Bloomberg — Las ventas de casas nuevas en EE.UU. aumentaron en septiembre al ritmo más rápido desde principios de 2022, lo que sugiere que todavía hay cierto apetito por las casas a pesar de la subida de los tipos hipotecarios.
Las compras de nuevas viviendas unifamiliares aumentaron un 12,3% a un ritmo anualizado de 759.000 el mes pasado, según mostraron los datos del gobierno el miércoles. La cifra superó todas las estimaciones de una encuesta de Bloomberg entre economistas.
En general, el mercado de viviendas nuevas se ha mantenido firme a pesar de los elevados tipos hipotecarios y de los altos precios de la vivienda. Aunque estos factores corren el riesgo de apartar a más compradores potenciales, la falta de anuncios en el mercado de reventa ha sostenido hasta ahora la demanda de nuevas construcciones.
Ante el aumento de los tipos hipotecarios, el constructor PulteGroup Inc. “ha respondido con ajustes en el producto, los precios y los programas de incentivos que abordan con éxito el mayor problema de los consumidores: la asequibilidad”, dijo el martes el consejero delegado Ryan Marshall en la llamada de resultados de la empresa.
El precio medio de venta de una vivienda nueva bajó a 418.800 dólares, según el informe de la Oficina del Censo y el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano. A pesar del descenso, sigue estando muy por encima de los niveles anteriores a la pandemia.
Las cifras publicadas el miércoles mostraron que los tipos hipotecarios se acercan al 8%. Según la Asociación de Banqueros Hipotecarios, el tipo medio contratado para una hipoteca fija a 30 años subió al 7,9% la semana pasada, lo que hizo descender una medida de las solicitudes para financiar una compra hasta el nivel más bajo desde 1995.
Los datos mostraron que había 435.000 viviendas en venta a finales del mes pasado, la cifra más alta desde febrero. Esto representa 6,9 meses de oferta al ritmo actual de ventas, el menor desde principios del año pasado.
Las ventas de viviendas nuevas se consideran un barómetro más oportuno que las compras de viviendas de segunda mano, que se calculan cuando se cierran los contratos. Esas ventas cayeron en septiembre al nivel más bajo desde 2010, a medida que el mercado se deterioraba aún más.
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