Bloomberg — Mientras los ministros de la OPEP+ se preparan para revisar los mercados mundiales del petróleo, el grupo no muestra signos de enfriar una escalada que ha llevado los precios cerca de los 100 dólares por barril.
El crudo se ha disparado más de un 20% en tres meses, mientras los líderes de la alianza, Arabia Saudí y Rusia, reducen la oferta y la demanda mundial de combustible bate récords. La subida amenaza con socavar la frágil economía mundial, perjudicar a los consumidores con otro repunte inflacionista y desbaratar los planes de los bancos centrales de concluir las subidas de los tipos de interés.
Sin embargo, los delegados de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios no esperan que la reunión del miércoles del Comité Ministerial Conjunto de Seguimiento recomiende ningún cambio de política. El ministro de Energía de Emiratos Árabes Unidos, Suhail al Mazrouei, dijo el lunes que la OPEP+ tiene “la política correcta”.
Los altos precios están suponiendo una ganancia inesperada para el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, ya que su reino derrocha en todo, desde ciudades futuristas y acuerdos internacionales de telecomunicaciones hasta futbolistas y golfistas de primera división. También son una fuente vital de ingresos extra para el presidente Vladimir Putin, mientras su país libra una guerra contra Ucrania.
Bob McNally, presidente de Rapidan Energy Group y ex funcionario de la Casa Blanca, declaró a Bloomberg: “El mercado del petróleo está sufriendo una fuerte contracción, pero aún habrá más”. “Todo depende realmente de lo que haga Arabia Saudí”.
Riad recortó la producción en 1 millón de barriles diarios en julio, profundizando los recortes anteriores realizados junto con la OPEP+ y situando la producción en su nivel más bajo en dos años, unos 9 millones de barriles diarios. Se comprometió a mantener ese límite hasta finales de año. Rusia ha prometido una reducción más modesta, de 300.000 barriles diarios.
Los dos líderes de la OPEP+ afirmaron que revisarán la decisión cada mes, pero hay pocas expectativas de que se produzcan cambios tras la reunión del comité de esta semana. La mayoría de los miembros de la OPEP+ no participan en los recortes adicionales de la producción que han impulsado la subida de los precios, lo que significa que cualquier ajuste emprendido por los saudíes y Rusia tiende a anunciarse en declaraciones separadas.
Al menos por ahora, los capos de la OPEP+ tienen motivos para mantener su dominio sobre la oferta. El crudo Brent, la referencia internacional, superó la semana pasada los 97 dólares por barril en 10 meses, pero desde entonces ha caído a cerca de 90 dólares en Londres, en medio de la preocupación por la fortaleza de la economía mundial.
Vaciar los depósitos
Al restringir el suministro justo cuando el consumo se recupera de la pandemia, los recortes están agotando los inventarios de petróleo en todo el mundo al ritmo más rápido de los últimos años. En EE.UU., los tanques de almacenamiento se han vaciado hasta tal punto que podrían tener dificultades para funcionar correctamente.
Eso está perjudicando a los consumidores. India, uno de los principales compradores de petróleo saudí y ruso, no se siente cómoda con los precios a estos niveles y prevé cierta destrucción de la demanda, según declaró el lunes Pankaj Jain, secretario del Ministerio de Petróleo y Gas Natural, en la conferencia sobre energía Adipec, celebrada en Abu Dhabi. El país no deja de decir a las naciones productoras que el crudo es demasiado caro, añadió.
El mes pasado, el responsable indonesio de energía, Tutuka Ariadji, lamentó la “gran carga” que suponen los costes del combustible para el cuarto país más poblado del mundo, mientras que las compañías aéreas estadounidenses, entre ellas Southwest Airlines Co. y United Airlines Holdings Inc. advirtieron a los pasajeros que se prepararan para un aumento de los precios del combustible para aviones.
Mientras tanto, los responsables políticos estadounidenses han señalado que los tipos de interés tendrán que mantenerse más altos durante más tiempo para contener la inflación. El Presidente Joe Biden también podría verse en peligro político, ya que se prepara para la campaña de reelección del año que viene con la gasolina a casi 4 dólares el galón.
El planteamiento de la OPEP+ ha sido contradictorio, aunque ha negado sistemáticamente que su objetivo sea un determinado nivel de precios.
El Secretario General, Haitham Al Ghais, declaró esta semana en Abu Dhabi que es “optimista” sobre la demanda, mientras que Mazrouei, de los EAU, afirmó que la intención del grupo es fomentar la inversión en nuevos suministros. El mes pasado, el ministro saudí de Energía, el príncipe Abdulaziz bin Salman, describió la estrategia como “proactiva” en medio de las incertidumbres de la economía china.
Si el recorte de la oferta del cártel empuja los precios por encima de los 100 dólares el barril, la conversación puede girar hacia si Riad intervendría para detener el desbordamiento del mercado. Goldman Sachs Group Inc. espera que Arabia Saudí restablezca el suministro para evitar que los precios suban mucho más allá de los 105 dólares por barril, en caso de que eso erosione el consumo.
La política también puede influir en el reino. EE UU, Arabia Saudí e Israel están inmersos en complejas negociaciones en las que Washington ofrecería garantías de seguridad a Riad a cambio de normalizar las relaciones con Tel Aviv.
“La Casa Blanca está trabajando horas extras en un mega acuerdo diplomático con Riad y la pregunta es: ¿dónde figura la energía en las conversaciones bilaterales?”, dijo Helima Croft, estratega jefe de materias primas de RBC Capital Markets y ex analista de la CIA. “La verdadera jugada para Washington sería que Arabia Saudí redujera su recorte unilateral”.
--Con la colaboración de Ben Bartenstein, Manus Cranny y Dani Burger.