% interanual en octubre, informó el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El resultado estuvo influenciado por la crisis política que atravesó el país centroamericano el mes pasado con bloqueos de carreteras que exigían la renuncia de varios funcionarios del sector judicial, lo que ocasionó la interrupción de la cadena de distribución de bienes a nivel nacional.
Las principales divisiones de gasto que presentaron incrementos fueron alimentos y bebidas no alcohólicas 1,14%, derivado especialmente de algunos productos que aumentaron de precio: tomate (0,16%), papa (0,14%), cebolla (0,13%), huevos (0,09%) y güisquil (0,09%).
También, los servicios de restaurantes y hoteles en 0,07%; así como recreación y cultura, en 0,02%.
Por el contrario, se observaron que algunos productos de la canasta básica disminuyeron de precio. Entre ellos, el aguacate (-1,12%), leche líquida (-0,67%), pan dulce (-0.33%). Además, mostraron bajas: gasolina superior (-0,04%), gasolina regular (-0,02%), servicio de fiestas (-0,00%), colonias y perfumes (-0,00%) y materiales diversos para reparación de vivienda (-0,00%).
Los datos oficiales reflejan una caída continuada del poder adquisitivo del quetzal, la moneda local, desde diciembre de 2010 y que Guatemala registra el costo de la canasta básica más elevado de Centroamérica.
Sin embargo, el nivel general de precios se mantiene en el límite superior de la meta establecida para el cierre de este año por la Junta Monetaria de 3 a 5%.
Además, pese a factores foráneos adversos, la economía del país continuó en el 2022 la ruta de crecimiento y su Producto Interno Bruto (PIB) llegó al 4%.
Al presentar su Informe de Política Monetaria en marzo de 2023, el Banco de Guatemala (Banguat) mantuvo la estimación de alza del PIB en un rango de 2,5 a 4,5 para el presente período.
Entre tanto, transportistas, sindicalistas y organizaciones indígenas cumplen más de 35 días de plantones en exigencia a la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras, sancionada por Estados Unidos en 2021, acusada de “corrupción y socavar la justicia en Guatemala” y a quien el presidente electo Bernardo Arévalo ha señalado de orquestar un “golpe de Estado”.