Bloomberg — Los mortíferos atentados de militantes de Hamás, clasificado por EE.UU. como una organización terrorista, contra Israel han dirigido las miradas hacia Irán, con la posibilidad de provocar una escalada del conflicto entre los otros aliados de Teherán en Medio Oriente.
En un principio, Israel no creyó que el régimen iraní estuviera al corriente de esta operación, pero desde este lunes está analizando las pruebas de que sí lo estaba, según informó el ministro israelí de Asuntos Estratégicos, Ron Derme, en la cadena de televisión Bloomberg.
“Aún no está claro para nosotros que pudieran haberlo hecho, no obstante tengo que decir que ahora mismo están actuando para atraer a más grupos terroristas a esta lucha”, afirmó, indicando también que Irán es un importante patrocinador de Hamás, al que suministra dinero, equipamiento y entrenamiento.
“Irán está implicado, pero es preciso distinguir entre el aspecto de estrategia y el aspecto operacional”, explicó el general de división Amos Yadlin, ex jefe de la Dirección de Inteligencia Militar de las Fuerzas de Defensa de Israel. Se trata de una organización “que está apoyada por Irán, aunque no recibe órdenes de este”.
Un conflicto intensificado, aunque no involucre explícitamente a Irán, probablemente sustentaría los precios del petróleo más altos debido a la interrupción de los barcos que transitan por el Golfo Pérsico, rico en energía. También haría retroceder los esfuerzos diplomáticos liderados por Estados Unidos para aliviar las tensiones en la región.
Posición pública
Hamás es sólo uno de los muchos grupos respaldados por Irán en toda la región, que se extiende desde Irak y Siria hasta el Líbano y Yemen. En los últimos años, estos representantes han atacado instalaciones militares estadounidenses en Irak, sitios petroleros de Aramco en Arabia Saudita y barcos comerciales en el Golfo Pérsico, al tiempo que afirman un grado de separación del propio Teherán que ha ayudado a evitar una escalada hacia una guerra total.
Esta vez, Irán felicitó a Hamás por su operación, aunque negó su participación. Pero también se está preparando para amenazas, particularmente de Estados Unidos e Israel, que no creerán esa posición pública.
“Aquellos que amenazan a Irán se enfrentarán a una respuesta destructiva en caso de cualquier medida tonta”, dijo el lunes el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Nasser Kanaani, en una conferencia de prensa.
Respuesta calibrada
Israel ahora enfrenta un acto de equilibrio mientras intenta eliminar la amenaza en Gaza sin abrir otro frente con Hezbollah en el vecino Líbano, otra fuerza respaldada por Irán que generalmente presenta una amenaza militar mayor que Hamas.
“El deseo de Hezbolá es mantenerse al margen de la guerra, pero una destrucción generalizada de Gaza podría cambiar esa dinámica. Las potencias regionales están intentando mediar para evitar que surja una guerra a gran escala”. dijo Ayham Kamel, jefe para Medio Oriente y África del Norte de la consultora de riesgo político Eurasia Group.
Israel “calibrará cuidadosamente su respuesta a cualquier ataque de Hezbollah para evitar desencadenar una escalada significativa que exija aún más a las Fuerzas de Defensa de Israel”, dijo Sorana Parvulescu, jefa de análisis de riesgos geopolíticos para Europa, Medio Oriente y África de la consultora Control Risks.
El otro problema con una respuesta israelí de mano dura es que podría impulsar el reclutamiento de representantes iraníes en todo Medio Oriente, dijo Parvulescu.
“Es muy probable que la actual guerra paralela entre Israel e Irán se intensifique; estamos atentos a posibles desencadenantes de una escalada en Irak, Líbano, Siria y la región en general”.
Con la asistencia de Galit Altstein y Thomas Hall.
Lea más en Bloomberg.com
