Bloomberg — La inflación subyacente de la Eurozona se redujo a su ritmo más lento en un año, apoyando las expectativas de que el Banco Central Europeo (BCE) mantendrá las tasas de interés para calibrar el impacto de su campaña de subidas sin precedentes.
El aumento de los precios subyacentes, que excluyen los costes de la energía y los alimentos, fue del 4,5% en septiembre, según informó Eurostat el viernes. Esta cifra es inferior al 5,3% de agosto y muy inferior a la estimación media del 4,8% realizada por Bloomberg entre sus economistas.
La inflación general se moderó hasta el 4,3% desde el 5,2%, el nivel más bajo en casi dos años, también por debajo de las expectativas, impulsada por la caída de los costes energéticos, pero también por la acusada desaceleración de los servicios.
Los bonos alemanes ampliaron sus ganancias tras la publicación. El rendimiento a 10 años bajó 8 puntos básicos en el día, lo que supone la mayor caída desde agosto. El repunte se produce después de que el rendimiento subiera a casi el 3% el jueves - un nivel alcanzado por última vez en 2011 - en medio de la preocupación de que el BCE tenga que mantener una política restrictiva durante más tiempo para controlar la inflación.
Los datos del viernes ofrecen la señal más definitiva hasta ahora de que el crecimiento de los precios subyacentes, una métrica clave en el endurecimiento de la política monetaria, está en firme descenso tras un verano en el que las distorsiones estadísticas lo apuntalaron.
Sin embargo, dado que ambas medidas duplican con creces el objetivo del 2% fijado por el BCE, los mercados se preparan para lo que, según las autoridades, será un periodo prolongado de elevados costes de endeudamiento. Como muestra de las tendencias divergentes en la zona del euro de 20 miembros, la inflación alemana se desplomó a su nivel más bajo en dos años este mes, mientras que la lectura de España saltó de nuevo por encima del 3%.
Lo que dice Bloomberg Economics...
“El BCE dio a entender tras su última subida de tipos que ésta podría haber sido la última de este ciclo: la caída de la inflación en septiembre, mayor de lo esperado, debería aumentar la confianza del Consejo de Gobierno en que ya no son necesarios más endurecimientos.” -- Maeva Cousin, economista senior de la zona euro. Haga clic aquí para ver la reacción completa
Ni los inversores ni los economistas esperan que el BCE aumente las 10 subidas consecutivas desde julio de 2022, que han situado el tipo de depósito en el 4%. Muchos responsables políticos están de acuerdo, aunque algunos siguen advirtiendo de que perturbaciones - como que el petróleo alcance los US$100 el barril - podrían justificar aún nuevas medidas.
Es una situación similar en EE.UU., donde se estima que la medida de inflación preferida de la Reserva Federal se ha ralentizado por debajo del 4% en agosto, y los funcionarios han señalado que están al menos cerca del máximo de los tipos.
“Es probable que hayamos terminado con las subidas de los tipos de interés”, declaró el viernes en una mesa redonda el director del banco central esloveno, Bostjan Vasle. “Estamos viendo algunos signos de descenso de la inflación, también algunos primeros signos de sostenibilidad de esta tendencia. Pero, por otro lado, sigue habiendo muchas incertidumbres”.
Cada vez hay más pruebas de que las medidas del BCE están afectando a una economía que ya atraviesa dificultades, lo que refuerza aún más la necesidad de una pausa. El endeudamiento de las empresas creció en agosto al ritmo más lento en casi ocho años, según los datos publicados esta semana, mientras que la confianza se enfriaba por quinto mes consecutivo debido al pesimismo de los consumidores.
Alemania, la mayor economía del bloque, es la que se encuentra en peor situación y es probable que su producción se contraiga este trimestre. El aumento de los salarios, sin embargo, podría impulsar un repunte del gasto y ayudar a recuperar el crecimiento hacia finales de año, según las proyecciones publicadas el jueves por los institutos de investigación que asesoran al Gobierno.
Sin embargo, estas presiones salariales pueden enturbiar el camino hacia la desinflación. Es posible que no haya plena claridad sobre la rapidez con que retrocederán las subidas de precios hasta bien entrado 2024, según ha declarado el economista jefe del BCE, Philip Lane.
Aunque no se pueden descartar por completo futuras subidas, los tipos de interés se mantendrán probablemente en su nivel actual “durante algún tiempo”, declaró el viernes en Riga el jefe del banco central letón, Martins Kazaks.
El modelo de Bloomberg Economics, que predijo correctamente la cifra de inflación de septiembre, apunta a una lectura de octubre del 3,1%.
--Con la colaboración de Joel Rinneby, Barbara Sladkowska, Aaron Eglitis, James Hirai, Andrej Sokol (Economista), Constantine Courcoulas, Jan Bratanic y Jana Randow.
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