Bloomberg — Las monedas de mercados emergentes se mantenían firmes después de un desplome de tres días, mientras que las acciones extendían sus pérdidas en medio de opiniones divididas sobre si la caída del miércoles en los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense significa el fin de la ola de revalorización global.
En este contexto, el banco central de Polonia recortó las tasas de interés en sólo 25 puntos básicos, lo que dio un impulso al esloti, que el miércoles llegó a subir 0,9% frente al euro. En Hungría, el florín avanzó el miércoles por primera vez en tres sesiones bursátiles.
El peso colombiano se hundía junto con el petróleo, y mostraba un desempeño inferior al de sus pares regionales. La moneda cruzó un umbral de soporte clave, de 4.244/USD, y alcanzó el nivel más bajo desde junio. Pero el peso aún es la mejor moneda del mundo en 2023, con una apreciación del 15%, lo que combinado con su baja liquidez lo convierte en un objetivo para la toma de ganancias en medio de la volatilidad global.
Por su parte, el peso mexicano subía junto con sus pares y el peso chileno recortaba sus avances de más temprano luego de que el cobre ampliara sus pérdidas.
--Con la colaboración de Wojciech Moskwa.
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