Bloomberg — Durante casi una década, WeWork parecía imparable. La empresa creció rápidamente y gastó de forma extravagante.
El lunes, WeWork se declaró en quiebra. Si bien la empresa de cotrabajo podría eventualmente salir del proceso del Capítulo 11 y sobrevivir de alguna forma, la declaración marca un nuevo mínimo para un negocio que fue una de las startups más valiosas del mundo tan recientemente como en 2019.
Después de cuatro años de burlas casi constantes, puede ser difícil recordar lo prometedor que WeWork parecía una vez. Aquí están algunos de los aspectos más destacados del ascenso y caída de la compañía:
1. Barriles de cerveza en la oficina
Adam Neumann y Miguel McKelvey pusieron en marcha WeWork en 2010 vendiendo escritorios y un ideal de cómo debería ser una oficina. Uno de sus servicios esenciales era la cerveza de barril. WeWork contaba con el apoyo de algunas potentes firmas de capital riesgo, entre ellas Benchmark. En 2015, Bloomberg Businessweek puso a Neumann en la portada de la revista por primera vez, con un titular que capta el desconcierto inicial del ambiente de WeWork, alimentado por el capital riesgo, de trabajar duro y jugar duro: “¿Es esta la oficina del futuro o un desperdicio de espacio de 5.000 millones de dólares?”. Discutámoslo junto al barril”. Habría muchas más portadas de revistas en todo el mundo.
2. Empleados cazando ratones y limpiando vómitos de cabinas telefónicas
En un episodio de la temporada centrada en WeWork del podcast Foundering de Bloomberg Technology, los empleados describen el ambiente excitante, caótico y lleno de fiestas de las oficinas de la empresa y cómo eso afectaba a las personas que trabajaban allí.
3. Primeras señales de alarma
En 2016 WeWork recortó parte de su plantilla, y Neumann advirtió a sus empleados en una reunión de todos los empleados que la empresa había caído en una “cultura del gasto”. (En los años siguientes, la empresa gastaría mucho más pródigamente que entonces). Por la misma época, los empleados empezaron a demandar a la empresa por supuestas infracciones laborales.
4. Campamento de verano
Una parte clave de la cultura corporativa de WeWork incluía la fiesta anual de verano para empleados y clientes, que incluía canoas llenas de cerveza, discursos rah-rah de los ejecutivos y sets de música de artistas como Lorde, The Weeknd y Florence + the Machine. En otro episodio de Foundering, antiguos empleados dijeron que la experiencia podía ser desconcertante -como ir a Coachella pero organizado por tu jefe-, pero que la energía de celebración y el sentido de propósito los mantenía motivados.
5. Un dormitorio para adultos
WeWork ya prometió difuminar los límites entre la vida laboral y la vida social. ¿Por qué no también en casa? La empresa abrió dos edificios de apartamentos residenciales llamados WeLive; el eslogan era “Construye un mundo donde nadie se sienta solo”. Vivir allí fue sin duda una adaptación para la gente. “Tengo una calidad de vida increíble”, dijo un residente en 2017. “Lo único que me falta es una puerta y una pared”.
6. WeGrow
El capital de riesgo siguió llegando, y SoftBank Group Corp. sobrealimentó las cosas cuando la firma se involucró en 2017. WeWork vertió dinero en una amplia gama de emprendimientos. Uno de ellos fue una escuela primaria privada en Manhattan llamada WeGrow, que se alojó en la sede de WeWork y contó con un diseño interior del célebre estudio de arquitectura Bjarke Ingels Group. Rebekah Neumann, esposa de Adam Neumann y directora de marca de la empresa, dijo que el objetivo de la escuela era “criar ciudadanos globales conscientes” que “entiendan cuáles son sus superpoderes”, dijo entonces, “y utilicen estos talentos y dones para ayudarse mutuamente y ayudar al mundo”.
7. We
En 2019 WeWork se había rebautizado como We Co, con la misión de “elevar la conciencia del mundo”, y se preparaba para una oferta pública inicial. Como parte del cambio de nombre, la compañía acordó un acuerdo de capital de 5,9 millones de dólares con Neumann por un conjunto de marcas comerciales relacionadas con el nombre We que él era copropietario a través de un holding. Neumann volvió a aparecer en la portada de Businessweek, esta vez presentando un fondo inmobiliario llamado ARK. (Bromeó conmigo diciéndome que eran las siglas de “Adam, Rebekah and Kids”.) Seguimos fijándonos en la inusual composición financiera de la empresa y nos preguntamos en la línea de la portada: “¿Ganará dinero alguna vez?”.
8. Es un creador
En el período previo a su intento de salida a bolsa en 2019, las visiones de WeWork sobre sí misma se volvieron aún más grandiosas. La compañía había gastado decenas de millones de dólares en los Creator Awards, una serie de concursos de pitch en vivo con jueces famosos como P. Diddy y actuaciones de bandas como Red Hot Chili Peppers. WeWork incluso propuso a las cadenas de televisión convertirlo en un programa. Para entonces, la compañía también había comprado el icónico edificio Lord & Taylor en Manhattan en un acuerdo de 850 millones de dólares y había gastado decenas de millones en otras compras tangenciales como un jet privado, una empresa de optimización de motores de búsqueda y participaciones en una startup de superalimentos y un fabricante de piscinas de olas.
9. Salida a bolsa fallida
En el lapso de unas pocas semanas en el otoño de 2019, los grandes planes de WeWork para salir a bolsa se estrellaron contra el suelo, Neumann fue destituido y la compañía estaba luchando por obtener efectivo para mantenerse con vida. ¿Qué ocurrió? En pocas palabras, el gasto excesivo de WeWork y su mal gobierno corporativo fueron su perdición.
10. La marcha hacia la quiebra
Desde 2019, WeWork ha capeado una pandemia, ha salido a Bolsa a través de una fusión en blanco, ha pasado por una serie de consejeros delegados interinos y “permanentes”, ha reducido su cartera inmobiliaria y ha cojeado... hasta este agosto, cuando sembró dudas sobre su capacidad para seguir en activo.
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