China y Latinoamérica: ¿cómo evoluciona la relación comercial con el gigante asiático?

China es un gran demandante de commodities y hay países de la región que están fuertemente atados a lo que suceda allá, ¿pero cuáles dependen más?

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China es actualmente la segunda economía del mundo y su peso en América Latina es importante, al punto que todo lo que sucede allí tiene impacto en algunos países de la región, cuyas economías están directamente ligadas a las exportaciones que viajan al gigante asiático.

Chile y Perú tienen la mayor exposición a China como socios comerciales en América Latina, principalmente debido a la exportación de minerales. Los siguen Brasil y Uruguay y, en menor medida, Argentina y Colombia. Prueba de ello es que buena parte del salto que sufrió el peso chileno en los últimos meses es atribuido por operadores de mercado al zigzagueante funcionamiento de la economía china, al calor de la crisis inmobiliaria que atraviesa al país.

Claro está, este no es el único factor, ya que muchas monedas emergentes se vienen depreciando frente al dólar, pero sí amplificó lo que sucede en Chile, donde las exportaciones de cobre a China manejan el humor del mercado.

Según un informe del bróker argentino Balanz Capital, la mayor influencia de China en la región corrió del eje a Europa y a Estados Unidos como principales socios comerciales. Desde el 2000 a 2022, China se posicionó como el principal socio comercial de las economías del Cono Sur.

Este estudio evalúa el vínculo de China con seis países latinoamericanos: Argentina, Brasil, Colombia, México, Perú y Uruguay.

China no solo ha aumentado su relación comercial, sino que también ha invertido en industrias estratégicas en América Latina, como la minería y la energía.

Los más dependientes en materia de exportaciones

“Chile y Perú tienen la mayor exposición a China en términos de socios comerciales. Como porcentaje de las exportaciones totales, Chile y Perú encabezan la lista, con un total de 39% y 36%, respectivamente, y donde los minerales representan un 27% y 28%, respectivamente, del total de sus exportaciones durante el año 2022″, sostiene Balanz Capital.

Les siguen de cerca Brasil y Uruguay, con un 26,8% y un 21% de sus exportaciones dirigidas a China.

Sin embargo, al igual que ocurre en Argentina (país para el cual China representa un 9% de sus exportaciones), los productos alimentarios son el principal bien exportado. En el caso de Uruguay y Argentina, sus exportaciones de alimentos a China representan un 20% y 7% de sus exportaciones totales, respectivamente”.

En México la incidencia de China, en lo que refiere a comercio, es más baja que en el resto, ya que las empresas mexicanas tienen más aceitado que el resto el vínculo con Estados Unidos.

Dependencia en materia de inversión directa

En el transcurso de los últimos tres años, Argentina y Brasil han emergido como los países con una mayor influencia de la inversión directa proveniente de China. En concreto, un 22% de la inversión extranjera directa (IED) total recibida por Argentina y un 11% por parte de Brasil provienen de China.

Por otro lado, en Perú, México y Chile, la IED proveniente de China representó un 9%, 7% y 6%, respectivamente, del total de la IED recibida en cada uno de estos países. Cuando se observa la distribución por sectores, se aprecia que Argentina, Perú y Colombia recibieron inversiones chinas relacionadas al sector de minerales por un porcentaje de 56%, 36% y 33%, respectivamente, de estos flujos.

En cambio, México y Uruguay se destacan en la industria automotriz, donde un significativo 44% de la IED de China se dirige a esta área en Uruguay, mientras que en México suecede con el 29%. Por último, Chile concentra sus inversiones chinas en el sector de energía, mientras que Brasil experimenta una diversificación de flujos a lo largo de diversas industrias.

Peso en las acciones de Argentina y Colombia

Según Balanz Capital, una mayor desaceleración económica en China generaría mayores presiones en las monedas de la región vía un deterioro en sus términos de intercambio, afectando por lo tanto los retornos en dólares de los índices accionarios. En cuanto a la sensibilidad de las acciones de la región a las de China, México es el menos expuesto, mientras que Argentina y Colombia muestran el mayor grado de sensibilidad.

¿Qué sucede con la economía de China?

Según describió un artículo reciente de Bloomberg, la economía de China cobró impulso el trimestre pasado a medida que la gente aumentó el gasto en todo, desde restaurantes y alcohol hasta los coches, compensando un lastre de la crisis inmobiliaria.

El Producto Interno Bruto (PIB) de los tres meses que finalizaron en septiembre creció un 4,9% interanual y un 1,3% respecto al trimestre anterior, superando con creces las expectativas de los economistas, ya que los estímulos del gobierno parecen haber arraigado. Las cifras se vieron impulsadas por el fuerte crecimiento de las ventas al por menor el mes pasado, que registraron el mayor aumento desde mayo. La tasa de desempleo fue la más baja en casi dos años.

“A corto plazo, al menos una cosa está clara: el crecimiento de China ha tocado fondo”, declaró Zhou Hao, economista jefe de Guotai Junan International en Hong Kong. “Aunque el riesgo de un crecimiento más lento para el próximo año sigue sobre la mesa, el impulso económico a corto plazo ha despejado al menos algunos de los nubarrones sobre la economía”.

Sin embargo, Giovanny Pino, estratega de mercados XTB Latam, advirtió en un informe reciente que el precio del cobre enfrenta desafíos a pesar del crecimiento del PIB en China, principalmente debido al reciente incumplimiento de la promotora china Country Garden, lo que ha generado preocupación en las empresas del país.

La incertidumbre en el mercado inmobiliario y una demanda interna debilitada se perfilan como los principales riesgos para el crecimiento económico de China”, indicó Pino.

En definitiva, existen enormes dudas sobre el vigor del crecimiento chino y las reacciones a los estímulos por parte del Gobierno.