Bloomberg — Es algo que ocurre habitualmente al final de las reuniones en línea: Cuando una persona dice adiós con la mano, sus compañeros le siguen. Por qué hacemos esto aún, prácticamente cuatro años después de la incorporación del trabajo a distancia, constituye uno de los misterios del mundo laboral moderno.
A juicio de ciertos expertos en conducta humana y comunicación, el denominado “saludo Zoom” emergió como consecuencia de nuestra necesidad de recrear los lazos sociales interrumpidos por la pandemia. Otros consideran simplemente que es una forma de indicar que la reunión ha concluido antes de abandonar el lugar de forma digital. Hay quien saluda solo por educación, a otros les gusta. Sea cual sea el motivo, es un rito de trabajo a distancia tan común como vestir un pantalón de deporte con una camisa de trabajo (lo que se conoce como “Zoom mullet (tipo de corte de cabello)”).
“Me encanta saludar”, explica Erica Keswin, autora y estratega laboral. “A las personas nos gusta saber cuando algo empieza y finaliza. Estos inicios y finales conforman lo que yo denomino “ritual principal de bienestar”, y los rituales nos transmiten una sensación de pertenencia y relación.”
No es la única. Según un sondeo realizado este mes por la red profesional Fishbowl, el 55% de los trabajadores saludan con su mano. Este porcentaje es menor que el 57% que declaró que lo hacía en 2022 en un sondeo de Zoom Video Communications Inc. (ZM) y de los 3 de cada 4 que lo dijeron en 2021. Este descenso paulatino, conforme retrocedía la pandemia y millones de personas retornaban a su puesto de trabajo, no es motivo de sorpresa para Susan Wagner Cook, profesora asociada del Departamento de Ciencias Psicológicas y Cerebrales de la Universidad de Iowa y directora del Laboratorio de Comunicación, Cognición y Aprendizaje.
“A medida que disminuye la necesidad de conexión de las personas, es menos probable que saluden”, dijo Cook, quien ha pasado años estudiando por qué y cómo los humanos usan gestos con las manos (desde el saludo amistoso hasta el dedo medio hostil) para comunicarse y conectarse.
Sin embargo, Cook y otros expertos no prevén que el saludo desaparezca por completo. Una razón importante es algo llamado “resonancia motora” : cuando una persona saluda, es casi automático devolverle el saludo. Múltiples estudios de psicología social muestran que es más probable que seamos empáticos y cooperativos con las personas con las que hemos sincronizado movimientos, y la empatía y el trabajo en equipo fueron cosas que muchas organizaciones lucharon por inculcar durante los días estresantes de los encierros por Covid-19.
“En una videollamada, las últimas impresiones son tan importantes como las primeras, y saludar envía una señal de que otros pueden sentirse seguros en nuestra presencia”, dijo Darren Murph, asesor de trabajo híbrido que ahora maneja las comunicaciones estratégicas en el fabricante de automóviles Ford Motor Co (F).
La dinámica de las reuniones virtuales versus las presenciales también juega un papel en el saludo, según Jesper Aagaard, profesor asociado de psicología y ciencias del comportamiento en la Universidad de Aarhus en Dinamarca. Después de una reunión cara a cara, existe el llamado período intersticial en el que las personas se quedan y charlan mientras salen juntas. Pero las videollamadas terminan abruptamente, por lo que debemos despedirnos todos de una vez. “Esto, a su vez, le da una cualidad exagerada y caricaturesca al saludo Zoom”, dijo Aagaard.
Es la torpeza del saludo lo que desanima a algunas personas, pero al no saludar, los trabajadores corren el riesgo de ser vistos como groseros. “Me molesta cuando saludo y la gente no me devuelve el saludo”, dice Molly Beck, fundadora y CEO del fabricante de software de comunicaciones empresariales WorkPerfectly. “Lo compararía con cuando le abres la puerta a alguien y no te dice gracias”.
En otras palabras, dijo Cook, el costo cultural de ser percibido como descortés “supera este sentimiento momentáneo de ‘¿Soy un bicho raro?’”
Algunos trabajadores son vacilantes condicionales. Cali Williams Yost , estratega de trabajo flexible, dice que saluda cuando hace Zoom con nuevos contactos, casi como un gesto de “encantado de conocerte”. Pero si es el mismo grupo todas las semanas, “rara vez alguien saluda, incluyéndome a mí”. Para otros, lo que importa es el tipo de saludo. " Recomiendo el saludo rápido, como si otro automóvil te dejara pasar primero en una intersección concurrida, no el tipo de ola lenta si estuvieras en una carroza de desfile”, dijo Beck. Y mientras ella saluda con una mano, Beck abandona la llamada con la otra.
“Es un poco vergonzoso, agresivamente cursi y no tiene otro propósito que el de reconocer sinceramente a las otras personas en la llamada”, escribió el periodista Justin Pot en una publicación de blog de 2021 sobre los saludos de Zoom en el sitio web de Zapier, un fabricante de software empresarial totalmente remoto. cuyo personal a menudo despliega el saludo Zoom. “Pero por eso es genial. Nadie debería sentirse mal por hacerlo”.
No todo el mundo está de acuerdo, pero es probable que los trabajadores no se despidan del saludo Zoom en el corto plazo.
“Los seres humanos se adaptan a los medios y algunos de los hábitos que han evolucionado para gestionar la extrañeza de las videoconferencias han perdurado”, dijo Jeremy Bailenson, director fundador del Laboratorio Virtual de Interacción Humana de la Universidad de Stanford, que ha estudiado otro fenómeno del trabajo remoto: la fatiga de Zoom, el cansancio sufrido por las videoconferencias todo el día. “El saludo puede estar con nosotros por algún tiempo”.
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