Bloomberg — Estados Unidos colabora con las Naciones Unidas y otros organismos internacionales de ayuda para establecer zonas seguras en Gaza para los civiles palestinos, mientras Israel intensifica los ataques de represalia tras los atentados de Hamás, declaró el viernes un alto funcionario del Departamento de Estado.
Pero estos esfuerzos se complican por el historial del grupo militante de utilizar a civiles como escudos humanos, dijo el funcionario.
Funcionarios estadounidenses e israelíes debatieron la apertura del paso fronterizo de Rafah para permitir a los estadounidenses y otros ciudadanos extranjeros salir de Gaza y entrar en Egipto mientras el Secretario de Estado Antony Blinken estaba en Tel Aviv el jueves, dijo el funcionario, añadiendo que los EE.UU. también está discutiendo tal medida con Egipto.
Los comentarios se producen después de que la ONU dijera que Israel ha advertido de que más de un millón de personas tendrán que evacuar el norte de Gaza en las próximas 24 horas, una petición que ha alarmado a las agencias de ayuda y sugiere que Israel está preparando una invasión terrestre completa de Gaza. Hamás, designado grupo terrorista por Estados Unidos y la UE, ha pedido a la población que se quede.
La incursión del grupo militante en Israel, acompañada del lanzamiento de miles de cohetes contra ciudades israelíes, ha provocado represalias militares por parte de Tel Aviv, incluidos ataques aéreos que han causado más de 1.000 muertos palestinos.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo el viernes que una evacuación en Gaza sería “una tarea difícil”.
“Teniendo en cuenta lo densamente poblada que está, teniendo en cuenta que es un escenario de combate, hay bombas que caen y ataques que se producen. Hay que desplazar a mucha gente en muy poco tiempo. Reconocemos el reto que supone”, declaró Kirby.
“Entendemos lo que están tratando de hacer y por qué están tratando de hacer esto, para tratar de aislar a la población civil de Hamás, que es su verdadero objetivo”, dijo de Israel.
Blinken, que está realizando una gira por Oriente Próximo para apoyar a Israel e intentar evitar que se agrave el conflicto, mantuvo reuniones en Jordania el viernes por la mañana y llegó a Doha (Qatar) el viernes por la tarde. Está intentando convencer a los líderes árabes de que utilicen su influencia para conseguir que Hamás libere a decenas de rehenes.
La misión diplomática estadounidense se complica por el hecho de que Blinken intenta convencer a los socios árabes de que calmen las tensiones en la región al mismo tiempo que Israel intensifica sus operaciones en Gaza, según el funcionario.
Uno de los problemas es que, si bien muchos países de la región tienen canales de comunicación con Hamás, no tienen conexiones estrechas con la milicia libanesa Hezbolá, respaldada por Irán, que ya se ha enfrentado a las fuerzas israelíes desde que comenzó esta nueva guerra en Oriente Próximo.
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