Bloomberg — El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sugirió que Israel no fue responsable de la mortal explosión en un hospital de la ciudad de Gaza que mató a cientos de personas y amenazó con sumir a la región en el caos.
“Estoy profundamente entristecido e indignado por la explosión en el hospital”, dijo Biden al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, poco después de aterrizar en Tel Aviv. “Y basándome en lo que he visto parece que fue hecha por el otro equipo”.
Biden añadió que había “mucha gente ahí fuera que no estaba segura” de quién había sido el responsable. El ataque, que suscitó la condena de los gobiernos árabes, que culparon a Israel, complicará los esfuerzos de Estados Unidos por contener el conflicto. Israel y Hamás - denominado grupo terrorista por EE.UU. y Europa - intercambiaron culpas por el atentado.
Arabia Saudita, Turquía, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos estuvieron entre los países que condenaron el ataque y culparon a Israel por ello, y se canceló una cumbre entre Biden, el rey Abdullah II de Jordania, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, y Abdel Fattah El-Sisi de Egipto.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo que al menos 500 personas murieron en la explosión, que atribuyó a un ataque aéreo israelí. El ejército israelí dijo que el hospital había sido alcanzado en un intento de ataque con misiles por parte del grupo militante Jihad Islámica con sede en Gaza, mientras que el Pentágono dijo que no tenía información inmediata sobre quién era el responsable.
Estallaron protestas en varias ciudades importantes de la región.
Sube el petróleo
En los mercados globales, los inversores buscaron la seguridad del oro, que saltó al nivel más alto en cuatro semanas, mientras que el petróleo crudo subió por encima de los US$88 el barril. Un conflicto más amplio podría poner en peligro los flujos de crudo, endureciendo aún más lo que era un mercado petrolero ya tenso tras meses de recortes de suministro de la OPEP+. Irán ya advirtió sobre el alcance de una escalada, diciendo a principios de esta semana que tal resultado se estaba volviendo “inevitable”.
El shekel se mantuvo estable en las primeras operaciones, luego de pérdidas de más del 4% desde el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre. A última hora del martes, el Banco de Israel subrayó la urgencia de estabilizar el shékel tras su caída a su nivel más bajo en ocho años, cambiando las expectativas entre economistas y operadores que apostaban a un gran recorte de las tasas de interés tan pronto como la próxima semana.
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