Bloomberg — El volumen de nuevos pedidos de VE de Volkswagen AG no logró alcanzar los objetivos de la compañía con respecto al tercer trimestre, en un entorno de debilitamiento de la demanda global y de reticencia de los consumidores en Europa a adquirir vehículos impulsados por baterías.
“La cifra de pedidos se encuentra ahora por debajo de los objetivos fijados como consecuencia de una evolución global del mercado menor a la prevista”, afirmó este viernes Hildegard Wortmann, responsable de ventas de la empresa automovilística.
Sus acciones descendieron hasta un 2,6% tras la publicación de los resultados, que incluían un descenso del 5,8% en las entregas de la empresa en China.
El principal fabricante de automóviles de Europa apunta a que las ventas de VE constituirán entre un 8% y un 10% de sus ventas totales en 2023, en comparación con el 11% que se había fijado anteriormente. En vista del debilitamiento de la demanda, la compañía ha debido despedir a trabajadores eventuales y reducir turnos en sus plantas de Alemania en recientes semanas.
Para competir con los automóviles de Tesla Inc. (TSLA) y el auge de los vehículos eléctricos chinos menos costosos, el CEO Oliver Blume ha encargado a la gerencia y a los representantes laborales que encuentren formas de controlar los costos inflados y las ineficiencias de su marca homónima en dificultades. La compañía todavía enfrenta una transición masiva mientras persigue su objetivo de que los vehículos eléctricos representen la mitad de todas las ventas para 2030.
Las ventas generales en Europa y América del Norte ayudaron a compensar una caída en China durante los tres meses hasta septiembre. El director de VW China, Ralf Brandstaetter, dijo que el lanzamiento del ID.7 totalmente eléctrico en la segunda mitad del año debería ayudar a las ventas en Asia en los próximos meses.
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