Bloomberg — El principal banquero central de Brasil cree que las plataformas de moneda digital, como la popular aplicación de pago instantáneo de la autoridad monetaria, acabarán sustituyendo a las tarjetas de crédito y otros instrumentos financieros tradicionales.
“La tarjeta de crédito del futuro será dinero programable. Ya no vas a tener una tarjeta”, dijo el viernes el jefe del banco central, Roberto Campos Neto, en un evento organizado por la Americas Society/Council of the Americas en Miami. “No vas a pagar a las grandes compañías de tarjetas de crédito la cantidad de dinero que pagas hoy, porque vas a poder hacerlo de una manera mucho más fácil y rápida”.
Pix, el sistema de pago digital que el banco central lanzó a finales de 2020, ya ha superado a las tarjetas de crédito y débito como método de pago preferido en Brasil, registrando más de 8.000 millones de transacciones en el primer trimestre de este año.
Integrado en las aplicaciones bancarias y de fácil acceso en los teléfonos inteligentes, es utilizado por más de 141 millones de brasileños particulares y casi 13 millones de empresas. Su popularidad no ha dejado de crecer gracias a su facilidad de uso y a sus ventajas frente a las tarjetas de crédito, tanto para los consumidores como para las empresas: A principios de octubre, Pix batió el récord de 163 millones de transacciones en un solo día.
Pero es sólo una parte de la revolución de la moneda digital que Campos Neto ve desarrollarse en los próximos años.
El Banco Central de Brasil ya está impulsando nuevas ideas: Tiene dos empresas trabajando actualmente en plataformas de monederos digitales, dijo. La autoridad monetaria también ha seguido desarrollando tanto una moneda digital como un sistema financiero abierto que permite a los particulares compartir información crediticia con distintos bancos.
Campos Neto reconoció que los bancos no han desarrollado o adoptado algunas de sus ideas -como un “monedero offline” que permitiría a los consumidores acceder y transferir dinero sin señal de Internet o teléfono- con la rapidez que él esperaba.
Pix, sin embargo, ha seguido evolucionando desde su tan anunciado debut, y el banco central ha añadido recientemente la posibilidad de devolución de efectivo a los consumidores en la caja registradora. También está avanzando hacia la posibilidad de pagos a plazos, una característica común de las tarjetas de crédito brasileñas.
“La idea es que Pix sea programable, así que las oportunidades son infinitas”, dijo, señalando los pagos automáticos y programados como dos transacciones que sistemas como éste pueden facilitar.
La creciente popularidad de Pix en Brasil ha despertado el interés de los responsables políticos de Chile, Colombia, Perú y Uruguay, que tratan de impulsar las opciones de pago digital. Empleados del banco central de Brasil se han reunido con sus homólogos regionales para explicar el desarrollo de la plataforma.
La Reserva Federal siguió recientemente los pasos de Brasil con la puesta en marcha de su servicio de pagos FedNow en EE.UU., mientras que organizaciones mundiales como el Banco de Pagos Internacionales también han estudiado la plataforma.
Campos Neto destacó la capacidad de la aplicación para promover la inclusión financiera, afirmando que ha permitido a 70 millones de personas entrar en el sistema bancario y sugiriendo que futuros desarrollos podrían ayudar a integrar aún más.
“La tecnología es la herramienta más democratizadora que existe”, afirmó.
