LatAm podría espantar a inversores de 5G por espectro caro y poca cantidad disponible

Una de las principales conclusiones es que el costo total del espectro, que equivale a la suma de los precios de asignación más las tasas anuales, se disparó un 40% en los últimos 12 años en Latinoamérica

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Bogotá — Latinoamérica está avanzando hacia las tecnologías de 5G con altos precios de espectro que, en vísperas de los nuevos procesos de licitación, podrían generar incertidumbre al afectar las decisiones de inversión e imponer restricciones de capital y financieras, concluyó un reporte de la asociación global de la industria móvil GSMA.

El reporte de GSMA concluye que el espectro, que es la autopista digital por la que confluyen las telecomunicaciones, no solamente es caro, sino que además las cantidades disponibles están por debajo de las referencias internacionales.

El documento titulado La gestión del espectro en América Latina: Impactos sobre el desarrollo económico y social, se realizó a partir del análisis de más de 2.300 instancias de asignación en 112 países entre 2010 y 2022.

El 5G, o quinta generación de tecnología de red móvil, es la última evolución de los estándares de comunicación inalámbrica y representa una mejora significativa con respecto a las generaciones anteriores en términos de velocidad, capacidad, latencia y eficiencia energética.

En un contexto donde los ingresos van a mantenerse estables o incluso se pueden reducir, una asignación eficiente de espectro en condiciones ajustadas a la realidad del mercado puede servir para garantizar el despliegue de nuevas tecnologías y apoyar la mejora de la calidad de las redes existentes, permitiendo profundizar en la universalización de los beneficios de la tecnología móvil.

GSMA

De cara a la implementación en los distintos mercados, GSMA cuestiona que algunos Gobiernos de la región dan prioridad a otros objetivos por encima de una gestión eficiente del espectro.

Una de las principales conclusiones es que el costo total del espectro, que equivale a la suma de los precios de asignación más las tasas anuales, se disparó un 40% en los últimos doce años en Latinoamérica.

Esto contrasta con el hecho de que entre 2010 y 2022 los ingresos recurrentes del mercado se redujeron alrededor del 50% en términos corrientes.

Esto, a su vez, derivó en que la incidencia del costo del espectro sobre los ingresos recurrentes (CPRR) prácticamente se triplicara en la región.

“Un caso destacado en este sentido es Ecuador, donde las tasas anuales se fijaban por criterios que no reflejaban la evolución del mercado, con lo que el CPRR pasó de 10% en 2010 a aproximadamente 18% en 2022. Ante esa situación, el regulador estableció un nuevo reglamento que logrará reducir la incidencia en 6 p.p. en los próximos años”, recordó GSMA.

Los autores del reporte asocian esta desconexión entre el costo del espectro y los ingresos de los operadores al diseño de las políticas públicas.

Por lo anterior, advierten que “las nuevas asignaciones de 5G y las renovaciones de licencias existentes van a determinar el éxito de la transformación digital en la región”.

Las estimaciones apuntan a que se van a necesitar alrededor de 2 GHz de espectro en bandas medias para 2030 en la mayoría de los mercados.

Costo total del espectro 5G podría aumentar un 15%

Además, el alto costo de las tasas anuales fijadas provocó la devolución de espectro por parte de operadores y la no asignación de espectro en subastas recientes en mercados clave de la región como México.

“El costo total ajustado por ingresos del sector y cantidad de MHz asignados duplica con creces los valores de la Unión Europea y los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)”, indica el informe.

GSMA explica que si se replica la tendencia observada en algunos países de la región, el costo total del espectro 5G podría aumentar un 15% en los próximos cinco años.

Los autores del informe advierten que, “cuando los costos del espectro se fijan por encima de su valor real de mercado, se generan distorsiones sobre los incentivos a la inversión, y esto tiene consecuencias”.

En este sentido, se refieren a simulaciones del impacto de una reducción del CPRR en mercados como México, Ecuador, Colombia, Argentina, Perú y Paraguay, que mostraron que “mejoras significativas en la calidad de red y la velocidad de despliegue de cobertura en el país serían posibles”.

Bajos niveles de asignación de espectro

En la región, países como Brasil, Chile, República Dominicana y Uruguay ya han subastado frecuencias para desplegar 5G .

Y al menos siete países ya han programado o abierto consultas públicas para las licitaciones de espectro en tecnologías 4G o 5G.

No obstante, en bandas bajas se tiene que la región está un 30% por debajo del nivel de asignaciones de la Unión Europea y la OCDE en promedio.

La cantidad de espectro disponible también tiene efectos sobre la expansión de la cobertura y la calidad de la experiencia del usuario final.

GSMA

Países como Venezuela, Costa Rica, Guatemala y El Salvador están rezagados, ya que tienen la menor asignación de espectro en bandas bajas de la región.

Y en bandas medias Latinoamérica está un 50% por debajo de los países de referencia, siendo Panamá, Guatemala, Ecuador, Bolivia y Nicaragua los de menor asignación.

En la otra cara, Chile (1.200 MHz en la banda de 26 GHz) y Brasil (1.800 MHz en licencias de cobertura nacional y un promedio de 200 MHz por licencia regional entre los diferentes participantes) son los únicos mercados en la región que ya asignaron bandas milimétricas.

Pero “en líneas generales, la región está por debajo de los benchmarking en todas las bandas, con déficits similares en bandas bajas como medias” y “esta realidad implica que el despliegue de redes en América Latina es de por sí más complejo y costoso, ya que se dispone de menos espectro, incrementando la necesidad de invertir en estaciones base”.

Según GSMA, esto puede ser problemático en un momento en el que el tráfico por suscriptor crece exponencialmente.

Por lo anterior, concluye que “la falta de espectro no permite que la capacidad de las redes en la región acompañe la tendencia de cambio en los hábitos de consumo de los usuarios, afectando la calidad del servicio y el costo necesario para acomodar el crecimiento en la demanda de datos móviles, tanto en zonas urbanas como en zonas rurales”.