Cómo reaccionaron el dólar blue, el MEP y el CCL al triunfo electoral de Sergio Massa

La divisa informal se mantiene como la más cara del mercado, mientras el contado con liqui se ubica por debajo de los $1.000

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Buenos Aires — Las elecciones del domingo 22 de octubre arrojaron un panorama muy diferente al que se preveía en los últimos meses y algunos analistas consideran que la magra performance electoral de Javier Milei, quien llega al balotaje con menos del 30% de los votos, perjudica sus chances y, por ende, la probabilidad de una dolarización. En este contexto, los temores de los dólares paralelos abriendo el lunes 23 de octubre con una contundente presión alcista no se materializaron.

El dólar blue se ubica en $1.050 para la punta compradora y $1.100 para la venta. Durante los últimos días de la semana pasada no hubo referencia para el precio de la divisa en este mercado, ya que el Gobierno presionó a las cuevas para que no operaran. La información en la City era tan imprecisa que en simultáneo corrían versiones de un dólar blue a $900 y otras de un precio de $1.200.

En tanto, el dólar contado con liqui (CCL) tiene una fuerte caída y se mueve hoy en torno a los $910, lo que implica un retroceso de más del 18% respecto de la cotización del viernes.

Asimismo, el MEP avanza 2,3% y se ubica arriba de $919. Este desfasaje entre los movimientos del MEP y el CCL pueden estar justificados porque, tras las elecciones, el Banco Central pudo haber relajado su participación en el mercado cambiario financiero.

¿Qué proyectan los analistas para los próximos días?

Un informe del bróker Aurum Valores destaca que el resultado del 22 de octubre aleja la posibilidad de dolarización (algo que podría haber tenido más probabilidades si Milei ganaba en primera vuelta o quedaba primero con mucha ventaja), pero, al mismo tiempo consolida la demanda de divisas por la persistencia de emisión por un tiempo más.

Por su parte, desde la consultora 1816 sostuvieron que los tipos de cambio paralelos corregirán habiendo bajado las chances de una dolarización como plan A de la política económica.

Esto no quiere decir que la volatilidad del peso sea parte del pasado, ya que tan pronto transcurra la reacción inicial, la demanda de cobertura seguirá siendo susceptible a la incertidumbre del ciclo electoral y los tipos de cambio financieros se moverán a la par de las declaraciones de los candidatos, alianzas políticas y encuestas, entre otros factores”, sentenció el informe de 1816.