Bloomberg — Las emisiones de gases de efecto invernadero de los principales productores mundiales de carne y productos lácteos han seguido aumentando este año, lo que pone de manifiesto la urgente necesidad de que la industria alimentaria depure sus prácticas y contribuya a evitar el calentamiento global.
Las emisiones reveladas por las 20 mayores empresas cárnicas y lácteas del mundo que cotizan en bolsa aumentaron un 3,3% respecto a los niveles de 2022, según un informe de la red de inversores FAIRR Initiative. Su análisis incluye empresas como Hormel Foods Corp. y la china New Hope Liuhe Co., que abastecen a nombres tan conocidos como Walmart Inc. (WMT) y McDonald’s Corp.
La huella climática de la industria alimentaria es inmensa: representa alrededor de un tercio de los gases de efecto invernadero mundiales. La ganadería, que libera un potente metano, representa el 14,5% de las emisiones mundiales. La iniciativa Objetivos Basados en la Ciencia, un organismo respaldado por la ONU que evalúa los objetivos de cero emisiones de las empresas, recomienda que el sector agroalimentario reduzca sus emisiones un 3% anual entre 2020 y 2030.
“El sector no va por buen camino”, afirma Thalia Vounaki, Directora de Investigación y Compromisos de FAIRR.
Esto subraya la necesidad de centrarse en la alimentación y la agricultura mientras los líderes mundiales se preparan para la próxima cumbre COP28 que se celebrará en Dubai a finales de este mes, afirma FAIRR en su informe. El grupo de inversores sensibiliza sobre los riesgos y oportunidades medioambientales, sociales y de gobernanza en el sector alimentario mundial, y está respaldado por más de 70 billones de dólares en activos.
Los Emiratos Árabes Unidos han pedido compromisos para transformar la industria alimentaria, mientras que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación está a punto de desvelar una hoja de ruta con cero emisiones netas para el sector.
El informe de FAIRR destaca que algunas empresas han conseguido reducir sus emisiones, como Tyson Foods Inc. y Danone SA. Pero, en general, los niveles de compromiso y divulgación de información sobre el clima varían. Casi dos tercios de las empresas analizadas no revelaron las llamadas emisiones de Alcance 3, que incluyen las que se producen indirectamente a lo largo de la cadena de valor de una empresa. Sólo cuatro de las 20 principales empresas del sector tienen objetivos netos cero.
“Tenemos que conseguir que estas empresas alcancen el mismo nivel, independientemente de su ubicación”, declaró en una entrevista Oshni Arachchi, responsable de propiedad activa de Danske Bank A/S.
El sexto índice de productores de proteínas de FAIRR ha puesto de relieve las mejoras realizadas por la industria ganadera, incluso en áreas como las proteínas alternativas, los residuos y la contaminación y el uso del agua, señaló. Aunque ello demuestra que “las malas prácticas no son parte inevitable del ecosistema de suministro de alimentos”, el grupo de inversores instó a seguir avanzando en aspectos medioambientales.
“Hace tiempo que sabemos que la humanidad no puede arreglar el cambio climático sin arreglar la forma en que alimentamos al mundo”, según Jeremy Coller, inversor de capital privado y fundador de FAIRR.
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