Bloomberg — El Secretario de Estado, Antony Blinken, hizo escalas no anunciadas en Cisjordania e Irak en un nuevo intento de diplomacia itinerante por Oriente Próximo para aumentar el flujo de ayuda a la Franja de Gaza y evitar que el conflicto entre Israel y Hamás desencadene una guerra mayor.
Las conversaciones de Blinken con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y su visita a Bagdad con el primer ministro iraquí -que se mantuvieron en secreto hasta el momento de su partida por motivos de seguridad- se vieron eclipsadas por la intensificación de la campaña militar israelí en Gaza, ataques que han llevado a los militantes de Hezbolá en Líbano, respaldados por Irán, a incrementar sus propios ataques con cohetes.
“Era muy importante enviar un mensaje muy claro a cualquiera que intente aprovecharse del conflicto de Gaza para amenazar a nuestro personal aquí o en cualquier otro lugar de la región”, declaró Blinken a los periodistas. “No lo hagan”.
Blinken dijo que había tenido una reunión productiva con el primer ministro iraquí Mohammed Shiaa al-Sudani. y una declaración posterior de su departamento dijo que los líderes habían discutido asegurarse de que los habitantes de Gaza tienen acceso a alimentos y agua. También reiteraron que los palestinos no deben ser desplazados a la fuerza fuera de Gaza, incluso cuando Israel ha presionado para que Egipto los traslade a campos de tiendas de campaña durante el resto del conflicto.
La visita de Blinken a la capital iraquí tenía también por objeto reforzar la asociación en virtud de la cual Irak acoge a unos 2.500 soldados estadounidenses. Este hecho se ha convertido en una fuente de tensiones crecientes, con el telón de fondo de los repetidos ataques contra las fuerzas militares estadounidenses en el país y en Siria por parte de lo que las autoridades estadounidenses han calificado de grupos apoyados por Irán.
Una milicia chiíta con base en Irak había amenazado con intensificar los ataques si Blinken visitaba el país.
“Dejé muy claro que los ataques y las amenazas procedentes de milicias alineadas con Irán son totalmente inaceptables y que tomaremos todas las medidas necesarias para proteger a nuestro pueblo”, declaró.
En Ramala, Blinken dijo a Abbas que Estados Unidos cree que la Autoridad Palestina debe desempeñar un papel central en una Gaza posterior a Hamás, según un alto funcionario del Departamento de Estado. Es importante que la Autoridad Palestina tenga “un papel protagonista” en esos planes, dijo Blinken en Bagdad.
Abbas dijo que “subrayó que la Franja de Gaza es parte integrante del Estado de Palestina” e instó a una solución global para Cisjordania y Gaza.
Mientras Blinken hablaba en Irak, Israel declaró que sus tropas habían rodeado completamente la ciudad de Gaza, aislando de hecho la parte norte de la franja del sur, con Internet y otras comunicaciones bloqueadas. El portavoz del ejército israelí, el contralmirante Daniel Hagari, declaró que se estaban atacando objetivos aéreos y terrestres.
Blinken y Abbas se han reunido dos veces desde que estalló la guerra el 7 de octubre, cuando militantes de Hamás atacaron comunidades israelíes, mataron a 1.400 personas y secuestraron a cientos.
Las tropas israelíes se han adentrado en Gaza y han librado encarnizados combates con combatientes de Hamás, calificada de organización terrorista por Estados Unidos y Europa.
Blinken informó a Abbas de sus conversaciones con el gobierno israelí e insistió en la presión de Estados Unidos para evitar daños a civiles, según el funcionario estadounidense.
También reafirmó el compromiso de Estados Unidos de proporcionar ayuda humanitaria a la población civil de Gaza y su oposición a cualquier desplazamiento forzoso de palestinos, según declaró en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
Los ataques de Israel han matado a más de 9.000 personas en Gaza, según el Ministerio de Sanidad dirigido por Hamás. El territorio asediado ha recibido un goteo de ayuda en las últimas dos semanas a través del paso fronterizo de Rafah con Egipto.
El sábado, Blinken y sus homólogos egipcio y jordano discreparon públicamente sobre la necesidad de un alto el fuego. Los ministros de Asuntos Exteriores árabes afirmaron que la situación humanitaria en Gaza exige un cese inmediato de la guerra.
Blinken pidió “pausas humanitarias” limitadas para permitir la entrega segura de ayuda y la protección de los civiles, pero advirtió que un alto el fuego sólo permitiría a Hamás reanudar sus ataques contra Israel. El gobierno de Biden ha insistido repetidamente en el derecho de Israel a la autodefensa.
Blinken también se detuvo durante el fin de semana en Tel Aviv y Ammán (Jordania) para hablar de la situación humanitaria en Gaza y de lo que viene después en el conflicto. Su visita a Irak, llevada a cabo bajo fuertes medidas de seguridad y sin previo aviso hasta minutos antes de su partida, siguió a una visita igualmente vigilada a Ramala.
Blinken se dirige ahora a Ankara. Desde allí viajará a Tokio para asistir a una reunión de Ministros de Asuntos Exteriores del Grupo de los Siete y mantener conversaciones con funcionarios japoneses.
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