Bloomberg Línea — Las bolsas asiáticas subieron después de que el repunte de las grandes tecnológicas llevara a los valores estadounidenses a su mayor racha de ganancias en dos años, con los inversores haciendo caso omiso de los últimos intentos de los portavoces de la Reserva Federal de rebajar el optimismo de Wall Street.
Las acciones subieron en Corea del Sur y Australia después de que el S&P 500 avanzara por séptimo día consecutivo, mientras que el índice de referencia de Japón cayó en las primeras operaciones asiáticas y los futuros de Hong Kong se mantuvieron planos. Los bonos del Tesoro se estabilizaron después de que las apuestas sobre un giro de la Reserva Federal el año que viene hicieran bajar con fuerza los tipos de los bonos, con la rentabilidad a 10 años cayendo por debajo del 4,6%. Los movimientos se produjeron después de que algunos funcionarios de la Reserva Federal insistieran en que su principal objetivo es reducir la inflación hasta el 2%.
El petróleo cayó a mínimos de tres meses, ya que la caída prevista del consumo de gasolina en EE.UU. se sumó a un creciente conjunto de indicadores, incluidos los débiles datos comerciales de China, que sugieren que las perspectivas de la demanda están empeorando.
“Los menores precios de la energía atenúan el pulso inflacionista y permiten una revisión de las expectativas de tipos”, escribió en una nota Kyle Rodda, analista de mercado de Capital.com. “Eso quita presión a la renta variable a corto plazo y señala la presión sobre los beneficios empresariales”.
El rendimiento de la deuda australiana a 10 años cayó por quinta sesión consecutiva, un día después de que el banco central elevara su tipo de interés a máximos de 12 años, al tiempo que señalaba un mayor obstáculo para un mayor endurecimiento de la política monetaria, lo que presionó a la baja a la moneda local.
La renta variable mundial está preparada para un repunte de dos dígitos en 2024 si la Fed da un giro a su política monetaria y permite que la economía evite una recesión, según los estrategas de HSBC Holdings Plc. El S&P 500 subió de precio una media del 13% en los nueve meses posteriores a la última subida de tipos de las últimas tres décadas, dijo Sam Stovall, estratega jefe de inversiones de CFRA y autor de “Las siete reglas de Wall Street”.
“El reciente movimiento de las acciones es coherente con nuestra opinión de que el pesimismo de los inversores había sido exagerado”, dijo Solita Marcelli, directora de inversiones para las Américas de UBS Global Wealth Management. “Aunque seguimos viendo vientos en contra a corto plazo para la renta variable, creemos que se dan las condiciones para una rentabilidad total positiva en los próximos seis a 12 meses”.
El presidente del Banco de la Reserva Federal de Minneapolis, Neel Kashkari, afirmó que los responsables políticos aún tienen que ganar la batalla contra la inflación y que considerarán un mayor endurecimiento si es necesario. Su homólogo de Chicago, Austan Goolsbee, dijo que los funcionarios no quieren “pre-comprometer” las decisiones sobre los tipos.
Varios de los responsables políticos más duros del banco central estadounidense señalaron que el endurecimiento acumulado de las condiciones financieras desde julio -con una subida de los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años de más de 100 puntos básicos- podría tener un efecto moderador sobre la economía, aunque quieren más tiempo para ver si durará. El Gobernador de la Reserva Federal, Christopher Waller, calificó la subida de los rendimientos de “terremoto” para el mercado de bonos.
“Estaremos especialmente atentos a las reflexiones de los responsables políticos en torno a los recientes cambios en las condiciones financieras y a lo que una caída de casi 50 puntos básicos en los rendimientos a 10 años y un fuerte repunte de las valoraciones de las acciones podrían significar para la senda de la política monetaria”, dijo Ian Lyngen, jefe de estrategia de tipos estadounidenses de BMO Capital Markets.
El dólar estadounidense se fortaleció el martes por segundo día consecutivo. El oro apenas varió tras caer a mínimos de dos semanas.
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