Santiago — Bolivia rompió sus relaciones diplomáticas con Israel tras la intensificación de los ataques contra la Franja de Gaza. La ofensiva militar israelí ha sido “agresiva y desproporcionada”, dijo a la prensa el viceministro boliviano de Asuntos Exteriores, Freddy Mamani, el martes en La Paz.
El vicecanciller pidió el “cese de los ataques contra el pueblo palestino” y condenó el trato “hostil” de Israel hacia los encargados de las organizaciones internacionales que otorgan ayuda humanitaria en la zona en conflicto.
La ministra de la Presidencia y canciller interina, María Nela Prada, dijo que en Gaza se estarían “cometiendo crímenes de lesa humanidad” contra la población palestina e hizo un llamado a lograr una solución definitiva.
Bolivia es el primer país latinoamericano en romper relaciones diplomáticas a raíz del conflicto iniciado el 7 de octubre cuando Hamás lanzó un sorpresivo ataque contra Israel que dejó más de 1.400 personas muertas.
Chile y Colombia llaman a consulta a sus embajadores
Los gobiernos de izquierda de Chile y de Colombia retiraron a sus embajadores en Israel, Jorge Carvajal y Margarita Manjarrez, respectivamente.
El presidente chileno, Gabriel Boric, dijo que su decisión fue tomada ante las “inaceptables violaciones” al derecho internacional humanitario en Gaza. En un comentario en su cuenta en X (antes Twitter), el mandatario –citando cifras de Unicef– afirmó que unos 420 niños estarían siendo heridos o asesinados diariamente en la zona en conflicto por el Estado israelí, dirigido por el primer ministro Benjamín Netanyahu.
Boric aseguró que están apoyando las acciones impulsadas por las Naciones Unidas para conseguir un alto al fuego y seguirán buscando vías de colaboración para “detener esta masacre”, al tiempo que condenó los ataques y secuestros cometidos por Hamás.
Gustavo Petro, presidente de Colombia, indicó que llamó a consulta a su embajadora porque si Israel no detenía “la masacre del pueblo palestino”, no podían seguir allí.
Las críticas internacionales contra Israel han crecido tras su operación terrestre en Gaza, la primera de gran escala desde 2014 y la mayor registrada hasta ahora en esta zona de acuerdo con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU. De momento, las muertes ascienden a más de 8.500 tras la incursión militar, de las cuales su mayoría son niños y mujeres, según el Ministerio de Sanidad gazatí.
Días atrás, Netanyahu descartó un alto al fuego, ya que considera que esto sería rendirse ante la organización islamista Hamás, calificada como terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, que mantiene a cientos de rehenes israelíes.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, Lior Haiat, aseguró, en una publicación en X, que la decisión de Bolivia de romper relaciones significa una “rendición ante el terrorismo y al régimen de los Ayatolás en Irán”.
Haiat también pidió a Colombia y Chile condenar “explícitamente a la organización terrorista Hamás, que masacró y secuestró a bebés, niños, mujeres y ancianos” y que “apoyen el derecho de un país democrático a proteger a sus ciudadanos y exijan la liberación inmediata de todos los secuestrados y no que se alineen con Venezuela e Irán, en apoyo al terrorismo del Hamás”.
Las decisiones de los gobiernos de Boric y Petro de llamar a consulta a sus embajadores en Israel se producen en vísperas de que los mandatarios se reúnan con su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, en Washington, en el marco de la primera versión de la Cumbre de Líderes de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP). El presidente de EE.UU. está abogando por una “pausa” en los combates de Gaza para rescatar a los rehenes de Hamás.
(Nota actualizada el 02 de noviembre con los comentarios del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, Lior Haiat, sobre las decisiones de Bolivia, Chile y Colombia).