Bloomberg — El lunes, las Fuerzas de Defensa israelíes informaron de que habían matado a infiltrados armados que penetraban desde el país vecino, Líbano, en lo que constituye el tercer día de enfrentamientos tras el ataque sorpresa lanzado por militantes de Hamás desde Gaza sobre Israel.
Según la prensa estatal libanesa, cuatro individuos se introdujeron en Israel en las proximidades de la localidad de Dahira e intercambiaron tiros con soldados de ese país.
Según indicaron las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) en una publicación en X, antes denominada Twitter, sus fuerzas de seguridad, con el apoyo de helicópteros, siguen vigilando la zona en el norte israelí.
Ya el lunes, las IDF habían comunicado disparos de mortero procedentes del Líbano. Aunque los ataques no produjeron víctimas, subrayan el peligro de una intensificación de la violencia en una región lejana de donde han tenido lugar la mayor parte de los combates.
El sur del Líbano es un bastión de Hezbolá, un grupo militante que, al igual que Hamás, cuenta con el respaldo de Irán. Hezbollah libró una guerra con Israel en 2006 que dejó miles de muertos en ambos lados. Disparó cohetes contra Israel el domingo, pero negó haberlo hecho el lunes.
Las incursiones sorpresa de militantes de Gaza, que incluyeron la toma de decenas de rehenes, son el peor fracaso de inteligencia de Israel en 50 años.
El gobierno israelí ha acusado a Irán, que ha negado haber participado en los ataques.
Con la asitencia de Dana Khraiche.
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